DUERMEN EN PLAZAS

En fotos: Colombia colapsa por la inmigración de venezolanos

Mientras que el Presidente Nicolás Maduro celebra la victoria de las elecciones municipales que se celebraron la semana pasada en Venezuela, cientos de personas en un intento desesperado por huir de la crisis que agobia al país caribeño, cruzan la frontera al país más cercano: Colombia, que está colapsado por la llegada masiva. Los venezolanos llenan los hospitales, las calles y algunos han llegado al extremo de pernoctar en las plazas.

Colombia y Venezuela comparten un poco más de 2 mil 200 kilómetros de frontera, es la nación “vecina” y la salida más rápida que han tomado los venezolanos para huir de la profunda crisis que agobia a su país. Según estadísticas oficiales de Colombia, este fenómeno social se convirtió en la migración más alta de su historia.
 
Pese a que la oficina de Migración Colombia tiene reportados 40.000 venezolanos viviendo legalmente y calcula que estén 60.000 irregularmente, una investigación liderada por el sociólogo y experto en migración venezolana, Iván de la Vega, realizada con colegas y alumnos del Laboratorio Internacional de Migraciones (LIM), revela que son 900.000 los venezolanos (incluyendo los que tienen doble nacionalidad) lo que equivale al 1,8 por ciento de la población colombiana, los que han llegado al país en los últimos años, aseguran que ha sido por el efecto de la llamada ‘revolución bolivariana’ y la crisis social en Venezuela. 
 
Este éxodo se percibe fácilmente no solo en las principales capitales, donde a diario se mueven miles de emigrantes, trabajando, estudiando o en busca de empleo, sino en el Caribe, donde ya hay municipios con más venezolanos que colombianos.
 
El informe, realizado con información del Banco Mundial, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de organizaciones de venezolanos, da cuenta que Colombia es, entre 98 países, el principal receptor de este éxodo, muy lejos de Estados Unidos y España, que ocupan el segundo y tercer lugar. 
 
Por ende, hay sectores del país que han colapsado, por ejemplo, los municipios fronterizos de Norte de Santander como Tibú, Villa del Rosario, Cúcuta y Puerto Santander siguen recibiendo en sus centros de salud a cientos de pacientes venezolanos. Esto acarrea un gasto extra para el estado colombiano, pero también para el mismo personal que labora en estos espacios. 
 
En el reporte que hacen las diferentes  Ese al Instituto Departamental de Salud (IDS),  indica que el número de atenciones a venezolanos superó las 12 (un promedio de 36 por día durante el 2017). 
 
En el reporte del IDS indican que reciben sobre todo menores de 5 años, y la mayoría de las asistencias médicas están relacionadas con eventos por traumatología, enfermedades renales y pacientes con padecimientos oncológicos, tanto adultos como niños.
 
Solamente en Cúcuta, en el Hospital Universitario Erasmo Meoz (Huem) han atendido a más de siete mil venezolanos durante este año. En esta cifra entran solo los pacientes recibidos hasta mediados de noviembre. 
 
Estas atenciones representan una inversión de 8 mil millones de pesos que el Gobierno no ha cancelado a este centro de salud. Hilda Mercedes Ruiz, representante del comité de usuarios ante la Junta Directiva del hospital, explicó que la cifra ha ido creciendo mucho más este año, porque han recibido más venezolanos.
 
Desde mayo hasta la fecha, este incremento fue de 55,5 por ciento, porque para mediados de año el número de atenciones era de 4.500 pacientes venezolanos.
 
Por otra parte, solo en atenciones a embarazadas, durante 2016 hubo 212 partos asistidos en el Meoz. Mientras tanto, este año, a 647 mujeres venezolanas las han atendido en el hospital universitario. Esto quiere decir que en Cúcuta, están naciendo dos niños colombo-venezolanos diariamente.
 
Llegan venezolanos que no cumplen con los requisitos, pero no se puede olvidar que hace un par de décadas el colombiano iba allá a trabajar en diversos sectores y el país no puede darle la espalda a su vecino –asegura-. Es un tema de concepción humanitario de un grupo de personas que necesitan el apoyo de un país, pero se tienen unas reglas que aplicar ”.
 
Daniel Pages, presidente de la Asociación de venezolanos en Colombia, asegura que actualmente la situación es diferente porque están llegando venezolanos con pocos recursos y asegura que algunos, por falta de oportunidades, se meten a la prostitución para poder mantener a sus hijos. "Esa es la gente que no consigue trabajo y como no tienen permiso laboral, les toca meterse en eso. Se deberían introducir en la economía del país y no marginarlos", clama.
 
 

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