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AI FEN

El resultado decía "Sars coronavirus" y ella empezó a sudar frío: La médica que China censuró

El 30/12, tras haber visto varios pacientes con síntomas de gripe que se resistían al tratamiento habitual, Ai Fen, directora de emergencias en el hospital central de Wuhan recibió unos resultados de laboratorio que decían "Sars coronavirus". Los difundió y poco después, las autoridades la retaron. Ningún médico debía difundir imágenes o mensajes sobre el nuevo brote de neumonía causado por una enfermedad misteriosa. Todo lo que Fen pudo hacer entonces fue pedirle a su staff que usaran máscaras y ropas con protección, aún contra la voluntad de las autoridades.

En una entrevista publicada el martes 11/3 en la revista china Renwu, o People, la médica china Ai Fen, directora de emergencias en el hospital central de Wuhan -donde apareció primero el coronavirus-, revela que fue reprendida por sus superiores y colegas en diciembre, tras haber alertado de la aparición de un virus del tipo Sars.

"Si hubiera sabido lo que iba a pasar, no me habría importado la reprimenda. Hubiese hablado sobre esto con quien sea, donde pudiera", dijo Fen en la entrevista que ha sido eliminada tras su publicación.

Sin embargo, el gobierno chino no logra hacer callar a la doctora, cuyas palabras fueron rescatadas por usuarios de redes sociales y replicadas en el diario The Guardian. Nuevas versiones del artículo circulan, en un intento por evadir la censura, escritos con emojis o en código morse.

Así, Ai Fen es la última médica china en sumarse a una larga lista de colegas que arriesgan sus trabajos y hasta corren el riesgo de ir presos, por decir la verdad sobre lo que pasa en Wuhan.

El 30/12, tras haber visto varios pacientes con síntomas de gripe que se resistían al tratamiento habitual, Fen recibió unos resultados de laboratorio que decían "Sars coronavirus". Empezó a sudar frío. Destacó la palabra Sars, le sacó una foto y se la mandó a un compañero universitario. Para la tarde, la foto se había expandido por los círculos médicos de Wuhan, donde también fue compartida por Li Wenliang, el oftalmólogo que desafió a las autoridades siendo el la primera persona en advertir al público sobre la epidemia de neumonía por coronavirus en esa ciudad.

Su historia es triste porque Wenliang falleció tras contraer el virus mientras trataba a pacientes en Wuhan.

Esa noche, Fen recibió un mensaje del hospital diciendo que la información sobre la enfermedad misteriosa no debía darse a conocer al público, para evitar provocar el pánico. A los 2 días, recibió una reprimenda por parte del comité de inspección disciplinaria del hospital por haber "difundido rumores" y "dañado la estabilidad". Al staff del hospital se le prohibió compartir mensajes o imágenes relacionados con el virus. Todo lo que la médica pudo hacer fue pedirle a su staff que usaran máscaras y ropas con protección, aún contra la voluntad de las autoridades.

Mientras que los oficiales chinos insistían en que no había razón para creer que el virus era transmitido entre la gente, ella ya sabía que era así.

Para el 21/1, el día en que las autoridades finalmente reconocieron que existía la transmisión interhumana, el número de personas enfermas que llegaba a la sala de emergencias había llegado a 1523 por día -3 veces el volumen normal-.

Durante los últimos meses, dijo Fen, vio a muchos de sus colegas enfermarse y fallecer a causa del virus (Li Wenliang fue uno de ellos).

Las autoridades públicas de Wuhan sancionaron a 8 personas por difundir rumores sobre el virus. Fen aseguró que en su caso, la reprimenda vino del hospital y no de más arriba. "No soy una informante", dijo a Renwu. "Soy la que proveyó la información."

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