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Prepagas iniciaron la notificación de +15% desde el 01/01/2011
El año 2011 será de fuerte ajuste de precios, aún cuando Cristina Fernández y su gente insiste en minimizar las advertencias. Las prepagas comenzaron a notificar que, a causa de tener vigencia desde el 01/12 el ajuste salarial de la paritaria de agosto (+32%), aumentan sus tarifas 15% desde el próximo 01/01.
03 de diciembre de 2010 - 13:03
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Rotundo fracaso de Cristina Fernández en ponerle freno a la inflación. ¿Cómo es que una Presidente inflacionaria resulta que se presenta como el personaje más popular del país?
¿Cómo es que una Presidente ineficiente en una tarea central que es preservar el valor de la moneda y el poder adquisitivo de los ingresos de los más desprotegidos, pretende permanecer 4 años más al frente de una economía con una fuerte puja distributiva por delante?
El año 2011 comenzará, entre otros aumentos, con 15% de ajuste en las tarifas de las prepagas, como consecuencia de que se encuentran vigentes, desde el 01/12 los incrementos salariales acordados en las paritarias de agosto.
Esto exige aplicarle un enfoque más amplio al tema inflacionario. La consultora Economía & Regiones realizó un informe al respecto.
"(...) Hoy en día la economía argentina se recupera y retoma la senda de crecimiento perdida luego de recesión del año pasado. Se detiene la fuga de capitales del 2009 y la demanda de pesos vuelve a robustecerse para abastecer el elevado nivel de transacciones (motivo transaccional). No obstante, la recuperación de la actividad se verifica en un marco de aumento del nivel general de precios. Las políticas (fiscal y monetaria) de incentivo a la demanda junto con una inversión insuficiente presionan sobre el nivel de precios, haciendo que la inflación minorista se ubique en torno al 26% anual para este año.
Por lo tanto, la demanda de dinero crece en términos reales (más cantidad de transacciones) y en términos nominales (precios más elevados).
Tipo de Cambio Nominal casi Fijo
A su vez, con inflación creciente, políticas fiscales y monetarias expansivas y entrada de capitales (provenientes de superávit comercial por los precios de los commodities), la única herramienta anti-inflacionaria que le queda al Gobierno
Nacional es la estabilidad del tipo de cambio nominal; dicho más llanamente, el tipo de cambio funciona -hoy en día- como ancla anti-inflacionaria y se ha perdido la capacidad de devaluar el peso para recuperar la competitividad que el aumento de precios domésticos le saca a la economía. Por ende, las expectativas de devaluación son prácticamente nulas.
Ahora bien, esta estabilidad de precio del dólar (en términos de pesos), termina siendo el otro gran sostén de la demanda de moneda local. Si bien históricamente la divisa norteamericana ha funcionado prácticamente como una moneda alternativa para los argentinos, la estabilidad del tipo de cambio, con tasas de inflación cercanas al 30% anual, hacen del dólar una opción poco atractiva para mantener saldos líquidos o ahorrar.
Tasas de Interés Reales Negativas sin un fuerte Mercado de Capitales
Por último, las tasas de interés (pasivas) que pagan los bancos a los ahorristas se ubican muy por debajo de la tasa de inflación; dicho de otro modo, las tasas de interés bancarias -en términos reales- son negativas, lo que es en sí mismo un desincentivo a mantener plata dentro del sistema bancario local. Además, el mercado de capitales argentino tampoco es capaz de canalizar las
decisiones de ahorro una masa significativa de saldos monetarios, puesto que presenta un desarrollo bastante limitado y sólo lo utilizan inversores y ahorristas sofisticados.
En síntesis, la demanda de dinero es básicamente transaccional y la estructura económica-financiera argentina no cuenta con la capacidad de estimular el ahorro y de posponer consumo de hoy, para transformarlo en inversión y así ampliar la frontera de posibilidades de producción en el mediano plazo. Por el contrario, la ausencia de canales que fomenten el ahorro, termina incentivando -indirectamente- el consumo de hoy; rompiéndose -de ese modo- las decisiones inter-temporales de “consumo-inversión” de los agentes económicos.
En un contexto de pleno empleo y oferta inelástica, este mecanismo presiona sobre el nivel de precios y condena a la Argentina a vivir en un eterno presente.
> Según el índice de precios de E&R, en Noviembre 10’, la inflación minorista
alcanzaría un 1,9% (mensual), impulsada principalmente por el aumento de los
alimentos.
> De este modo, los once meses de 2010 dejarían una marcada tendencia alcista en lo que respecta a los precios minoristas, haciendo que el incremento de precios de los últimos 12 meses se ubique en torno al 26,2% anual; en contraste con el aumento -interanual- de los precios minoristas para el INDEC, que alcanzaría un 11,1% aproximadamente entre Noviembre de 2010 y el mismo período de 2009.
> Cabe señalar, tanto la estabilidad del tipo de cambio nominal como el fuerte
aumento de las importaciones funcionan como ancla anti-inflacionaria, al expandir la oferta agregada (y descomprimir los excesos de demanda). Sin embargo, la nueva disposición del BCRA de modificar el programa monetario aumentando la meta de emisión monetaria, convalidaría la aceleración de precios generando presiones inflacionarias adicionales.
> Para el 2010, si se anualiza la inflación de los once meses de este año (23,7%), se esperaría un incremento anual de los precios minorista en torno al 26,4%, con un aumento de precios promedio del 2,2 % mensual.
> Finalmente, en Noviembre de 2010, el costo de la canasta básica alimenticia para una familia tipo 22, o “línea de indigencia”, alcanzó los $1.031 mensuales; mientras que la canasta básica total, o “línea de pobreza” alcanzó los $1.927 mensuales. Es decir, una familia tipo (familia tipo 2 se compone por un padre (o adulto equivalente) de entre 30 y 59 años, su mujer de entre 30 y 59 años, un hijo de 4 a 6 años y otro hijo de entre 7 y 9 años), necesita $1.031 mensuales para no ser indigente y $1.927 para no ser pobre. (...)".