VIVIR MÁS

Comer menos, la clave para alargar la vida y gozar de buena salud

Distintas investigaciones indicaron que reducir la ingesta diaria de calorías indicadas permite vivir más años y disfrutar de un buen estado de salud. “Los efectos para la salud son indudables, la restricción calórica protege contra los problemas cardiovasculares, la neurodegeneración, la diabetes y el cáncer, incluso la diferencia en el aspecto físico es alucinante", explicó el investigador Rafael de Cabo, autor de uno de los estudios.

Distintas investigaciones explicaron que la solución para alargar la vida y gozar de buena salud es reducir la ingesta de calorías diarias indicadas.

Un grupo de científicos de la Universidad de Duke (USA) analizó por 2 años a 218 estadounidenses que tenían entre 21 y 50. Fueron divididos en 2 grupos: mientras uno de ellos siguió con sus dietas habituales, el otro debió disminuir su consumo de calorías diarias al 75% de lo necesario. Esta investigación fue parte del proyecto Calerie.

Cuando comenzó el estudio, los 2 grupos tenían en promedio una edad cronológica de 38 años y una biológica de 37 años. Al finalizar, el grupo que consumió menos calorías envejeció biológicamente un promedio de 0,11 años y el grupo de control envejeció un 0,71. El trabajo fue publicado en The Journals of Gerontology.

Pero no es el único estudio que llegó a estas conclusiones. Un equipo de la Universidad de Wisconsin-Madison (USA) afirmó, en 2009, que los monos que comían menos vivían más años y retrasaban la aparición de enfermedades relacionadas a la edad. Sin embargo, una investigación realizada años más tarde demostró lo contrario. El Instituto Nacional del Envejecimiento (NIA) de USA indicó, 3 años después, que los monos que reducían su dieta gozaban de una mejor salud, pero que no vivían más.

Los 2 equipos se unieron para controlar los estudios y revisar los resultados a los que habían llegado. Concluyeron que comer menos alarga la vida y la vuelve más saludable. Las nuevas conclusiones fueron publicadas en Nature Communications. 

¿Por qué se habían llegado a diferentes conclusiones? 

La diferencia entre ambas investigaciones es que habían sido realizadas con animales que tenían diferentes edades. Rozalyn Anderson, profesora en el Departamento de Medicina en Wisconsin, indicó que esto es un "factor clave".

El análisis comparativo explicó que "ingerir menos calorías es beneficioso para los primates adultos y mayores, pero no en los animales más jóvenes", indicó a ABC de España.

Además, la alimentación tampoco fue la misma. Los monos de control del NIA comieron menos que los del grupo de control de Wisconsin. Los monos del NIA consumieron alimentos de origen natural, mientras que los de Wisconsin-Madison, alimentos procesados con un gran contenido en azúcar. Los animales de control en este grupo estaban más gordos que los del NIA.

Se concluyó, entonces, que los monos que consumían un 30% menos de calorías vivían más. Aquellos de Wisconsin que moderaron su dieta vivieron entre 2 y 3 años, es decir, un 10% más que el promedio (26 años). Además, retrasaron la aparición de cáncer, diabetes o trastornos cardiovasculares. Por el contrario, aquellos animales que comieron sin limitaciones tuvieron 3 veces más de posibilidades de enfermar y morir.

También registraron diferencias sexuales en la relación entre la dieta, la adiposidad (grasa) y la sensibilidad a la insulina. Las hembras resultaron ser menos vulnerables a los efectos adversos de la obesidad, en comparación a los machos.

"La evidencia de los ensayos clínicos con humanos realizados en USA, conocidos como ensayos Calerie, muestran que muchos de los resultados sobre la composición corporal y la química sanguínea que se observan en nosotros coinciden con los de los monos. Se nos parecen mucho, viven una vida útil durante décadas y envejecen de manera similar en una escala reducida (una pauta sería un año del mono por tres años humanos)", indicó Anderson.

El biólogo español Rafael de Cabo, investigador del NIA y uno de los autores principales del estudio, explicó: “Los efectos para la salud son indudables, la restricción calórica protege contra los problemas cardiovasculares, la neurodegeneración, la diabetes y el cáncer, incluso la diferencia en el aspecto físico es alucinante".

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