REVOLUCIÓN EN LIBIA

Alfil x Alfil: Los rebeldes hacia Sirte, y Gadafi cierra el cerco en Al Zauiya

La batalla por el control de Al Zauiya, una ciudad clave de Libia -donde hay una plataforma de exportación de crudo y antes de la revuelta se producían 120.000 barriles de petróleo al día-, se ha recrudecido tras dos días de duros enfrentamientos y los tanques del dictador han cercado por completo la ciudad. Además, prosiguen los combates en Ras Lanuf, al suroeste, donde los rebeldes se mantienen en el poder.

Fuerzas gubernamentales libias lanzaron el sábado 05/03 un segundo ataque contra la ciudad occidental de Zauiyah después de que los rebeldes les repelieran por la mañana en un intenso enfrentamiento, mientras en el este, los opositores a Muamar Gadafi avanzaban hacia su ciudad natal.

 
"La lucha se ha intensificado y los tanques están disparando contra todo a su paso. Han bombardeado casas. Ahora están disparando contra una mezquita donde se están escondiendo cientos de personas", dijo Abu Akeel, un vecino de Zauiyah, a Reuters. "No podemos rescatar a nadie por lo intenso del bombardeo", declaró.
 
Otro vecino de la principal plaza dijo a Reuters por teléfono: "El ataque ha empezado. Veo más de 20 tanques". De fondo podían escucharse disparos.
 
Se trataba del segundo intento de las fuerzas de Gadafi para hacerse con el control de la ciudad en cuestión de horas. Los rebeldes repelieron un ataque matutino en el que según algunos vecinos las fuerzas gubernamentales habían disparado ráfagas explosivas contra civiles y arrastrado a gente fuera de sus casas.
 
"Capturamos 3 APCs, dos tanques y una camioneta después de una hora y media de enfrentamiento", dijo a Reuters Yusef Shagan, el portavoz de los rebeldes en Zauiyah, a 50 kilómetros al oeste de la capital, Trípoli, tras la primera batalla.
 
Libios opuestos a los 41 años de gobierno de Gadafi han estado luchando contra sus fuerzas en Zauiyah durante más de una semana, después de que los rebeldes se hicieran con el control de franjas del este de Libia en un levantamiento inspirado en el derrocamiento de los líderes de Egipto y Túnez este año.
 
Algunos habitantes dijeron que las fuerzas de Gadafi irrumpieron en edificios residenciales y mataron a vecinos para despejar los tejados para los francotiradores.
 
Un médico de Zauiyah dijo a Reuters que al menos 30 personas, en su mayoría civiles, habían muerto durante los enfrentamientos de la mañana del sábado 05/03, elevando a 60 los muertos después de dos días de batallas por el control de la ciudad costera.
 
Una periodista de la televisión británica Sky dijo que había visto a ocho soldados muertos y cinco vehículos blindados ardiendo en la plaza central. 
 
Zauiya, a 50 kilómetros de la capital, Trípoli, y en dirección a la frontera tunecina, es un frente clave en la guerra libia por su ubicación a las puertas de la capital, aún en manos del régimen, y por albergar una refinería. 
 
Otras fuentes citadas por The New York Times hablan de una "masacre" tras el choque de las fuerzas gubernamentales y los rebeldes. 
 
"El ataque ha empezado. Veo más de 20 tanques" ha afirmado un residente de Zauiya por teléfono a Reuters. Según testigos de la BBC, la ofensiva de las fuerzas de Gadafi ha venido precedida por la llegada de los tanques desde el oeste y este de la ciudad y la toma de posiciones desde lo alto de edificios a la entrada.
 
Al menos 35 carros de combate se han desplazado para tratar de sitiar la ciudad. 
 
"No tienen salida" ha manifestado uno de los oficiales de las brigadas pro-Gadafi en declaraciones recogidas por la televisión. 
 
Al Jazeera estimó en más de 200 los muertos por la contraofensiva en Zauiya, según la información obtenida de fuentes médicas. 
 
Solo el viernes 04/03, entre 30 y 50 personas perdieron la vida, en su mayoría milicianos rebeldes.
 
Otro vecino de Zauiya citado en esta ocasión por AFP dijo: "Reza por nosotros", antes de que se interrumpiese la comunicación. 
 
También desde Zauiya, Abu Akeel, contactado por Reuters, ha señalado que los tanques están disparando a todo lo que se pone por delante. "Ahora están bombardeando una mezquita donde hay gente escondida". 

"No podemos rescatar a nadie porque el bombardeo es muy fuerte", ha indicado a la agencia de noticias. 
 
Un portavoz rebelde, Youssef Shagan, ha manifestado que los 2 ataques dirigidos por las fuerzas de Gadafi durante esta jornada, uno por la mañana y otro en la tarde, han sido repelidos.
 
Los insurgentes se habían levantado 1 semana atrás y su conquista se consideraba clave para debilitar al dictador desde la parte occidental. 
 
Sin embargo, las fuerzas de élite seguían controlando las carreteras y los caminos de ese lado de la costa y desde allí lanzaron una incursión hasta el centro de la ciudad.
 
Al este y tras tomar las tropas rebeldes el control de Ras Lanuf el sabado 05/04 no había rastro de las tropas leales al dictador. 
 
Los rebeldes aseguraban a primera hora que habían continuado su avance hacia la capital y que habían conquistado la ciudad de Bin Jawad, a 525 kilómetros de Trípoli, información desmentida después. 
 
En una demostración de fuerza, grupos rebeldes han enseñado a los reporteros desplazados hasta Ras Lanuf los restos de un caza del régimen derribado. 
 
Según ha informado el periodista de Reuters, los milicianos presentes en la zona han mostrado el pasaporte del piloto, según su versión, de origen sudanés. 

Rebeldes en Ras Lanuf
 

 
 
Con el objeto de liberar Bin Hawara, varios cientos de milicianos rebeldes salen desde Ras Lanuf, unos 50 kilómetros al este. Van a bordo de más de cien vehículos: coches particulares, todoterrenos, furgonetas y pequeños camiones. Llevan pistolas, ametralladoras, kalashnikovs, baterías antiaéreas y demás artillería. 
También muestran la bandera de la independencia libia de 1951. Se comen los kilómetros al grito de "¡Alá es grande!" y hacen la señal de la victoria mientras asoman por las ventanillas sus armas con aire festivo.

En el patio de un colegio de Ras Lanuf se viven momentos de nervios y tensión poco antes de que la gran caravana se ponga en marcha. La bandera libia, verde lisa, que estaba pintada en el acceso al centro, ha sido tachada con espray rojo. Junto a ella han escrito la fecha del comienzo de la revolución: 17 de febrero. 

Muchos manipulan armas dejando claro que no lo han hecho nunca. A uno se le dispara y, de manera milagrosa, no hiere a nadie. Otros queman la goma de los neumáticos nerviosos por comerse el frente. Gritos y carreras. En el patio del colegio hoy no se juega a la guerra, se prepara la guerra de verdad.

La intención de los insurgentes es ganar terreno a lo largo de la costa mediterránea, donde están los principales núcleos urbanos. Su plan es intentar tomar Sirte, la ciudad natal de Gadafi, donde la oposición no tiene tanto predicamento como en el este. Algunos no descartan incluso poner el marcha un plan de ataque a esta ciudad por el oeste, del que se encargarían rebeldes llegados desde Misrata, y por el este, con los insurgentes que avanzan desde Ras Lanuf.

"Todo el que tenga armas pesadas que avance hacia el frente", se escucha a través de los altavoces de un vehículo tipo 'pick up' rojo en medio de la carretera que va de Ras Lanuf a Bin Hawara. Algunos lo más pesado que tienen es un machete. Unos cientos de metros más allá una quincena de rebeldes hace una parada, dejan tres kalashnikovs en la tierra y empiezan a rezar. Un par de hombres van a pie por el arcén, tan tranquilos. Quedan 40 kilómetros para Bin Hawara.

En un pequeño autobús convertido en improvisada ambulancia va un equipo médico. No llevan más que material de primeros auxilios, pero les empuja toda la ilusión del mundo. 

"Vamos camino de Trípoli", afirma el doctor Abdelkader Birruín, de 25 años, refiriéndose a la capital, a más de 600 kilómetros. 

"Nunca nos detendremos, como dijo Omar El Mojtar", insiste recordando al mítico guerrillero ajusticiado por los italianos el siglo pasado. "No tenemos miedo a morir", y se queda mudo de la emoción.

Bin Hawara se halla a 50 kilómetros de Ras Lanuf, el último enclave petrolero liberado por los rebeldes del poder central de Trípoli. Por la tarde ondeaba la bandera revolucionaria. "Somos todos una familia y celebramos la toma de la ciudad", explica Hassán, de 60 años, en un cruce de carreteras a la salida de Ras Lanuf en el que decenas de rebeldes se preparaban para ir al frente. 

"Estas son las ratas, estos son los drogadictos", añade sin poder contener las lágrimas, señalando a los jóvenes que le rodean por los calificativos que reciben de Gadafi los que se han unido a la revolución.Unas horas después, un avión del Ejército sobrevuela Ras Lanuf con un ruido ensordecedor. A la altura de la refinería fue alcanzado por las defensas rebeldes y cayó al desierto. Los rebeldes aseguran que los pilotos eran sirios según la documentación que les han intervenido.