PULSEADA CON LAS CÁMARAS DE COMERCIO

Sobre la hora, ganaron las tarjetas de crédito regionales

No fue completa la sensación de triunfo de las cámaras Argentina de Comercio (CAC) y de la Mediana Empresa (CAME) cuando por unanimidad tuvo media sanción en el Senado el proyecto que rebaja de 3 a 1,5 % la comisión que cobran las tarjetas de crédito y que elimina la aplicación de descuentos y de cargos a los comercios cuando se utilice débito, actualmente fijados en el 1,5 %. Es que durante la sesión en el recinto fueron excluidas de la iniciativa redactada por el senador Alfredo Luenzo (Chubut Somos Todos) las 26 tarjetas no bancarizadas que operan en el país, las cuales podrán seguir cobrando la comisión actual del 3%.

La oficina de prensa de la senadora nacional por San Luis, Liliana Negre de Alonso, le atribuye a la legisladora haber sido la artífice de la modificación del texto original que venía de la comisión parlamentaria. El comunicado indica que durante la sesión resaltó: “Proponemos la incorporación al texto del artículo 15 de la ley N°25.065, de un último párrafo en los siguientes términos:  Cuando los emisores de tarjetas de crédito sean personas jurídicas cuyos accionistas o los titulares de su capital no estén vinculados ni directa ni indirectamente, a entidades financieras nacionales  o extranjeras comprendidas en la ley 21.526 de Entidades Financieras, dichos descuentos y cargos por todo concepto no podrán ser superiores al 3% sobre las liquidaciones presentadas por el proveedor”.

La legisladora puntana argumentó que “Si no hacemos esto, a las no bancarizadas les bajamos las comisiones y no tienen otros rubros como tienen los bancos. Son las de las ciudades chicas”.

Se trata de un centenar de emisores de plásticos del interior del país que no son bancos y están representados por la Cámara de Emisores Regionales de Tarjetas de Crédito y Consumo No Bancarias (CERTACYC), que venían manifestando grandes diferencias con una campaña nacional iniciada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) para bajar los aranceles fijados por ley hoy se aplican a los comercios a partir de las operaciones con tarjetas de crédito y débito.

Los directivos César Bastién (ATACYC) y Norberto Etchegoyen (CERTACYC) concurrieron a la Cámara Alta a alertar sobre las supuestas implicancias que pueden ocurrir en el sector por la disminución del porcentaje de la comisión y con lo que argumentaron la senadora puntana hizo copy past en la fundamentación del artículo modificado sobre la marcha en el recinto.

Habían aclarado que en Argentina hay 150 emisores de tarjetas de crédito, de los que sólo 50 son bancarios. En ese sentido, diferenciaron que su clientela es población de ingresos medios y bajos que no tiene acceso a los bancos.

Para mostrar la influencia que ejerce el sector sobre las economías regionales y nacional, como motorizador de consumo y fuente de recursos, explicaron los dirigentes a los senadores que la Cámara de Emisores Regionales de Tarjetas de Crédito y Consumo no Bancarias de la Argentina cuenta con 23 empresas asociadas, que abarcan la mayoría de las provincias argentinas, con sus casas centrales y 300 sucursales; emplea a 3 mil personas, y posee 700 mil usuarios activos cuyos resúmenes de cuenta totalizan alrededor de $ 1.000 millones mensuales ó $ 12.000 millones anuales.

La lista de marcas que representan está integrada por Actual de Neuquén, Omix de Saladillo, Huilen de Río Negro, Credicash de Tucumán, Centro Card de Catamarca, Cinco y Plena de San Luis, Clìper y Favacard de Mar del Plata, Carta Sur, Credibel, Plata o Credigala de Buenos Aires, Finansol de Santa Fe, Maxi Ultra de Mendoza, Data 2000 y Fiel de San Juan, Consumax de Concordia, Qida de Comodoro Rivadavia, Fértil de Lobos, Elebar de Tandil, Grupar de Córdoba, Unica de Santiago del Estero o Su Crédito de Tucumán.

El secretario de la Cámara Argentina de Comercio, Mario Grinman, cuestionó la reforma de la ley por considerarla incompleta y no modificar la posición dominante de ese mercado. “No entendemos, y nos produce una sensación de frustración, por qué no se legisló para que salga una ley completa, porque los aranceles son una pequeña parte de un gran problema”, apuntó.

El empresario también se quejó porque no se avanzó contra la situación de monopolio de los grandes emisores.

El proyecto también apuntaba a modificar la posición dominante de la empresa Prisma, que es la emisora de la tarjeta VISA en un holding que está conformado por 14 bancos.

“Con lo que aprobó el Senado, las empresas que tienen posición dominante van a seguir en esa situación. Los bancos van a seguir ganando fortunas”, señaló Grinman.

Los dichos del directivo apuntan a la posición monopólica que ejercen Visa y Mastercard, quienes detentan el 77 % del mercado de plásticos.

El presidente del Senado, Federico Pinedo, incorporó como modificación una autorización al Banco Central, a la Secretaría de Comercio y al Congreso para que generen mecanismos de promoción de la competencia en el mercado de crédito y débito. Más principista que operativa, la propuesta no reemplaza el pedido de las cámaras de que se fijen límites claros a los plazo de pago y las tasas de financiación que imponen los bancos por su posición dominante.

La vara del ajuste

La CERTACYC buscó diferenciarse de la argumentación que propagó la influyente confederación que agrupa a las pymes en su búsqueda directa de que sea modificada la ley, ya que califica de excesiva la transferencia de dinero de los comercios a los bancos por las comisiones de pagos con tarjetas y que ello se sume a las primas que las entidades bancarias cobran por mantenimientos de cuentas y movimientos financieros.

Primero fueron a ver a los colegas para explicarles que no son lo mismo que los bancos y que, gracias al espacio que ocupan en el comercio regional, el consumo se mueve a pesar de los avatares macroeconómicos que lo condicionan.

Pero el proyecto avanzó igual, hasta que en el recinto se logró la diferenciación.

En un mercado interno prácticamente paralizado y con alta inflación, las cámaras comerciales vieron en el costo financiero que aplican las tarjetas una posibilidad de recuperar márgenes de ganancia.

"En los últimos 12 meses, los bancos ganaron $ 73.185 millones y, en el mismo período, hubo menos consumo, ya que cayeron las ventas por $ 34.300 millones, al tiempo que cerraron 6.300 comercios", contrapusieron.

Pero esto es sólo una parte, ya que la comisión se cobra por operación, sin importar la cantidad de cuotas.

A esto debe sumarse lo que el banco le deduce al comercio por intereses anticipados por cuotas. Según la leyvigente, que data de 1998, por cada compra con tarjeta de crédito el comercio paga actualmente a los bancos emisores el 3 % más IVA del valor del ticket. En el caso de débito se paga hasta 1,5 %.

Desde las cámaras sostienen que se trata de las comisiones más altas de la región, lo que significó en los últimos 12 meses una transferencia de $ 14.563 millones por comisiones de ventas con tarjetas de débito y crédito a los bancos que podrían haber servido para reducir los precios al público. Los bancos presionaron con la amenaza de que una reducción de las comisiones implicaría el final del sistema de cuotas sin interés, incluyendo el plan Ahora 12.

Las cámaras y el propio gobierno refutaron ese fantasma. Al pagar en 12 cuotas, los bancos depositan a los comercios el valor total de la operación, pero le descuentan el interés que supondría pagar ese bien en la cantidad de cuotas pactada, independientemente de la comisión.

Desde la CAME sostienen que ese costo asciende a alrededor del 40 % por sobre el precio de la venta.

Lo que deja al descubierto esta situación es que ese costo está incorporado previamente en el precio de las cuotas, ya sea que se pague en una sola vez o en 12 o 18 cuotas. Esto genera una situación paradójica, ya que quien compra a 12 cuotas o quien lo hace en un pago, si lo liquida con tarjeta, paga el mismo precio.

El cambio que proponen las cámaras es que se discrimine entre una operación en un pago o en cuotas y que la comisión se reduzca a 1,3 % para crédito y a cero cuando se utiliza débito.