JUSTICIA

REUNIÓN SECRETA

Los Moyano, CFK, la 'Justicia' y el aura de la Santa Sede

2 poderosos sindicalistas de la Argentina intentando zafar de una causa por corrupción para no ser detenidos y tomando espumante con el juez que debía investigarlos (resguardados, además, por el aura de la Santa Sede, donde nadie los indaga por sus pecados) puede transformarse en la imagen más plena de impunidad. Allí y aquí, el trasfondo es peronista.

En secreto, se habría reunido el juez de Garantías de Avellaneda, Luis Carzoglio, con Hugo y Pablo Moyano, a quienes debía investigar, y les habría dado tranquilidad sobre su situación procesal, según fue denunciado por el programa '4 Días', que conduce Luis Majul y se transmite por 'A24'.

Según dijeron en el mencionado programa, el juez les habría garantizado impunidad mientras tomaban champagne, igual que lo habría hecho el exjuez Norberto Oyarbide mientras preparaba el sobreseimiento de Néstor Kirchner, denunciado por enriquecimiento ilícito en el año 2009.

La reunión secreta, "celebrada" después del mediodía del viernes 9 de noviembre hasta las 19:00 horas, en la zona de Barracas, ocurrió 24 días después de que Carzoglio tomara la decisión de rechazar el pedido de detención de Pablo Moyano, imputado en la causa por asociación ilícita que investiga a la barra brava del Club Independiente por defraudación a los socios.

En el momento del presunto encuentro, Carzoglio todavía era juez de la causa. Fue suspendido recién 25 días después, el 4 de diciembre, por decisión unánime del tribunal de enjuiciamiento de la provincia de Buenos Aires, debido a que se le imputan graves irregularidades en otros tres juicios que tramitó.

Según publicó el diario 'La Nación', el encuentro secreto entre Moyano padre e hijo y Carzoglio será denunciado ante la Justicia federal de la provincia en las próximas horas y el juez podría ser acusado de prevaricato y presunto cohecho.

Las pruebas para corroborar el encuentro se obtuvieron a través de la intervención legal del teléfono de Pablo Moyano en el marco de la investigación por la asociación ilícita. La confirmación de que estuvieron los tres juntos se obtuvo por el seguimiento de las
antenas de sus celulares: los 3 celulares aparecen activos en la misma ubicación durante esas horas.

A la salida del encuentro, Pablo Moyano llamó al secretario general de Independiente, Héctor "Yoyo" Maldonado, otro de los imputados, y le dijo: "Recién salí boludo ( sic). Recién salimos con mi viejo. 5 horas y media. Impresionante. No va a pasar nada. 5 horas y media de reunión. Y champusardo".

El fiscal Sebastián Scalera pidió la detención de Pablo Moyano el martes 9 de octubre y Carzoglio la rechazó una semana después, el martes 16 de octubre. Sin embargo las intervenciones legales al teléfono de Pablo Moyano demuestran que el clan Moyano ya sabía de antemano, no solo que podía venir un pedido de detención, sino que el juez iba a impedir que lo metieran preso.

En el medio, según los investigadores, podría estar el exintendente de Avellaneda Oscar Laborde, actual diputado del Parlasur, y en su momento superior de Carzoglio, ya que el juez fue nombrado director del cementerio de Avellaneda, quien pudo haber sido uno de los dirigentes que propició el encuentro entre los Moyano y Carzoglio.

En la nota "El plan para dar impunidad a Cristina y a Pablo Moyano", el propio Majul habla del "serio y orquestado intento de deslegitimar la figura del arrepentido para voltear la causa de los cuadernos, contaminar todos los juicios de corrupción contra Cristina Fernández y evitar que vayan presos, entre otros, dirigentes complicados en la Justicia como el sindicalista Pablo Moyano"

La causa para desplazar al fiscal Carlos Stornelli sería en ese marco sería la punta del iceberg de una movida más amplia que abarcaría no solo los juzgados federales de la provincia y los despachos de Comodoro Py, sino también a la política: impulsada por figuras del peronismo, que buscan un "borrón y cuenta nueva" para las causas de corrupción que involucran a decenas de exfuncionarios y empresarios presos.

Los abogados de Hugo y Pablo Moyano y el expresidente Eduardo Duhalde estarían en esa línea. Duhalde, en efecto, asumió la defensa de Luis Carzoglio, el mismo que rechazó el pedido de detención del fiscal Sebastián Scalera contra Pablo Moyano y que ahora está suspendido y bajo proceso. 

Además, irrumpió, hace apenas dos semanas, en el despacho de la jueza federal de Lomas, Estela del Carmen Mollo, con la excusa formal de presentarse como el nuevo apoderado de Carzoglio. Mollo es subrogante en la causa de asociación ilícita para defraudar a Independiente, en reemplazo de Carzoglio. Debería firmar cuanto antes la homologación de nuevas declaraciones de los barra-bravas Roberto Pablo "Bebote" Álvarez y Damián Lagaronne como imputados colaboradores o arrepentidos. 

Según interpretó el fiscal Sebastián Scalera, si al final Mollo procede a la homologación de las nuevas declaraciones de Bebote y Lagarrone, la situación de Pablo Moyano, como jefe de la asociación ilícita para defraudar a los socios de Independiente, sería insostenible. Y entonces sí debería ser detenido.

La "visita" de Duhalde quizás haya tenido algún efecto en el ánimo de la doctora Mollo: El 28 de febrero pasado, la magistrada rechazó el pedido de cese de prisión preventiva de Bebote Álvarez. También se negó a recibirlo en persona junto a su abogado. Al mismo tiempo, tomó dos decisiones que involucran al fiscal Scalera. Una, a favor del avance de la causa: rechazó el pedido de Daniel Llermanos, abogado de los Moyano, de recusar al fiscal. Y otra en contra: demoró su decisión de homologar a Álvarez y Lagaronne como arrepentidos. 
La jueza adujo que el expediente es demasiado complejo y voluminoso como para tomar una determinación en un sentido o en otro.
Scalera analiza iniciarle una causa por la "ostensible demora" procesal. 

Pero Mollo justificó la demora y luego se tomó una nueva licencia, cuando no se habían cumplido dos meses de la última. 

Ahora todo está en manos del juez subrogante que la reemplaza, Gustavo Gaig. "El lento avance de la causa en la que podría quedar detenido Pablo Moyano se explica, entre otras cosas, por las presiones de los sindicalistas a los jueces de la provincia, la mayoría de ellos designados por el peronismo mientras Daniel Scioli era gobernador.

A ello se suma el mencionado encuentro entre Hugo y Pablo Moyano y el mismísimo Carzoglio.

El teléfono del presidente de Independiente se activó en esa zona el viernes 9 de noviembre del año pasado en dos oportunidades: a las 16 con 46 minutos y a las 18 con 52 minutos. El de Pablo fue usado a las 18 horas con 22 minutos. Fue para atender una llamada del secretario general del Suteba, Roberto Baradel, pero el que al final tomó el aparato y lo saludó fue el propio Hugo Moyano. 

Según destacó Majul, "la imagen de dos de los sindicalistas más poderosos de la Argentina intentando zafar de una causa por corrupción para no ser detenidos y tomando un espumante con el propio magistrado que los debía investigar" impactarían en Cristina Fernández además del propio Moyano.

Mientras 'Clarín' escracha a Pablo Moyano en su tapa, donde lo califica de "el diablo" que "juega de local en el Vaticano", en referencia a las 3 visitas que hizo ya a Bergoglio desde que es Papa. 

"El de esta semana fue su tercer viaje al Vaticano. Al menos visitas documentadas con fotos, sonrisas y besos", sostiene Gonzalo Abascal.

Allí no lava culpas. 

Según recuerda Abascal, el primer encuentro fue 2 meses después de la elección de Bergoglio como Papa: el 29 de mayo de 2013, cuando Pablo Moyano aseguraba que el Papa era "peronista y camionero".

El 8 de noviembre de 2017 volvieron a verse. Según dijo entonces el dirigente, el Papa le había preguntado por su padre, y él respondió: "Estamos luchando contra la reforma laboral". 

Este lunes el gremialista llegó invitado y acompañado de otros sindicalistas de reconocida pasión kircherista, Juan Pablo Grey, secretario de Aeronavegantes; Julio Sosa, de La Fraternidad, y Sergio Sánchez, de Peajes. También por Gustavo Vera, secretario y vocero todo terreno de Francisco. Los recibió el obispo Marcelo Sánchez Sorondo, el mismo que hace un año se fotografió junto a Hugo Moyano en la presentación de una 'Red Nacional Antimafias'. 

Pablo Moyano aprovechó para disfrutar del reiterado privilegio y disparó al Gobierno, desde los jardines del Vaticano, donde nadie le pregunta por sus pecados.

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