El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, ha estimado que el recorte de US$ 60.000 millones aprobado por la Cámara de Representantes para el presupuesto federal estadounidense podría reducir el crecimiento de la economía estadounidense y provocar la pérdida de 200.000 puestos de trabajo en los próximos 2 años.
¿QUIÉN COMPRARÁ BONOS DEL TESORO CUANDO LA FED NO LO HAGA?
30/06, fecha clave en el futuro de Obama
El final de los estímulos financieros de la Reserva Federal es un momento muy delicado de la economía estadounidense pero también de las finanzas globales: ¿caerá la cotización de los bonos federales, nudo de la paridad cambiaria y de la capacidad de financiación de USA? Se acerca el 30/06, una jornada muy especial... y con el precio del crudo amenazando la recuperación en tiempos preelectorales.
La primera vez que petróleo y recesión fueron de la mano fue en 1973 y 1974, cuando la OPEP cerró el grifo del crudo para los países que habían apoyado a Israel en la guerra del Yom Kippur.
Desde entonces, crudo ha tenido un papel más o menos protagonista en las grandes crisis económicas (ver gráfico). Es obvio, que no ha sido el único detonante en las últimas recesiones, pero también ha estado ahí. De hecho, la última crisis financiera estuvo acompañada por la escalada más alta de los precios del petróleo en el verano de 2008.
En la actualidad, la situación parece bastante controlada dado que la inestabilidad se centra en Libia y el petróleo está en niveles manejables (el West Texas Intermediate se situó en el entorno de los US$ 99 el barril). Por ello, todavía es pronto para hacer saltar las alarmas sobre una posible recesión, pero las siguientes semanas son claves y habrá que estar atentos a cómo evolucionan los acontecimientos.
Los expertos coinciden en que si la inestabilidad continúa en los países árabes, el precio del crudo seguirá escalando y sus consecuencias pueden ser fatales. Así pues lo que ocurra en el mundo árabe marcará el devenir de la economía.
¿Qué nivel de precios es peligroso?
Aquí las opiniones son variadas.
La consultora Ernst & Young asegura en uno de sus últimos informes que si el precio del barril de petróleo alcanza los 150 dólares, la zona euro se situará de nuevo al borde de la recesión, al crecer sólo un 0,6% en 2011 y 2012.
Un informe de Fidelity avisa de que no se puede descartar "a la ligera" que las revueltas populares se extiendan a países petrolíferos clave como Arabia Saudí. De hecho, remarca que cientos de saudíes se han sumado a una campaña en la red social Facebook para celebrar un "día de la ira" el 11 de marzo, aunque está por ver si estas protestas se materializan finalmente.
A juicio de Juan Ignacio Crespo, director europeo de Thomson Reuters, sin embargo, en estos momentos para que USA volviera al terreno negativo, arrastrando al resto de economías, el petróleo se tendría que ir más allá de los US$ 200 el barril y esto, a priori, no está entre los escenarios más probables.
De cualquier forma, las próximas semanas nos desvelarán estas incertidumbres. Y para quienes quieran ir valorando la situación, los analistas de Société Générale calculan que por cada 20 dólares que suba el precio del barril desde los niveles actuales, el PIB de la economía mundial perderá un 1%.
¿Cómo se traslada la subida del petróleo al resto de la economía?
Por un lado, "los precios energéticos están impulsando la inflación y eso se traduce en que los ciudadanos también tienen menos poder adquisitivo y, por lo tanto, cae la demanda", explica Crespo.
Pero, además, "la inflación también repercute en los resultados de las empresas, que sufren mayores costes en energía [un coste prácticamente inelástico] y no lo pueden trasladar completamente en los precios ante la caída del consumo", añade Crespo.
Además, "si la inflación se desboca las autoridades monetarias pueden subir los tipos, poniendo un freno más a la economía", concluye Crespo.
En el escenario más pesimista todos estos ingredientes podrían hacer volver al fantasma de la recesión. El propio Bern Bernanke, presidente de la Reserva Federal, ha admitido que en el peor de los casos el alza del crudo pasará factura a la economía.
Ahora, si el recorte presupuestario que piden los republicanos tendría ese efecto, en el marco de lo que ya se mencionó sobre el petróleo, ¿qué decir del final del subsidio llamado Quantitative Easing II?