JUSTICIA

ESTADO DELINCUENTE

Sorprende la red de espionaje ilegal de la AFI de Macri

Las denuncias sobre la actividad ilegal de la Agencia Federal de Inteligencia en días de Mauricio Macri no provienen del oficialismo sino de la prensa que no es cercana al Frente de Todos. Esto le concede más credibilidad a la sospecha de que algo muy podrido estaba ocurriendo y cabe preguntarse cuál era el rol del hoy ex Presidente en todo esto. En esta ocasión ya no hay posibilidades de culpar a Marcos Peña u otro funcionario por las conductas de Macri. Él queda en primer plano.

Es cierto que Roberto García, desde su programa La Mirada, por Canal 26, fue quien anticipó las denuncias ante la Justicia Penal que hizo la titular de la intervenida Agencia Federal de Inteligencia, Cristina Caamaño, por espionaje en los días de Mauricio Macri en la Presidencia de la Nación. Pero Carlos Pagni, en La Odisea, por LN+, acaba de sumarle información a una gravísima sucesión de hechos acerca del que él mismo había informado en el pasado, motivo por el cual el diputado nacional Leopoldo Moreau llegó a comentar la necesidad de citar a Pagni a la Cámara Baja.

Precisamente un rato antes Moureau había estado en el programa por C5N de Gustavo Sylvestre, quien ya en 2016 denunció que la Administración Macri le interfería su correo electrónico.

Pagni explicó con más precisión que Horacio Verbitsky, en su web El Cohete a la Luna, de qué trató 'el caso Vila', denuncia que instruye el juez federal de Lomas de Zamora, Hernán Villena, quien según Pagni se encuentra bajo sospecha de que tiene una relación cercana con una de sus investigadados, Silvia Majadalni, interesada en circunscribir la pesquisa a los 'perejiles', para que no se escale hasta los jefes de la acción delictiva.

Pagni se preguntó, tal como todos, si Majdalni es el peldaño más alto de la escalera de responsabilidades, o si habría que escalar aún más arriba. Cuidado: arriba de Majdalani, quien llegó a la AFI por su supuesto 'conocimiento de la Casa' que le daba su cercanía a Francisco Larcher, un espía prominente de Néstor Kirchner finalmente despedido por Cristina Fernández de Kirchner vía Oscar Parrilli, sólo estaban Gustavo Arriba y Mauricio Macri.

Obvio que todos se preguntan por Macri ya que es el único con antecedentes: él fue el 1er. Presidente de la Nación que asumió procesado, y el delito era la interferencia de conversaciones y el seguimeinto, todo ilegal, de personas -varios muy cercanos tales como su padre y su hermana, ambos hoy fallecidos-, a causa de disputas familiares.

De todas las líneas de investigación que tiene la AFI en estas horas, la única que le resultó interesante a Pagni es la que arranca en un 'narco' bonaerense, Sergio Rodríguez (Verbitsky sólo había referido "un hombre admitió"), apodado 'Tomate' y 'Lechuga', quien confesó a las autoridades que él contaba con protección de la AFI.

Interrogado en el Juzgado a cargo de Villena, Rodríguez mencionó como su contacto en la AFI al abogdo Facundo Melo, quien le había encargado que llevara una bomba hasta un edificio ubicado sobre la Avenida Callao, entre Arenales y Juncal, el ex domicilio de José Luis Vila, un afiliado a la UCR con experiencia en la AFI y la ex SIDE, además de desempeño en el Ministerio de Defensa durante la Administración Macri.

Los sótanos de la democracia
 

La bomba que no estalló en el edificio donde habitaba un analista de inteligencia gubernamental cercano a Enrique Nosiglia fue tema de Pagni, cuando ocurrió, sin que a nadie le improtara en la comunidad judicial, e inclusive una nota de Mariano de Vedia en el diario La Nación. También sin consecuencias.

El magistrado Villena realizó varios allanamientos y peritajes, comenzandopor Melo y, de pronto, relató Pagni, se encontró con información precisa acerca de una red de actividades ilegales de personal actual de AFI, y en varios teléfonos la fotografía de la foto de la bomba transportada por 'Lechuga' antes de que él la llevara. Esto demostraría que fue una acción no sólo planificada sino consultada y la pregunta es con quién.

Hacia arriba de los allanados -que van desde un ex policía de apellido Araque a un penitenciario de apellido Saéz, y quizás también su hermano-, en la pirámide de la AFI, se encontraban Alan Ruiz y  Darío Biorci, los colaboradores directos de Majdalani (es más: Biorci es cuñado de la ex funcionaria)

La red que aparece en la investigación realizaba tareas diversas de seguimiento y espionaje (intercepción de correos y chats, además de escuchas telefónicas) de una cantidad de dirigentes propios y adversarios, además de gente del fútbol profesional y de la colonia artística.

Pagni se detuvo en María Eugenia Vidal, a quien esta red espiaba. En ese tiempo el ministro de Seguridad bonaerense era el actual diputado nacional Cristian Ritondo, quien tenía motivos para preocuparse porque conocía a muchos de los hombres de la ex SIDE hoy AFI y también a Silvia Majdalani, por haber compartido el espacio de Peronistas PRO.

Ritondo le reveló a Vidal que en investigaciones de la Policía Bonaerense en pandillas diversas, aparecían conexiones con la AFI, tema que Vidal le llevó a Macri y éste le dijo que lo hablara con Arribas y Majdalani, algo que también hizo Vidal, sin éxito.
  
Pagni recordó que hay una causa judicial en lo de Rodolfo Canicoba Corral -magistrado emblemático de Comodoro Py, tan importante para el macrismo pero hoy día rescatado por La Cámpora aunque Alberto Fernández no estaría convencido- que apunta a Majdalani.

Todo muy sucio y también muy incierto pero que obliga a preguntarse: ¿Quién es, en verdad, Mauricio Macri? 

Si todo esto ocurría en sus narices, con responsabilidad directa de personas que dependían directamente de él (Arribas y Majdalani), pero él no estaba enterado, el juicio sobre quién es el ex Presidente será muy diferente a si sucede que él toleraba todas esas ilegalidades porque obtenía algún beneficio a cambio.

Pero si él era quien ordenaba todas las acciones delictivas de la banda de la AFI, surge otro Macri, totalmente diferente al que presentó el marketing de Cambiemos construído sobre el relato de Jaime Durán Barba.

Por lo demás, el Estado delincuente que se presenta detrás de las investigaciones en curso, exige consecuencias para que cese la impunidad.

Es obvio que esta situación beneficia a la Administración Alberto Fernández, en días de cuarentena ilimitada de creciente cuestionamiento por alguna gente, y de economía en crisis.

Pero cometería un grave error la Casa Rosada si decide utilizar desde la política la investigación judicial. La acción más inteligente y eficiente sería presionar para que la Justicia avance hasta las últimas consecuencias.

Resulta que es tan enorme y tan bizarro lo que ha sucedido que espanta por su propio peso, sin necesidad de tergiversaciones ni presiones ni especulaciones. Si prevalece la Justicia no habrá freno en los 'perejiles' y podrá escalarse de tal manera que el detenido Marcelo D'Alessio tenga compañeros más prominentes en su reclusión carcelaria.

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