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William se suma al peligroso show en el Atlántico Sur

La próxima visita del heredero al trono británico a las Islas Malvinas en el marco de su servicio militar echa más leña al fuego en las tensiones existentes entre Buenos Aires y Londres, máxime cuando viene acompañado por declaraciones inflexibles y bélicas. Prometen un fuerte plan de contingencia militar. ¿Pero es realmente tan así?

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El 2do. heredero de la familia Windsor, Guillermo de Inglaterra, duque de Cambridge, “hizo lobby” para que lo dejaran viajar a Malvinas/Falkland, según el diario británico The Times. La visita ocurrirá semanas antes de que el 02/04 se cumplan 30 años de la guerra por las islas (1982) en la que Reino Unido derrotó a Argentina. El periódico explicó que se ha dispuesto un plan de contingencia militar para preservar al noble piloto de 29 años.
 
El archipiélago, que los británicos arrebataron a los argentinos en 1833, se encuentra protegido por 4 aviones y una fragata o un destructor, según The Times, que no descartó la presencia de submarinos nucleares. Se supone que estas fuerzas serán reforzadas por otras que provengan de la isla británica de Asunción, situada en medio del Atlántico.
 
Pero nos cuenta la MSNBC que a medida que el príncipe Guillermo se prepara para embarcarse en un viaje de más de 12.000 km para servir como piloto de helicóptero en las, para ellos, remotas islas Malvinas, en este caso, el tradicional refrán "Rule Britannia, Britannia rules the waves" (“Fuerza Bretaña, Bretaña domina los mares”) parece bastante exagerado.
 
La flota naval de Gran Bretaña una vez fue 2 veces el tamaño combinado de sus 2 rivales más cercanos. Pero los recortes mandados por el ajuste europeo han hecho desaparecer miles de millones de libras esterlinas de los presupuestos militares. Incluso el portaaviones de bandera de la Royal Navy no se ha salvado – el HMS Ark Royal fue enviado a desguace el año pasado.
 
Las tensiones han ido en aumento entre la Argentina y el Reino Unido a 10 semanas del 30º aniversario de la guerra de Malvinas. Argentina reclama soberanía sobre las islas ocupadas y gobernadas por los británicos, a unas 300 millas de la costa continental en el Atlántico Sur.
 
La perspectiva de grandes depósitos de petróleo que serian extraídos por Gran Bretaña ha añadido más leña al fuego (ver nota relacionada). Buenos Aires ha condenado las perforaciones como ilegales. También ha habido una guerra de declaraciones cruzadas sobre los derechos de pesca y la presidenta Cristina Fernández ha prometido una "lucha eterna" para recuperar las islas.
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Gran Bretaña ha gobernado las Islas Malvinas durante más de 180 años.
 
Cuando al príncipe William la Royal Air Force le anunció el destino de su misión, un funcionario argentino describió la decisión como un "acto de provocación".
 
Reuters informó que el Consejo Nacional de Seguridad de Gran Bretaña discutió las distintas estrategias de defensa para las islas el martes pasado (17/01).
 
El primer ministro, David Cameron, posteriormente acusó a Argentina de "colonialismo" por sus pretensiones en las Islas Malvinas, diciendo que Gran Bretaña estaba comprometida a proteger las islas e insistiendo en que los lugareños deben tener el derecho a decidir su propia nacionalidad.
 
"Estas personas quieren seguir siendo británicos y los argentinos quieren que hagan otra cosa", les dijo Cameron a los legisladores.
 
Por su parte, Florencio Randazzo, ministro del Interior argentino, más tarde describió los comentarios de Cameron como "totalmente ofensivos", informó Reuters.
 
Incluso los Juegos Olímpicos de este verano en Londres parecen en peligro de quedar atrapados en la disputa. Algunos atletas argentinos han discutido planes para llevar un logo en el uniforme oficial que rece "Las Malvinas son argentinas".
 
De acuerdo a The Associated Press, Gran Bretaña mantiene unos 1.000 soldados en el territorio, que es hogar para unas 3.000 personas.
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Con una duración de 74 días, el conflicto de 1982 acabó con 258 vidas británicas perdidas y 6 barcos hundidos. El costo para Argentina fue aún mayor: 649 muertos con otros 11.313 capturados. Su marina perdió un submarino, un crucero y 75 aeronaves.
 
Algunos ahora se preguntan si la Royal Navy sería capaz de responder a una crisis similar en el extranjero en la actualidad.
 
Cuando se le preguntó si Gran Bretaña enviaría un portaaviones a las Malvinas durante el servicio militar del príncipe Guillermo, un portavoz del Ministerio de Defensa dijo a NBC News: "No, no lo tiene". El HMS Ark Royal fue dado de baja en marzo.
 
El portavoz del Ministerio de Defensa señaló que las Malvinas cuentan con un "campo de aviación bien defendido ".
 
Pero el almirante Sandy Woodward, comandante de la fuerza que liberó -en sus términos- a la población británica de Malvinas de la ocupación argentina en 1982, cree que las islas "están peligrosamente cerca de ser indefendibles".
 
El general mayor Julian Thompson, el general de brigada que dirigió el asalto británico inicial hace 30 años, dijo a NBC News que él cree que si la Argentina invadiese las islas ahora, nada podrían hacer los militares del Reino Unido sin un portaaviones.
 
Rechazó el refuerzo por aire en lugar de mar como "un disparate".
 
"Sin duda no obtendríamos derechos de vuelo o bases para en las cercanías de Malvinas -suponiendo que los argentinos tomasen la pista de aterrizaje y la destruyesen conjuntamente con sus defensas", agregó Thompson.
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Entonces, ¿cuan poderosa es la Royal Army hoy? Los críticos destacan que cuando los barcos rusos fueron avistados en la costa escocesa el año pasado, Gran Bretaña sólo pudo enviar a la envejecida fragata HMS York en un viaje de más de 1.000 km desde su puerto de origen. 
 
Dos portaaviones en construcción están atrasados y no estarán listos durante otra década.
   
Teniendo esto en cuenta, ¿podría estar dispuesta la Argentina a avanzar más allá de la retórica cuando la presencia del príncipe Guillermo llame la atención del mundo cuando esté en las Malvinas a partir del mes que viene?
 
Una cosa parece probable. Antes de su obligada gira de 6 semanas, William probablemente discuta la guerra de Malvinas con su tío. El príncipe Andrés fue piloto de helicóptero durante el conflicto.
 
Pero tampoco hay que confiarse. Después de todo, en 1982 los británicos también enfrentaban un fuerte recorte presupuestario militar. El programa Trident de Thatcher y Reagan estaba en peligro en plena Guerra Fría y allí las similitudes con la situación actual: Por motivos domésticos, siempre es mejor agrandar los problemas externos, en este caso, la recesión europea y las tensiones que produce Irán entre los consumidores de petróleo. 
 
Por casa también hay similitudes. Los conflictos externos ayudan a sacar el foco de algunos temas. Lo hizo Leopoldo Fortunato Galtieri en su momento, azuzado por la Armada Argentina.
 
Los marinos tenían una antigua hipótesis de conflicto y el entonces teniente general tenía que encontrarle un Norte al Proceso que tambaleaba. En el medio, obviamente, los mercaderes de armamento y gasto bélico.
 
La Argentina actual, no está exenta de problemas. Un ajuste económico complicado que Cristina Fernández no quiere aceptar como tal. ¿Por qué no intentar que la opinión pública hable de Malvinas/Falkland?
 
Pero nunca es un debate en serio: ¿Habría previsión presupuestaria para subsidiar Malvinas si fuesen argentinas? Seguro que no, pero en el fondo los funcionarios argentinos creen que no lograrán avanzar en la reivindicación, al menos en el corto plazo, y entonces es oportuno crear la polémica.