JUSTICIA

"HOMICIDIO PREMEDITADO" Y "ALEVOSÍA"

Crimen de Gesell: Dictan prisión preventiva para los 8 rugbiers acusados

Un día después de la audiencia preliminar en la que participaron las dos partes, el juez de Garantías David Mancinelli resolvió a favor del pedido de prisión preventiva que había pedido la fiscal del caso, Verónica Zamboni, para los 8 rugbiers acusados. El magistrado sumó el agravante de la alevosía a la calificación de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, lo que complica aún más a los jóvenes acusados.

El juez de Garantías David Mancinelli resolvió este viernes (14/02) a favor del pedido de prisión preventiva que había pedido la fiscal del caso, Verónica Zamboni, para los 8 rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa. El magistrado les sumó el agravante de la alevosía a la calificación de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, lo que complica aún más a los jóvenes acusados.

De este modo, el pedido de la defensa de los jóvenes, a cargo del abogado Hugo Tomei, de un arresto domiciliario quedó denegado.

La querella, a cargo de los abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola, había pedido que a la acusación se sumen los agravantes de "alevosía" y "homicidio por placer".

Es probable que tras esta decisión, los rugbiers sean trasladados a otro penal como la Unidad Nº57 de Campana, una cárcel inaugurada en 2019 para jovenes de 18 a 21 años que atraviesan su primera prisión preventiva o condena.

Máximo Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19) están acusados de ser "coautores" del crimen; y Blas Cinalli (18), Luciano (18) y Lucas Pertossi (20), Enzo Comelli (19), Matías Benicelli (20), y Ayrton Viollaz (20), fueron considerados por la fiscal como "partícipes necesarios".

El lunes pasado habían sido liberados Juan Pedro Guarino y Alejo Milanessi, por falta de pruebas en su contra. De todos modos, siguen implicados en la investigación.

Cabe recordar que ayer se llevó a cabo una audiencia preliminar de la que participaron ambas partes. Si bien los acusados no tenían obligación de hacer declaraciones, sólo uno de ellos habló y dijo que "ninguno de nosotros quiso que pasara lo que pasó".

 

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