Reclamo y amenaza de los aduaneros ante la disputa gubernamental

También: "Hoy, en todas las Aduanas del país, reina la indignación, la impotencia y la bronca que constituyen el peor daño institucional; que no será fácil superar. El desánimo, el desaliento y la inseguridad imperante sólo contribuyen a debilitar las funciones de control que le competen a la Aduana. Este clima laboral adverso, insostenible y desalentador conspira con la difícil tarea de fiscalizar el comercio exterio, luchar contra el contrabando, la evasión y el narcotráfico. Los blindajes mediáticos, las falacias, los relatos fantásticos -que de novedosos nada tienen- sólo contribuyen a aumentar el descrédito y confundir a la opinión pública".

Después de recordar que la denuncia por los famosos 10 barriles de pseudoefedrina había sido realizada en 2011, el Supara se pregunta: "¿Cuál es el verdadero objetivo que subyace en todo esto?".

La respuesta: A este difícil y dañoso cuadro se añade la fractura en la conducción del Organismo, donde los que fueron removidos siguen impartiendo órdenes desde el exilio bajo la consigna de "volveremos" y los que hoy están a cargo de la Dirección están maniatados para adoptar las medidas y tomar las decisiones que es urgente implementar. En el peor escenario para un impostergable ordenamiento institucional; y el mejor para que persistan las "maniobras" y el descontrol".

El Supara decidió declarar el estado de alerta y movilización en todo el país, advertir a las autoridades que esta "grave situación institucional pone en riesgo la eficacia funcional de este Organismo provocando un peligroso debilitamiento de los controles e instalando la inseguridad laboral"; y mantener en sesión permanente a la Comisión Directiva, "a fin de analizar y proponer las medidas de acción directa a adoptar".