Elecciones en USA: Obama compite contra si mismo
Mientras los republicanos se desvelan por hacerse con el candidato que los pueda unificar en su cruzada por desbancar al presidente Barack Obama, el lado demócrata ya está jugado a la suerte del primer mandatario que buscará, sin rivales internos, su reelección en noviembre con su gestión como único activo, y a la vez, su mayor contingencia.
20 de enero de 2012 - 11:45
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Mientras los republicanos se desvelan por hacerse con el candidato que los pueda unificar en su cruzada por desbancar al presidente Barack Obama, el lado demócrata ya está jugado a la suerte del primer mandatario que buscará, sin rivales internos, su reelección en noviembre de este año basada en su gestión actual.
El presidente Obama ha lanzado ya su primer vídeo para la campaña de su reelección y aprovechó una gira por varios estados, con un discurso al pie del castillo de Cenicienta en Disneyworld (Florida), para promover su causa. Obama intenta ganar protagonismo, en un escenario político con la atención puesta en las primarias republicanas, así como recuperar la simpatía del electorado independiente, cada vez más alejado de él, si bien es cierto que estos no parecen ahora propensos a pasarse al bando contrario.
El primer vídeo producido por el equipo de campaña de Obama se centra en rebatir las acusaciones sobre mala gestión de la Casa Blanca en relación a Solyndra, una empresa especializada en energía solar, que recibió subvenciones públicas por su apuesta por las energías renovables. Obama llegó a visitar la compañía y ponerla como modelo empresarial, antes de que finalmente el negocio hiciera agua y la empresa cerrara sus puertas con el consiguiente despido de los trabajadores. Republicanos que participan en una investigación del Congreso aseguran que asesores de la Casa Blanca sabían del mal funcionamiento de Solyndra y a pesar de ello promovieron la concesión de ayuda pública.
Una encuesta de CBS y “The New York Times” ha venido a sembrar alarma en el campo presidencial. Solo el 37% de los votantes independientes, cuya paso de un partido a otro origina los cambios políticos, tiene una opinión favorable de Obama, frente al 43% del electorado en general. Además, 2 tercios de los independientes consideran que el actual ocupante de la Casa Blanca no ha logrado hacer progresos en la gestión de la crisis económica y se preguntan qué se puede esperar de Obama en un segundo mandato.
Obama acudió este jueves (19/01) a Disneyworld, en Orlando, para promover el turismo a USA. El presidente estadounidense asegura que el sector puede crear un millón de puestos de trabajo durante la próxima década.
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El nivel de cumplimiento con sus incontables promesas será la medida de su reelección.
Lo dicho: mientras los republicanos estadounidenses protagonizan una encarnizada batalla para designar al que será su candidato en las elecciones presidenciales del próximo 6/11, el bando demócrata permanece tranquilo con su firme apuesta por Barack Obama, que optará a la reelección.
Pero los ánimos en el bloque progresista comienzan a alterarse, ya que la popularidad del inquilino de la Casa Blanca está descendiendo a pasos agigantados conforme se va acercando la fecha por sus decisiones económicas y militares, alejándose a años luz del crédito que alcanzó en junio, tras la muerte de Bin Laden.
Los apoyos a Obama son cada vez menos y los votantes independientes, que ayudaron al jefe del Ejecutivo a obtener la victoria en los comicios de 2008, podrían ahora convertirse en un obstáculo para su reelección, según reveló este jueves (19/01) una encuesta publicada en diversos medios norteamericanos.
La mayor parte de ese sector que no se identifica ni con republicanos ni con demócratas está decepcionada con la Presidencia del dirigente, desaprueban la forma en que ha gestionado la economía y no tienen claro que vaya a cumplir sus promesas en caso de que vuelva a resultar ganador en las urnas.
Solamente el 31% de los entrevistados tenían una opinión favorable hacia Obama y dos terceras partes declararon que el mandatario no ha conseguido verdaderos avances en materia financiera.
En 2008, el presidente del Gobierno contó con el respaldo del 52% de los votantes independientes, frente al 44% que apoyaron a su rival republicano, John McCain.
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La mitad de los independientes admitieron que no se habían formado ninguna opinión sobre el posible candidato conservador en las próximas elecciones, el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney, que se perfila como favorito a pugnar por el mandato en noviembre.
Entre el conjunto de votantes, el 38% se mostró a favor del actual inquilino de la Casa Blanca, el 45% en contra y el 17% se mostraron indecisos, según la encuesta. Los votantes estarían bastante divididos en caso de un enfrentamiento electoral entre Obama y Romney, mientras que al dirigente le iría mejor con otros rivales republicanos, como el exgobernador de Pennsylvania Rick Santorum o el congresista de Texas Ron Paul.
Pero los republicanos están lejos de la unidad. De hecho, el Tea Party, el ala más conservadora y radical, busca un candidato que destrone a Romney. Newt Gingrich, quien nuevamente vuelve a subir en las encuestas y ya se posiciona segundo, ha solicitado que Rick Perry y Santorum renuncien a sus candidaturas y lo apoyen. Rick Perry ya lo hizo, por lo que la carrera republicana se pone aún más caliente.
Así le pasó a Rick Perry que, tras la sequía de votos en los caucus de Iowa y en las primarias de Nuevo Hampshire, y ante los sondeos que le presagiaban unos pobres resultados en Carolina del Sur, tuvo que retirarse de la carrera presidencial y otorgar su apoyo a Newt Gingrich en un claro desafío a Mitt Romney, favorito por el momento de los republicanos.
Una mala nueva para el ex gobernador de Massachusetts y un soplo (al menos mediático) para el ex presidente de la Cámara de Representantes que sin duda le provocó una mejora en su humor.
Tan es así, que tuvo el ánimo para burlarse de la estancia del demócrata en Disneyworld: “La idea de Obama flanqueado en un lado por Mickey Mouse, en el otro por Goofy-, como si fuera, en realidad, una foto de gabinete... Simplemente me siento mejor”.
Pero hay días que parecen una montaña rusa, justamente como la famosa Space Mountain de Orlando. Y ayer (19/01) fue uno de esos días para Gingrich. Y es que su segunda ex esposa tuvo la ocurrencia de revelar, en cadena nacional y en horario estelar las singulares propuestas del que se denomina así mismo como un paladín del sacramento del matrimonio.
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Así, Marianne Gingrich afirmó a la ABC que su ex marido le propuso “un matrimonio abierto” para que el ex legislador pudiera mantener a su amante Callista Bisek.
Al parecer, Marianne fue una desconsiderada con su marido pues éste se quejó que “lo quería sólo para ella” y, en cambio, Callista no le importaba que “él siguiera casado”. Desde luego, el matrimonio se disolvió y Gingrich se casó con la comprensible Callista.
Y a todo esto, ¿qué diría Jackie Battley, la primera esposa de Gingrich? Quizá mucho en torno a la forma de ser de su ex marido quien decidió pedirle el divorcio cuando ella convalecía en un hospital luchando contra el cáncer. Seis meses después, el republicano se casaría con su entonces amante: Marianne.
Eso sí, Gingrich, católico converso desde el 2009, fue un duro crítico de Bill Clinton cuando el entonces presidente tuvo la “desfachatez” de tener sexo oral con Mónica Lewinsky.
Mientras tanto, Obama -tras contarles a sus hijas, Sasha y Malia, cómo le fue en el mundo de Mickey- seguirá avanzando rumbo a la reelección ante la división y la autofagia de los republicanos (sólo basta reparar en la frase con la que Perry le cedió la posta a Gingrich: “creo que es un visionario conservador que puede transformar nuestro país. No es perfecto, pero ¿quién lo es?”, argumentó de cara al caucus que se celebrará mañana -21/01- en Carolina del Sur).
En esa cita parte como favorito Mitt Romney, quien ayer fue descoronado del triunfo en las primarias de Iowa, celebradas el pasado 3/01, en detrimento de Rick Santorum.
Los datos iniciales habían dado un ajustado triunfo al exgobernador de Massachusetts, con 8 votos de ventaja sobre su rival. Pero el partido emitió ayer (19/01) un comunicado con un recuento “certificado” que demuestra que el exgobernador de Pennsylvania se impuso al preferido de todas las encuestas por un estrecho margen de 34 sufragios.
Eso sí, la formación conservadora añadió que Santorum no puede ser declarado vencedor de la contienda porque se han perdido los votos emitidos en 8 centros de Iowa, por lo que se han extraviado 1.774 puntos.
Así las cosas, Obama sólo debe cuidarse de Obama.
Por eso, como bien dice Horacio Besson en Milenio, mientras Obama comparaba sus orejas con las de Mickey Mouse (“siempre es agradable conocer a un líder mundial que las tiene más grandes que las mías”), los republicanos movían sus fichas internas para “reacomodar” (eufemismo de “eliminar”) a los precandidatos que ya no dan más de sí en la contienda del partido.
Quedarse con la opción menos peor no parease la manera republicana de desbancar a Obama.