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Estudiantes ganó 2-0 y se coronó Campeón del Apertura 2010

Estudiantes de La Plata se coronó campeón gracias a dos goles de Rodrigo López (fue al banco e ingresó en el final) cuando todo se le hacía cuesta arriba. Arsenal complicó más de la cuenta a los de Sabella, mientras que Vélez casi fuerza el desempate tras el triunfo sobre Racing (2-0) en Avellaneda. Estudiantes es el nuevo Campeón del Fútbol Argentino.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) ¡Estudiantes es el nuevo Campeón!. Paradojas. Hernán López, ex delantero de Vélez que debió emigrar por el regreso de Silva a Liniers, fue el que salvó a Estudiantes y le birló el título a Vélez. LAS INCREÍBLES COSAS DEL FÚTBOL.

Estudiantes tuvo todo en su favor porque dependía de sí mismo y porque además contaba con la tranquilidad del empate, ya que esta posibilidad le daba una chance más en un eventual desempate.

Pero el fantasma de último torneo, en el que se quedó en el final y lo pasó Argentinos, volvió a aparecer mal entre todos los Pinchas, hasta el poco ortodoxo gol de López  a minutos del final. 

La vuelta de Enzo Pérez y Juan Verón le daba al equipo una inyección anímica para esta final ante un rival como Arsenal que hizo un buen campeonato.

El inicio de las acciones mostraron a Estudiantes como pasado de revoluciones (algo natural) y a los de Sarandí ordenados y tranquilos. Ha sido evidente que Arsenal salió a jugar el partido con una sóla premisa: la de no perder.

Más allá de defender el orgullo deportivo, el equipo de Gustavo Alfaro, seguramente arengado por dos ex Vélez como Mauro Óbolo y Marcos Sena, intentaba darle una mano al Fortín.

A los 9 minutos, dentro de un dominio absoluto sin claridad de Estudiantes, llegó un gol de cabeza de la Gata Fernández después de un balón detenido. La jugada, esta vez, fue bien invalidada por Lunatti debido a un off side.

A los 11 minutos, luego de otro centro de Verón desde la derecha, Enzo Pérez tomo un rebote y con un violento derechazo obligó a Campestrini a rebotar el bombazo.

Estudiantes le rodeó la manzana a Arsenal, equipo al que no le disgusta defenderse porque es una de sus principales virtudes tanto como el contragolpe.

El partido obviamente se jugaba con una oreja puesta en Avellaneda. A los 15 minutos de juego de la tarde decisiva tanto Estudiantes como Vélez no lograban romper con el cero y sus ocasionales rivales.

Recién a los 18 minutos Arsenal pateó al arco desde media distancia con Mosca como ejecutante. El tiro fue fuerte pero tomó bien parado a Orion, quien resolvió con practicidad.

A esa altura del juego Arsenal había emparejado el trámite y empezaba a tener un poco más la pelota. Algo fundamental también para defenderse si es que esa era la premisa. Al menos es lo que se vio desde afuera.

La lesión de rodilla de Luciano Leguizamón  le quitó a Arsenal mucha chispa, por más que los muchachos que lo reemplazan pongan toda la voluntad del mundo, tal el caso de Alustiza cuando le tocó participar.

Esta vez el ex Chacarita fue al banco de entrada. La idea de Alfaro fue mandar esta vez a Choy Gonzalez un poco más arriba para acompañar a Óbolo.

Por este motivo a Arsenal se le hizo muy complicado desnivelar a Estudiantes que debía correr riesgos por la necesidad de marcar el gol que le diese tranquilidad.

La verdad es que en 25 minutos el partido no era bueno y encima a los hinchas de Estudiantes no le llegaban buenas noticias desde Avellaneda.

Un gol de Martínez le daba a Vélez la ventaja parcial y hasta ahí la posibilidad de un partido desempate, debido a que Estudiantes no lograba quebrar a Arsenal. 

En media hora de partido Estudiantes seguía sin jugar bien y Arsenal a sentirse más cómodo y seguro. Sin poder de fuego, pero tranquilo en el campo. Es más, hasta teniendo un poco más la pelota que su rival. 

En 40 minutos Estudiantes no había generado una sóla situación de real peligro, dejando de lado el pelotazo desde lejos de Pérez y el gol anulado a la Gata del comienzo. Muy poco para un equipo que jugaba de local con el incentivo de que un triunfo le daba su quinta corona local de la historia.

Para colmo de males para Estudiantes, sobre el final del primer tiempo, vio la amarilla Rodrigo Braña, un raspador por naturaleza que quedaba al filo de la navaja para el segundo tiempo. En el primer tiempo, estudiantes comenzó bastante bien por lo de la actitud pero después se fue desinflando.

Al equipo de Alejandro Sabella se lo notó irresoluto y atado. Lógicamente que la presión que generó el hecho de ganar pesó mucho en el rendimiento, pero aún le quedaba un tiempo por delante. A todo esto Vélez seguía ganando en Avellaneda y forzaba el desempate.

Los primeros minutos del complemento fueron la continuación del primer tiempo. Estudiantes continuó dormido e impreciso, esperando que aparecieran en el partido Verón y Pérez (encima había recibido un golpe en el muslo), mientras que Arsenal seguía jugando cómodo y sin apuros.

A los 6 minutos se produjo una jugada que veniamos de reclamar. Verón se enchufó y armó una apilada que derivó, luego de unas derivaciones, en un remate de Pérez que sacó Campestrini al córner. 

El local pudo llegar al arco tras las apariciones de los jugadores más desequilibrantes que tiene en la zona media del campo.  Si Estudiantes lograba sostener estas variables tenía más chances de ganar.  De lo contrario, todo se le iba a hacer más complicado porque el nerviosismo iria en aumento. Tanto adentro como afuera de la cancha.

A todos esto seguían llegando malas noticias desde Avellaneda para Estudiantes. A los 13 minutos, Moralez con un golazo de tiro libre, le daba a Vélez el 2-0 sobre Racing.

A esta altura para el equipo de Gareca sólo importaba lo que pasaba con la vida de Estudiantes que en 15 minutos del complemento seguía jugando mal y sin quebrar a Arsenal.

Sabella decidió sacar a Verón y enseguida Estudiantes llegó con peligro por la buena pegada de Benítez quien, desde afuera del área, metió un zurdazo que se fue por arriba del horizontal.

Daba la impresión que Estudiantes sólo podía llegar con peligro con alguna pelota detenida o con algún pelotazo desde lejos a través de un jugador que enganchara bien alguna pelota suelta. 

Pero la Gata, de buen sprint en los partidos finales, hizo una jugada dentro del área que derivó en un tiro débil de zurda que complico a Campestrini.

En 20 minutos la cancha empezó a volcarse hacia el arco de Arsenal y el arquero Campestrini comenzó a aparecer más en el partido. Toda una señal para el tramo final del juego, en el que Estudiantes iba a echar toda la carne en el asador.

Diga que Arsenal no tenía con que (o quizás no se atrevió) a forzar a trabajar en defensa a Estudiantes, que ya a esa altura estaba algo desarticulado por motivos obvios.

Fue como que a Arsenal le faltó la osadía para buscar algo más que un empate, que si se lograba, iba a ser sólo por defenderse o por la segura actuación de su arquero Campestrini.

Sabella movió el banco y se la jugó más con el ingreso del delantero López, ex Velez justamente.  El delantero pudo meter un cabezazo apenas ingresado que se fue muy cerca del travesaño. Presagio del desenlace...

Ya no quedaban dudas que Estudiantes apostaba al balón detenido para quebrar a un rival que hasta el momento, no había sufrido demasiado. Y ffinalmente tanto va el cántaro a la fuente que la termina quebrando.

En media hora del complemento, en Quilmes, todo seguía como al comienzo pero con la salvedad que Vélez ganaba cómodo en Avellaneda.  Un problema para Estudiantes.  Pero faltaban las vueltas del destino.

Hernán Rodrigo López, ex Vélez, fue el salvador en el último cuarto de hora con dos goles que le dieron el título a Estudiantes. Linda revancha para el delantero que había sido vendido por Vélez a Estudiantes porque no tenía lugar en un plantel que cuenta con buenos delanteros.

Quedó demostrado que Vélez no hizo las cosas mal por esta elección, sino que fueron las vueltas del destino de López. ¡Felicitaciones a Estudiantes de La Plata, nuevo campeón argentino.!

















































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