INVITACIÓN FORMAL

AMLO intenta involucrar al Papa y el EZLN en una amnistía

El sábado 14/07, la coordinadora del proceso de pacificación de la futura Administración López Obrador, Loretta Ortiz, aseveró que el papa Francisco participaría, vía virtual, en los foros que se celebrarán en agosto para analizar la propuesta de ofrecer amnistía a los criminales como forma de acabar con la violencia. No obstante, el Vaticano desmintió: "La noticia de que el Santo Padre participará en esta conferencia no tiene fundamento", dijo española Efe el portavoz del Vaticano, Greg Burke. Ahora, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), invitó formalmente al papa Francisco a participar de manera remota en los foros que buscan la pacificación del país: "Con motivo de su calidad moral y espiritual por el bien común y la paz, me permito extenderle una cordial invitación para acompañar el proceso de foros de escucha por la pacificación del país y la reconciliación en México", dice la misiva entregada en la Nunciatura Apostólica en México.

Andrés Manuel López Obrador intenta corregir su paso en falso con el papa Francisco.

"Sería un privilegio para mí y para todos los mexicanos poder contar con su participación remota a través de los medios electrónicos de su preferencia en la fecha que mejor le acomode a su Santidad en el curso de los siguientes cuatro meses", escribió en su invitación formal al pontífice de los católicos apostólicos romanos.

A su vez, AMLO envió una carta al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), expresando su disposición al diálogo.

En entrevista radiofónica en San Cristóbal de las Casas (Chiapas), el sacerdote católico Alejandro Solalinde informó que será él quien haga llegar la misiva a los zapatistas.

Antes, los zapatistas señalaron que no se sumaban al proyecto de AMLO.

En un comunicado, el EZLN convocó a sus seguidores a un Encuentro de Redes de Apoyo al Concejo Indígena de Gobierno y se desmarcó de la nueva administración “No, nosotras, nosotros, zapatistas, NO nos sumamos a la campaña por el bien de todos, primero los huesos. Podrán cambiar el capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo”.

Ahora apareció en escena el cura Solalinde.

Buscando darle volumen a su iniciativa, AMLO necesita el apoyo del Vaticano.

AMLO, en tanto, sigue concentrando las decisiones: desde la Presidencia se coordinarán 32 delegados federales que serán sus representantes políticos, una medida de austeridad que elimina los delegados federales que cada dependencia tenía en cada Gobernación, y que cambiará el convenio de coordinación fiscal mediante el cual el gobierno entregaba recursos a los estados a través de los coordinadores, minando el federalismo.

Además, la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda concentrará todas las compras gubernamentales, con el propósito declarado de eliminar la corrupción. Ninguna secretaría de Estado volverá a tener autonomía de gasto.

Y desaparecerán todas las oficinas de comunicación social del gobierno federal, para que toda la información, así como el mensaje gubernamental, se difunda desde un único despacho en Palacio Nacional, bajo la responsabilidad de César Yáñez, quien ha sido su sombra durante años. También serán centralizados los órganos de inteligencia civiles en la nueva Secretaría de Seguridad Pública. La unidad de inteligencia financiera será incorporada a la Secretaría de Hacienda.

Pero AMLO precisa conseguir una aprobación externa a su desafío.

Aquí la crónica de Andrés Beltramo Álvarez desde Ciudad del Vaticano para Vatican Insider/La Stampa:

“Como es de su conocimiento México vive una crisis de seguridad no vista desde los tiempos posrevolucionarios”. Con esas palabras inicia la primera carta escrita por el virtual presidente electo de México al Papa. En ella, Andrés Manuel López Obrador reconoce la calidad moral y espiritual de Francisco, “por el bien común y la paz”. Por eso lo invita formalmente a acompañar los foros de escucha por la pacificación y reconciliación del país.

La misiva, a la cual tuvo acceso el Vatican Insider, está fechada este 16 de julio de 2018 y lleva el sello de aceptada de la Nunciatura Apostólica de la Ciudad de México. Va firmada por López Obrador como “candidato presidencial triunfador, Estados Unidos Mexicanos”. Dirigida específicamente al líder católico, incluye un “con copia” a Franco Coppola, nuncio apostólico en México.

“Los índices de violencia posicionan al país en niveles históricos y nos ubican entre los países más inseguros del mundo”, indicó el texto.

Y agregó: “El 1ro. de julio del año en curso, millones de mexicanos salieron a votar de manera ejemplar para lograr la 4ta. transformación del país por la vía democrática y de manera pacífica. Consiguientemente, en virtud del mandato popular conferido en mi persona como candidato presidencial triunfador, honraré mi promesa de campaña de realizar consultas a las víctimas, a la ciudadanía, organizaciones internacionales, a la sociedad civil, a líderes religiosos y expertos para explorar todas las alternativas viables para lograr la pacificación y reconciliación del país”.

Más adelante destacó la “calidad moral y espiritual” de Jorge Mario Bergoglio, “por el bien común y la paz”. Con esa base, le extendió una “cordial invitación” para acompañar “el proceso de foros de escucha por la pacificación del país y la reconciliación en México”.

“Para el próximo gobierno de México tendrá un gran valor contar con el conocimiento de las mejores prácticas y directrices que puedan ser aplicables al contexto de nuestro país y de nuestra sociedad”, ponderó.

A reglón seguido, estableció: “De tal manera, sería un privilegio para mí y para todos los mexicanos poder contar con su participación remota a través de los medios electrónicos de su preferencia en la fecha que mejor le acomode a su santidad y en el curso de los siguientes cuatro meses”.

Esta carta es, en realidad, la primera invitación formal extendida al Papa para solicitar su involucramiento en los foros de paz, previstos para los días 7 de agosto y 24 de octubre próximos. Se trata de encuentros en los cuales se le dará voz especialmente a las víctimas de la violencia y la delincuencia en los últimos años. A sus familiares, a quienes trabajan en la contención y en el cuidado humano de los involucrados. Pero también se escuchará a todos aquellos que tengan algo que aportar: líderes sociales, políticos y religiosos.

Desde hace muchos meses, López Obrador manifestó su deseo de involucrar a Francisco en la iniciativa. Y su equipo más cercano buscó la forma de hacerlo realidad. El primer enlace entre los entornos del virtual presidente y del obispo de Roma se estableció gracias a Carlos Cruz, activista mexicano independiente y líder de la organización Cauce Ciudadano. Pero ese contacto debía formalizarse, y seguir los protocolos del Vaticano. Antes de que esto pudiese verificarse Loretta Ortiz, coordinadora del proceso de pacificación del próximo gobierno, confirmó a la prensa que la participación papal estaba confirmada y que sería vía electrónica.

Sus palabras pusieron en marcha un mecanismo mediático que culminó en una desmentida del portavoz de la Santa Sede, Greg Burke, quien precisó: “La noticia de que el santo padre participará en la conferencia no tiene fundamento”. Los medios mexicanos presentaron estas palabras como si el Vaticano hubiese desmentido a López Obrador, aunque los términos no eran exactamente esos.

La misma Loretta Ortiz aclaró que la participación del Papa no estaba confirmada oficialmente y que a ella “le ganó la ansiedad” por saber que existía una posibilidad concreta de efectivizar este deseo. Por eso, lo que el protocolo establecía era hacer la invitación formal, seguir los procesos vaticanos y obtener una confirmación formal, todo esto antes de hablar con la prensa. A final de toda la historia, ella insistió en mantener la voluntad para la participación del líder católico.

Por eso, Carlos Cruz, decidió sobrevolar la polémica local y recordó que, “en este momento lo más importante es la paz en México y los aportes del Papa son fundamentales para que se logre”. De ahí que anticipó: “Se harán las gestiones oportunas y por los canales formales, respetando siempre la institución Vaticano y el gobierno electo”.

Y apuntó: “El Papa siempre se ha involucrado en procesos por la paz y por eso, en la audiencia, le pedimos que pudiera acompañar el proceso para reconstruir la paz para México, lo dejamos como una invitación y un deseo posible. Quizás se tuvo una gestión anticipada, pero es importante esperar a los procesos institucionales del Vaticano. Respetamos y valoramos enormemente la calidad humana del Papa en la lucha por la paz y la atención de las personas más desprotegidas”.

Dejá tu comentario