Desde hace mucho tiempo se venía hablando y debatiendo la supuesta remodelación del mítico estadio de Boca Juniors conocido como la ‘Bombonera’ pero ni bien el presidente Daniel Angelici mencionó la propuesta de hacer un estadio nuevo, saltaron las voces en contra.
NUEVO ESTADIO
Quieren ampliar la Bombonera y evitarían la mudanza ¿estarán a favor los hinchas?
La supuesta remodelación del mítico estadio de Boca Juniors conocido como ‘La Bombonera’ se transformó en tema de debate desde hace demasiado tiempo aunque desde la llegada de Daniel Angelici como presidente del club se habló de hacer un estadio nuevo lo que derivó en el rechazo de los hinchas. Como parte de sus vacaciones en Argentina, Tomaz Camernik, colega y discípulo esloveno de quien alguna vez diseñó La Bombonera, se reunió con Angelici y algunos de sus allegados para entregar una nueva versión de proyecto de ampliación del estadio. El arquitecto, quien en su momento planteó la opción de construir una tercera bandeja por encima de los palcos, siendo inmediatamente rechazada, elaboró una nueva propuesta para el club con una alternativa que además de desafiar a la ingeniería conectaría el estadio con el barrio y le permitiría albergar hasta 60.000 espectadores sentados.
Para los hinchas ‘xeneizes’, el estadio es un espacio cargado de identidad y de símbolos de la rica historia del club. Es por eso que la propuesta de construir una nueva cancha fue criticada por muchos hinchas: abandonar la Bombonera implicaría dejar atrás un pedazo de historia.
En ese marco, el arquitecto esloveno Tomaz Camernik acercó a Boca un nuevo proyecto de ampliación del actual estadio, que implicaría una solución a problemas como el de la capacidad y la visibilidad. Hoy el club tiene más socios que espacio disponible, por lo que este diseño se presenta como una alternativa viable para albergar a más espectadores en cada partido de local.
Según Camernik, el estadio es una “obra maestra de los 40” que aún “no fue terminada”, por lo cual dentro de sus planteamientos se asegura de remarcar la opción de remodelar las instalaciones e instalar paneles solares en cada butaca, dejando así la posibilidad abierta de convertir al Alberto J. Armando en el primer estadio del mundo en producir el 100% de la energía que consume.
Camernik ideó su proyecto hace un año y medio. Tiempo atrás, durante su paso por la universidad, había entrado en contacto con la obra del arquitecto -también esloveno- Viktor Sulcic, quien junto a José Luis Delpini y Raúl Bes hizo el diseño original de la Bombonera. Luego, el esloveno perfeccionó su plan con la participación fundamental de Nicolás Sulcic, nieto del constructor, y de Fabián Fiori, integrante del Club Atlético Boca Juniors. Esta semana, la propuesta llegó hasta Angelici.
El proyecto implica continuar las tres bandejas en el sector de los palcos. A través de un innovador diseño, estas tribunas se situarán por sobre la vereda, la cual se convertirá en un paseo peatonal con negocios, bares y restaurantes. De esta manera, no habrá que demoler las casas de las manzanas linderas a la Bombonera.
El objetivo es generar una continuidad entre la vieja y la nueva construcción, con el mismo material y los mismos colores de las actuales tribunas. El diseño de estructura abierta permitirá una conexión entre el interior y el exterior del estadio, en el cual se respetará la fachada.
El cuidado del medio ambiente también es una de las claves. La colocación de paneles solares, la recolección de agua y la estructura racional son algunos de los factores que convertirán al estadio en un ejemplo de sustentabilidad.
Desde las nuevas bandejas, los fanáticos podrán ver desde más cerca a los jugadores y prácticamente no se modificarán las medidas del campo de juego, el cual solo se achicará dos metros. El estadio pasará de tener 50 mil a 70 mil localidades para espectadores sentados.
El costo de este proyecto es de unos 50 millones de dólares, los cuales el club podría afrontar sin la necesidad de pedir un préstamo. La construcción demandaría entre seis meses y un año, tiempo en el cual Boca no debería resignar la localía. “Es más escultura que arquitectura. Para mí, la Bombonera es primero un monumento, legado, historia, pasión, y la gente se identifica con ella. Recién después es un estadio”, declaró Camernik.
Tal y como reveló Angelici más adelante, la decisión no depende de la Comisión directiva y se planea abrir un plebiscito para que lo voten sus socios.