En cuanto a la forma de control, Diego Fernández (secretario de Inclusión social y urbana), explicó: "el vecino que quiera construir, deberá acercarse a nuestras oficinas de calle 4 y Gendarmería, en la entrada del barrio, todos los días de 9 a 13. Piden su permiso de construcción, un trabajador social y un arquitecto realizan la inspección pertinente y ahí si pueden ingresar materiales. Desde el martes (27/09), ya se inscribieron 31 personas".
SE REGISTRARON INCIDENTES
La villa 31 no puede crecer más, pero ¿cómo controlarán la construcción ilegal?
El Gobierno porteño comenzó a controlar desde este martes 27/09 el ingreso de materiales de construcción a las villas 31 y 31 bis, como parte del plan de urbanización. Al respecto, Diego Fernández, secretario de Inclusión Social y Urbana, detalló cómo efectúan los controles y qué harán con aquellos que construyen ilegalmente, a quienes les ofrecen una bolsa de trabajo a cambio. También dejó en claro que el "barrio 31" no debe crecer más, ya que pasó de 27.000 habitantes en 2009 a 43.000 mil este año, en gran parte por las trabas a los controles que puso el kirchnerismo cuando era Gobierno nacional.
"Nosotros solicitamos una adecuación, fijamos un protocolo y puntos de acceso. El martes pasado se clausuraron 9 corralones en el barrio, mientras que ayer la policía realizó el pertinente control de esas clausuras e indicó el único acceso para el ingreso de materiales, que es por calle 4 y 5. Allí personal de nuestra secretaría y la policía controlan que cuenten con nuestras autorizaciones", agregó.
Al respecto, el ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad informó que se realizó un operativo de control, los inspectores corroboraron que en los locales clausurados no se haya violado la clausura y se procedió al secuestro de materiales de construcción, entre ellos bolsones de arena y piedra, que se encontraban en los pasillos.
Esta última medida trajo algunos altercados con un grupo de vecinos que se encontraban en el lugar, por lo que se llegó a un acuerdo en el que el personal del Gobierno de la Ciudad devolverá los materiales secuestrados a aquellas personas que cumplan con las autorizaciones necesarias para poder construir.
Al respecto, Fernandez opinó que "consenso no significa unanimidad. Hay algunos a los que esto les puede resultar incómodo. Pero lo que tenemos que hacer es procurar el interés de la mayoría de los vecinos del barrio, que es organizar las construcciones para que no invada el espacio público. Obviamente, que aquellos que estaban en el negocio ilegal de materiales se verán afectados. Pero a ellos también los vamos a cuidar. Implementamos una bolsa de trabajo que ya tiene 700 inscriptos. Por ejemplo, exigimos que el 20% de los contratados por las empresas que ya están construyendo obras sean vecinos del barrio".
El funcionario también describió lo obvio, que "en la Ciudad, cuando un vecino quiere construir tiene que pedirle permiso al gobierno, en la villa eso no pasaba. Hasta el momento no había ningún tipo de control. Pero lo interesante es que los primeros que pidieron cambiar esto fueron los mismos vecinos del barrio".
En este sentido, aseguró que todos los días hay reclamos al respecto. "Te dicen 'tal vecino está construyendo y tapa la calle, ya no va a pasar la ambulancia', o 'tal otro construye delante de mi ventana y ya no tengo más luz'. Esas cosas hay que ordenarlas".
Fernández recordó las trabas que puso el kirchnerismo cuando era Gobierno nacional y como contribuyó al desmesurado crecimiento de la villa. "En 2008, el GCBA se presentó ante la justicia y solicitó al Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado (ONABE) que controle los terrenos de la villa 31 o los transfiera a la Ciudad. Se emitió una medida cautelar que prohibía el ingreso de materiales de construcción y ordenaba a gendarmería y prefectura que controle esto. Pero dicho control duró tan sólo una semana, porque el gobierno kirchnerista dejó de cumplir esa orden judicial", señaló.
También dejó en claro que el barrio no puede crecer más. "Cuando se sancionó la ley de urbanización en 2009, había 27 mil personas. Hoy hay 43 mil personas". Estas dos villas ocupan un espacio de 320 hectáreas que se extienden desde la estación de Retiro hasta la altura de la calle Austria, en la Recoleta. Según datos del Instituto de la Vivienda de la Ciudad, el 53% de los vecinos es extranjero; en su mayoría, de nacionalidad paraguaya. La población es joven: el 68% tiene menos de 30 años.
El parque en altura que se vota hoy
El secretario de Inclusión Social y Urbana de la Ciudad también se refirió a la modificación de la traza de la Autopista Illia que hoy tratará la Legislatura, para crear un parque público en altura. "El parque tendrá 1400 metros, de los cuales 750 serán en altura. Asimismo, la OMS dice que el ratio optimo de espacio público por habitante es de entre 10 y 15 metros cuadrados. En la Ciudad de Buenos Aires, es de 6 metros cuadrados, muy por debajo, pero en la villa 31 es de 0,3. Con nuestra intervención será de 7 metros cuadrados".
Pero ¿qué pasará con aquellos que viven debajo de la autopista? El funcionario explicó que "las 1300 personas que viven debajo de ese tramo son los que están en peores condiciones de todo el barrio. La autopista junta agua cuando llueve, además no tienen luz ni aires en ese lugar" y agregó "construiremos la viviendas en los ex terrenos de YPF y luego trasladaremos a la gente, no serán viviendas temporales. Les vamos a cobrar la tierra, que es lo que nunca se pagó, a través de créditos blandos, que se adapten a las posibilidades que tiene la gente".