La Dirección General de Estadísticas y Censos porteña informó este lunes que la inflación en la Ciudad de Buenos Aires fue del -0,8% en agosto. Es decir, que hubo deflación, fenómeno que se da cuando los precios al consumidor caen. En el caso porteño se produjo porque se retrotrajeron las tarifas del gas luego de que la Corte Suprema de Justicia anulara los aumentos dispuestos por el Gobierno Nacional para el segmento residencial.
LA CARRERA CONTRA LOS PRECIOS
Inflación: ¿Cuestión superada, oasis en el desierto o espejismo?
La dirección estadística porteña reveló que en la Ciudad de Buenos Aires la inflación en agosto fue del -0.8%. En tanto, el IPC Congreso se ubicó en el 0,5%. Ambos índices sufrieron el impacto de la suspensión del aumento de las tarifas del gas. De todos modos, distintos consultores ya anticipaban para el mes pasado una fuerte baja en la inflación, incluso si se contemplara el aumento del gas, que haría rondar el índice en torno al 1%. El Gobierno celebra, pero muchos analistas ven en la recesión, la caída del consumo, el dólar planchado y las altas tasas de interés los ingredientes de una medicina poco deseada para lograr el objetivo. ¿Qué pasará cuando arranque la economía y se fijen los nuevos precios de la energía?
De acuerdo al organismo estadístico porteño, el fallo de la Corte le restó un 9,5% al índice general. De lo contrario, la inflación habría sido del 0,9%.
"La tasa de variación mensual del IPCBA estuvo afectada por el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que resolvió que las tarifas residenciales de gas por red debían retrotraerse a los valores vigentes al 31 de marzo, dejando sin efecto el aumento que había entrado en vigencia a partir del 1 de abril. Al tratarse de una medida retroactiva, se aplicó para todos los días del mes de agosto el cuadro tarifario de marzo", señaló.
Por otro lado, el IPC Congreso también sufrió el impacto de la decisión judicial que obligó al Poder Ejecutivo a celebrar una audiencia pública para fijar la tarifa. El índice que respalda el massismo mostró que el mes pasado la suba de precios se ubicó en el 0,5%. Sin el fallo de la Corte, indicaron, el número se habría elevado hasta el 1,6%.
"El principal factor explicativo de la inflación de agosto fue la retracción de los cuadros tarifarios producto del fallo de la Corte Suprema: el rubro Vivienda y Servicios Básicos cayó más del 4%", señaló un comunicado. También advierte que este efecto "continuaría parcialmente en septiembre" ya que "aún no fue computado la totalidad del efecto de las tarifas".
IPC Congreso: menos del 1% mensual gracias a la Corte https://t.co/GZz3vop3cl pic.twitter.com/pw2CWFBPxI
— Frente Renovador Pr (@FRPrensa) 12 de septiembre de 2016
Más allá de que para agosto quedó eliminado el impacto de la tarifa, distintos consultores ya anticipaban para el mes pasado una fuerte baja en la inflación, incluso si se contemplara el aumento del gas, que haría rondar el índice en torno al 1%.
De acuerdo a un relevamiento del diario El Cronista Comercial publicado este 04/09, estas fueron las estimaciones:
>Orlando Ferreres calculó una suba de precios del 1% en agosto, con tarifas incluidas, y del 0,1% sin ellas.
>El estudio de Miguel Bein arrojó una inflación del 1,6%, pero del 0,6% tras el fallo de la Corte.
>Para Elypsis, el IPC de agosto fue del 1,1%, que se convierte en un 0,5% sin la presión del gas.
En el Gobierno, en tanto, esperan que la inflación de agosto ronde el 0% y celebran que el índice se haya acomodado por debajo del 2%. El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, habló recientemente como si la cuestión que la administración Macri ubicó en un lugar central en las prioridades ya fuese un tema superado.
Sin embargo, muchos analistas ven en la recesión, la caída del consumo, el dólar planchado y las altas tasas de interés los ingredientes de una medicina poco deseada para lograr el objetivo.
¿Será sostenible esta inflación con una economía con todas las luces prendidas? Para el próximo año el Gobierno fijo una meta de crecimiento del 3,5% y una inflación tope del 17%.
Además, el impacto de la tarifa volverá al índice de precios luego de la audiencia pública no vinculante prevista para los próximos días.
También será un desafío mantener una inflación que cumpla la meta del 17% cuando el Gobierno pretende un tope del 21% en las negociaciones salariales para el próximo año. Los sindicatos están en pie de guerra porque buscan recomponer parte del poder salarial perdido este año. Quieren la reapertura de las paritarias y parece inviable que acepten una pauta como la que incluye la Casa Rosada en su proyecto de Presupuesto.
Hay demasiados factores que pueden influir en la dinámica de los precios. Muchos criticaron a Prat Gay por tener una mirada demasiado optimista. Cuando esos factores empiecen a confluir se sabrá si la baja de la inflación es una cuestión superada, un oasis en medio del desierto o, allí mismo, un mero espejismo.