La tensión entre el Gobierno Nacional y el de Río Negro por la violencia en la provincia patagónica adjudicada a organizaciones mapuches tiene entre sus aristas una divergencia conceptual: mientras el gobierno de Arabela Carreras denuncia "terrorismo" la Casa Rosada repudia "vandalismo".
VIOLENCIA MAPUCHE
Para Río Negro, "terrorismo"; para la Rosada, "vandalismo"
Las autoridades provinciales denuncian actos de terrorismo por parte de agrupaciones mapuches. En el Gobierno Nacional, en cambio, repudian actos vandálicos.
Se trata de una diferencia abismal. Mientras el vandalismo aplica a la destrucción de propiedades públicas o privadas sin que medie una motivación definida, el terrorismo tiene como objetivo establecer un orden a partir de acciones intimidatorias de grueso tenor a partir de un trasfondo político.
El vandalismo, que está abarcado en el artículo 183 del Código Penal, será reprimido con 15 días a 1 año de prisión. El artículo 213 ter, en cambio, eleva las penas de 5 a 20 años en caso de actos destinados a "aterrorizar a la población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo".
El gobierno de Río Negro enmarca los ataques adjudicados a los mapuches en esta última definición. De hecho, ha presentado una denuncia ante la justicia federal en la que afirma que los hechos violentos sucedidos en el territorio provincial buscan “promover una lucha insurreccional contra el Estado Argentino y su Constitución Nacional, por considerarlo ilegítimo, procurando imponer mediante la violencia y el terror sus opiniones y apartándose del acuerdo constitucional que vincula a la sociedad en su conjunto”.
La administración Carreras incorporó el incendio del Club Andino Piltriquitrón de El Bolsón ocurrido el martes en ese expediente.
Para el intendente de esa localidad, Bruno Pogliano, las acciones violentas se corresponden con actos de terrorismo, por lo que el Gobierno Nacional debe intervenir. El jefe comunal lo señaló luego de la carta del presidente Alberto Fernández en la que le comunicó a Carreras que no era función del Ejecutivo nacional "brindar mayor seguridad a la región" tras un pedido de la gobernadora.
Dijo en declaraciones al canal TN:
Pero la Casa Rosada no utiliza ese término y reduce los episodios de violencia a meros actos de "vandalismo".
Al encabezar su 1ra conferencia de prensa, la portavoz presidencial, Gabriela Cerrutti aclaró -en referencia al conflicto rionegrino- que el gobierno de Alberto Fernández “repudia todas las situaciones de violencia y de vandalismo, y quiere que los diferentes conflictos que puedan subsistir en la sociedad argentina, del tipo o color que sean, se puedan resolver de una manera más armónica posible a través del diálogo”.
La palabra "vandalismo" también había trascendido un día antes cuando se supo que el Gobierno iba a "reagrupar" fuerzas federales en la provincia para reforzar las seguridad.