La Selección Argentina venció a Chile en su visita a la ciudad de Calama (27/1), un terreno tan desfavorable como árido. El rival, la gente, y por supuesto, un estadio con más de 2200 metros de altura, quisieron llevar a la Scaloneta a un ambiente de inferioridad, pero que finalmente no fue tal. Lionel Messi miró el partido desde el sillón de su casa, con la misma tranquilidad que vos lo hiciste.
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Análisis: Hay vida después de Lionel Messi
Anoche (27/1), la Selección Argentina dio otra muestra de carácter en un terreno y un clima hostil. Sin el líder Lionel Messi, hubo respaldo, corazón y temple.
Lejos de haber sido un partido de "fútbol champagne" -dicho recurrente en redes sociales-, la Selección sacó credenciales en un terreno incómodo y con escasez de aire. El espíritu de este grupo de jugadores superó a los chilenos, en un sobrio partido en todas las líneas.
No se lució, tampoco sufrió. Argentina comenzó ganando el encuentro a los 9' del primer tiempo, gracias a un soberbio zurdazo de quien fue su capitán por la ausencia de Lionel Messi, Ángel Di María. El rosarino se puso el equipo al hombro por momentos, ante un rival que siempre complica a nuestro combinado nacional. Así como contra Uruguay, Di María la clavó cercana al ángulo de Claudio Bravo y lo gritó de cara al público chileno.
10 minutos más tarde, Ben Brereton -inglés nacionalizado chileno- metió un buen cabezazo sobre los 1,93 metros de humanidad de Emiliano 'Dibu' Martínez, que nada pudo hacer. El guardameta, había calentado la previa ante Chile por sus posteos en Instagram y luego sufrió el descargo del gobierno de dicho país.
Argentina siguió presionando y, jugando concentrado, se encontró con un bombazo de Rodrigo de Paul -mal defendido por el arquero Bravo- y que cayó en los pies de Lautaro Martínez para colocar el 2-1 parcial y definitivo.
El segundo tiempo estuvo de más. Poco juego, escasas ocasiones de gol y mucha fricción, la cual fue penada con 9 tarjetas amarilla en total: 5 para Chile, 4 para Argentina.
En ese sentido, las presencias de Lisandro Martínez, Rodrigo de Paul, Leandro Paredes, Alejandro 'Papu' Gómez y Ángel Di María, entre otros, ayudaron a Argentina a sacar adelante un partido complejo desde los papeles. La Selección se enfrentaba a un escenario hostil, sin sus 2 líderes más influyentes de esta extensa racha de 28 partidos invicto: Lionel Messi y Lionel Scaloni. Aún así, y sumando otras 10 ausencias, nuestra Scaloneta lo logró en Calama.
A pesar de tener el boleto a Qatar abrochado, Argentina fue más que su rival y no extrañó a la Pulga, no por negar lo enorme que es Messi como jugador, sino porque quedó demostrado -una vez más- que se puede jugar sin el astro y ser competitivo al mismo tiempo. Ese es el desafío argentino para el futuro, una vez que el rosarino se haya retirado de la actividad profesional.
A su vez, varios jugadores se jugaban el puesto; como Nahuel Molina Lucero, Nicolás Tagliafico, mismo el 'Papu' Gómez, quien sabe que en cualquier momento puede entrar y marcar la diferencia como en el partido de ayer (27/1). Eso es lo bueno de esta Selección: hay 2 jugadores por puesto y, en muchos de esos casilleros, hay muy poca diferencia entre titulares y suplentes, algo que hace mucho no sucedía.
Los cortes de agua y las demoras en el aeropuerto trasandino, fueron simplemente un incentivo para los jugadores argentinos, quienes salieron a comerse a los chilenos con cuchillo y tenedor.
En definitiva, la Selección Argentina evidenció una vez más su unión como grupo de compañeros. Si no está Messi, está Di María y 'Papu' Gómez. Si no está 'Cuti' Romero, aparece Lisandro Martínez. Si no está Scaloni, Walter Samuel le cubre las espaldas, en un equipo que no conoce la derrota desde la semifinal de Copa América 2019, cuando sufrió el 0-2 ante Brasil.
Es el año mundialista y todos quieren mostrarse para llegar a la nómina de Qatar 2022, en una Selección con recursos y bien armada que pide pista para la Copa del Mundo. No para ir 'confiados', sino para ir con confianza.