OTRA GRAN ELECCIÓN DEL ANTIINMIGRANTE AfD

Merkel perdió la batalla de Berlín: Avanzan los extremos

Los berlineses dieron el domingo una sonora bofetada a los dos grandes partidos que han gobernado la capital alemana, y el país, la última legislatura. El golpe más duro lo recibe la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel. Atrás quedó el tiempo en que los berlineses favorecían en las urnas al partido que les liberó de la opresión del Muro. El 2 de diciembre de 1990, en las primeras elecciones del Berlín unificado, la Unión Cristianodemócrata (CDU), entonces liderada por Helmut Kohl, obtuvo un 40,4%. En los comicios de hoy, la CDU de Angela Merkel, el 18%. Esta derrota, la más importante que sufre la CDU desde 1948, según el diario 'Frankfurter Allgemeine' -sacude los cimientos de la CDU y no sólo en la ciudad-estado, pues añade una gota al vaso de reveses que acumula el partido desde principios de año.

Un profundo malestar se extiende por la Casa Konrad Adenauer, la sede de la CDU, un año antes de que se celebren unas elecciones federales a las que Merkel aún no ha anunciado si concurrirá.

Desde que estalló la crisis de refugiados, cada cita con las urnas de la CDU se ha saldado con una catástrofe.

Primero fueron los triples comicios de marzo, en los que los de Merkel quedaron en segundo puesto en su feudo tradicional de Baden-Württemberg y vieron frustradas sus expectativas de conquistar Renania-Palatinado.

La humillación hace 2 semanas en Mecklemburgo-Pomerania Occidental fue aún mayor: por primera vez en la historia del partido veían cómo les superaba una formación situada a su derecha, los populistas antiinmigración de Alternativa para Alemania (AfD).

Entonces, la CDU obtuvo un apoyo del 19%.

El domingo 18/09 en Berlín, menos aún. ¿Será mejor prescindir de Merkel con vistas a 2017?

"El verdadero ganador es AfD. Lo que hemos conseguido hoy en Berlín es único", dijo exultante el líder de la formación ultraconservadora en la capital alemana, Georg Pazderski. El copresidente del partido, Jörg Meuthen, compartió también esta visión triunfalista señalando que, con más de un 10% del apoyo, AfD demuestra que ya es un partido establecido en el panorama político germano.

Las elecciones de Berlín muestran, de nuevo, que la pérdida de apoyos a la formación que lidera Angela Merkel no es pasajera. Con un 17,6% de los apoyos, la CDU registró una caída de casi 6 puntos porcentuales en relación a los comicios de 2011.

No en vano, este nuevo revés registrado en unos comicios regionales, un mínimo histórico en Berlín, confirma la tendencia que viene acompañando a la CDU durante todo 2016: cada vez que hay una cita electoral, la formación de Merkel sufre una nueva sangría de votos.

En esta ocasión, al descenso de apoyos, la Unión Cristianodemócrata debe sumar también la pérdida de un Gobierno, dado que hasta ahora el partido de Merkel regía en coalición con los socialdemócratas (SPD) en la ciudad-Estado, pero su caída en las urnas le impide jugar un papel destacado en la formación de un nuevo Ejecutivo.

El Partido Socialdemócrata (SPD) es la fuerza más votada en Berlín y su candidato y actual alcalde, Michael Müller, podrá seguir en el cargo. Pero aunque mantenga el poder, ganan con el 21,6% de los votos, casi 7 puntos menos que 5 años atrás, uno de los peores resultados de su historia centenaria.

Frente al desplome de democristianos y socialdemócratas, los grandes triunfadores son las fuerzas situadas a los extremos. Los ultraconservadores AfD irrumpen de la nada y los poscomunistas de Die Linke se ubican como la 3ra. fuerza, muy igualados con Los Verdes.

Los populistas antiinmigración de Alternativa para Alemania (AfD) obtienen un nuevo éxito. Y esta vez lo hacen en Berlín, una ciudad tradicionalmente de izquierdas y que se precia de ser tolerante y abierta.

La 5ta. posición que ocupan —tras SPD, CDU, Die Linke (La Izquierda) y Los Verdes— parece poco en comparación con los impresionantes resultados obtenidos en otras elecciones regionales recientes. Pero el 14,2% logrado por una formación fundada hace solo 3 años confirma su potencia en todo el país.

AfD está ya presente en los Parlamentos de 10 de los 16 Estados alemanes, y se prepara para irrumpir en el Bundestag tras las elecciones federales de 2017. Le ocurre lo contrario que al Partido Pirata, la sensación de la que todo el mundo hablaba hace 5 años, que ahora sale de las instituciones y queda reducido a la irrelevancia.

La campaña para pedir el voto a 2,5 millones de berlineses estuvo llena de temas polémicos: la mala situación de muchas escuelas, el aumento del precio de la vivienda, la inseguridad ciudadana… Pero al lado de estos problemas locales, se alzaba el asunto que domina el debate político en todo el país desde hace un año: la crisis de los refugiados.

Tal y como ya ocurrió con otros líderes regionales de la CDU, el candidato berlinés trató de distanciarse de la política merkeliana y mostró su cara más dura. Los resultados han vuelto a ser desastrosos. Los ciudadanos a favor de la acogida de refugiados apoyan a formaciones más a la izquierda, y los contrarios se lanzan a AfD.

De poco sirvieron los ataques de Merkel al alcalde de la capital, al que acusó de “quitarse la responsabilidad” sobre los problemas. Y de poco sirvieron los ataques de Müller a los xenófobos. “Las encuestas otorgan a AfD un 14%. Sería visto en el mundo como una vuelta de la ultraderecha y de los nazis a Alemania”, escribió el alcalde hace unos días en su cuenta de Facebook.

La ciudad-Estado de Berlín no votaba el domingo 18/09 tan solo un nuevo Parlamento regional, sino que también elegía los representantes para sus 12 distritos. Y, debido al sistema electoral berlinés, es muy probable que el ascenso de AfD permita a miembros de este partido hacerse cargo de funciones ejecutivas en los distritos.