CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El caso IBM-Anses fue el segundo caso resonante de coimas de la multinacional IBM en su contratación con el Estado en la década menemista.
CORRUPCIÓN IMPUNE
Se caería causa de sobornos IBM-ANSES
No hubo juicio oral por el resonado caso IBM-Banco Nación. Ahora otro de los juicios por los millonarios contratos que firmó el Estado con la multinacional IBM durante el menemismo podría seguir la misma suerte. Pasados 16 años, una batería de pedidos de nulidad y prescripción podrían hacer caer la investigación de los supuestos sobornos.
El primero fue con el Banco Nación por la informatización de sus sucursales en el país por un valor de $ 250 millones que finalizase en el 2010 en el marco de un juicio abreviado en el que los acusados de haber realizado pagos de sobornos han admitido sus culpas, se ha decomisado el dinero y se han otorgado leves penas para los acusados (luego apeladas pese al acuerdo firmado con la Fiscalía). No hubo, sin embargo, juicio oral donde desfilaran testigos y se ventilaran los hechos. Todo se arregló puertas para adentro.
Ahora le toca el turno a aquel segundo caso de corrupción de IBM en la argentina. La investigación, que lleva 16 años para determinar si se pagaron sobornos en el contrato que firmó la Anses con la empresa IBM para actualizar un sistema informático por $ 60 millones, también podría quedar en la nada.
Con ese contrato, IBM lograría sin la correspondiente licitación pública, un millonario contrato con el Estado "para satisfacer las necesidades informáticas globales de la Anses y del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social". La empresa M&W, que nunca prestó los servicios para los cuales fue contratada, fue el vehiculo para "hacer efectivo el pago corrupto", concluyeron oportunamente los camaristas.
Igual que en los expedientes en los que se investigaron los negociados de IBM con el Banco Nación y con la DGI, en este caso aparece una empresa subcontratista de la multinacional que sirvió para canalizar las coimas, según constancias judiciales.
En este caso, la empresa se llama Management & Work (M&W) y fue fundada por Moschini y su amigo Massholder en 1990, cuando ambos se desempeñaban como funcionarios del área informática del desaparecido Instituto Nacional de Previsión Social.
"Moschini, en su calidad de funcionario público, en fecha no determinada con exactitud (pero durante 1994), habría aceptado directamente de Massholder e indirectamente de diversas personas pertenecientes a IBM Argentina SA la promesa de recibir dinero a cambio de hacer valer la influencia derivada de su cargo ante otros funcionarios públicos", consignaba el auto de procesamiento.
Ahora son 14 los acusados que deben enfrentar el juicio oral y público que comenzó hace 2 semanas, entre los que se encuentran ex funcionarios de la Anses y ex ejecutivos de IBM, entre estos últimos, muchos de los procesados en su momento por el caso IBMN-Banco Nación, ante el Tribunal Oral Federal N° 3, a cargo de los jueces Miguel Pons, Gerardo Larrambebere y Guillermo Gordo.
El tribunal tiene frente a si una batería de pedidos de nulidades y prescripciones por el paso del tiempo, que podrían tener acogida favorable. Lo que podría declararse nulo, de acuerdo con las fuentes, es justamente la acusación de cohecho. De ser así, el proceso se interrumpiría de inmediato y el caso se caería, publica La Nación.
Mañana (10/03) se reanudará el juicio oral y se conocerá la resolución del tribunal.
Antecedentes
El caso IBM-Anses fue originalmente investigado por el juez federal Jorge Urso con la intervención del fiscal Juan Carlos Cearras, tras las revelaciones del anterior escándalo protagonizado por IBM con el Banco Nación por más de US$ 200 millones. En ese caso, los acusados se declararon culpables, aceptaron cumplir penas en suspenso y devolver $ 18 millones, de los supuestos US$ 21 millones que se habrían pagado como sobornos.
El expediente por el contrato con la Anses se inició el 29 de abril de 1996 por un hecho ocurrido en 1994. Según el auto de elevación a juicio, en febrero de ese año, quien era subgerente de sistemas de la Anses, Roberto Moschini, aceptó directamente de su amigo y ex funcionario Juan Alberto Massholder la promesa de recibir dinero a través de la empresa contratista Managemet & Work, para contratar de manera directa a IBM la actualización de sus sistemas.
La hipótesis del juez que procesó, de la Cámara Federal que confirmó los procesamientos y del fiscal que elevó el caso a juicio es que a través de la subcontratista Managemet & Work, que no realizó trabajo alguno, se habría canalizado el pago de sobornos. El contrato era por US$ 60 millones y las coimas habrían ascendido a $ 296.000 convertibles en dólares en ese momento.
Según publica La Nación, el auto de elevación a juicio relata que Moschini aceptó de Massholder directamente e indirectamente de directivos y ejecutivos de IBM la promesa de recibir dinero y de subcontratar a Managemet & Work a cambio de hacer valer su influencia sobre otros directivos de la Anses para otorgarle el contrato a IBM de manera directa.
De acuerdo con la acusación, Managemet & Work sirvió de canal a través del cual se derivó el pago de del soborno prometido a Moschini, por unos $ 299.459,04. Ese monto habría sido entregado a Moschini a través de su hijo Roberto, apelando a la empresa, dice el auto de elevación a juicio.
Con estos elementos, el 22 de febrero pasado se inició el juicio oral donde comparecieron Moschini, Octavio Rossi, Julio Juan José Leguiza y Alberto Cisilino, todos de la Anses; Gustavo Soriani, Jorge Siri, Alberto Minazzoli, Eduardo D' Alessandro y Jorge de la Calle, por IBM Argentina, y Massholder, Miguel Joskowicz, Ramón Guzzo y Roberto Moschini por las empresas contratistas.
Pero apenas iniciado el debate y leída la acusación los imputados descargaron una andanada de pedidos de nulidad y de prescripción por el paso del tiempo, siendo la pena máxima para el delito que se les imputa de 6 años, ya se habría cumplido casi 3 veces desde el momento de la comisión del supuesto delito.
Argumentos
> La causa comenzó a investigarse en 1995, con una denuncia por defraudación a la administración pública del entonces interventor de la Anses, Alejandro Bramer Markovic. Desde ese momento, el juez federal Jorge Urso procesó a Moschini, subgerente general de informática de la Anses, a su amigo y ex funcionario del organismo Massholder y a otros siete acusados, entre los que se destaca Gustavo Soriani, vicepresidente de IBM. La Cámara confirmó esas decisiones en 1998.
> El juicio comenzó semanas atrás con la lectura de la acusación. Luego los abogados defensores plantearon diversas nulidades a estudio del Tribunal Oral Federal 3, el mismo que homologó el acuerdo entre la fiscal Sabrina Namer y los acusados del escándalo IBM-Banco Nación.
> Hay 14 procesados por negociaciones incompatibles con la función pública y cohecho.
> Además de los Moschini y Massholder, entre los acusados están el ex vicepresidente de IBM Gustavo Soriani y tres ex directivos de la ANSeS: el ex gerente de Contrataciones Octavio Rossi; el ex subgerente general de Administración Juan José Leguiza y el ex director ejecutivo Arnaldo Cisilino.
> Hugo Juvenal Pinto, por la defensa de Soriani, planteó que se había violado el derecho de su cliente a ser juzgado en un plazo razonable y sin dilaciones indebidas, considerando que pasaron 17 años desde que ocurrieron los hechos denunciados. Recogió así precedentes de la Corte Suprema de Justicia que reconocen ese derecho. Pidió además que el caso sea declarado prescripto y la nulidad del requerimiento de elevación a juicio de la fiscalía y de la querella.
> La abogada Daniela Grisetti, por la defensa de Minazzoli, argumentó la misma violación y mencionó un fallo de la Cámara de Casación de hace un mes, que lo reconoce en otro caso.
> Lo mismo hizo Marcelo Nardi por la defensa de Martínez y de Siri y Mauricio Longin D'Alessandro por su cliente.
> Adhirió el abogado Carlos Daray, por De la Calle, y el letrado Balabán por Moschini.
> La fiscal de juicio Sabrina Namer y la querella por la Anses, a cargo de Marcelo Mónoca y Gabriel Quintana Landeau, se opusieron a estas nulidades y pedidos al sostener que se trató de un caso complejo que requirió tiempo para su tramitación y que los planteos eran extemporáneos y ya resueltos.