CGT, CTA Y EL RESTO

Del plan de la lucha a la huelga general, los sindicalistas presionan a Macri

No se precisaba ninguna virtud extraordinaria para anticiparlo. Bastaba quitarse el velo de euforia voluntarista y analizar con objetividad. Urgente24 pudo anticipar desde comienzos de 2016 el escenario de conflictividad social que preocupa a muchos al comenzar septiembre. Ahora, la Administración Macri debe conseguir lo más complicado: remontar lo previsible, que no es fácil. Mientras los diarios Clarín y La Nación siguen priorizando en sus contenidos editoriales las historias de corrupción K (que son importantes pero es parte del pasado, y en general se considerado inapropiado para cualquier periodista menospreciar el presente, aún cuando no resulte favorable a las simpatías políticas de cada medio de comunicación), hay que explicar la coyuntura:

El secretario general de la CGT, Juan Carlos Schmid -titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT)- , advirtió que "no se ha descartado" la realización de un paro nacional, al tiempo que consideró que el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, está "dispuesto al diálogo, pero cerrado a las alternativas", según le dijo a Radio Mitre.

"El Gobierno cuando llegó había alentado, de alguna manera, la realización de un pacto que no se concretó. Se han perdido todos estos meses en tratar de ver, de encontrar alguna alternativa. Es indudable que ahora la situación está mucho más difícil, las cosas han empeorado, ha caído el nivel de actividad", sostuvo el dirigente gremial.

"Siempre hemos manifestado que no se ha descartado esa metodología. El Consejo Directivo ha convocado al Comité Central Confederal para el día 23 de septiembre y para esa fecha, seguramente, va a haber una evaluación más precisa de todo este momento que estamos atravesando y allí se van a decidir cursos de acción, seguramente", afirmó.

Según él, "es innegable que hay malestar en amplias franjas de la población, en sectores que han votado al PRO y se sienten desilusionados y que están requiriendo un cambio. 'Cambiemos' era la consigna. No se nota ese cambio".

Aquí algunos fragmentos dominicales que complementan esta información.

Hugo Yasky entrevistado por el diario Página/12 (deberá considerarse que Victor Santa María, líder del sindicato de porteros y de la sociedad de control del matutino, participó del acto de la Marcha Federal en Plaza de Mayo):

"(...) –¿Es posible una unidad con sectores de la CGT como los de Luis Barrionuevo o los “Gordos”?

–La unidad en la acción va a depender de cómo se resuelva el conflicto interno que existe en la CGT, en la que hoy persiste un sector que trata de neutralizar el posicionamiento del movimiento obrero y la confrontación contra el ajuste. Pero soy optimista respecto de la señal que significa la presencia de muchos gremios y dirigentes de la CGT en los actos previos de la Marcha Federal y en la propia Plaza de Mayo, como Pablo Moyano o Sergio Palazzo. Hay un contraste entre las bases y lo que sucede en las cúpulas de la CGT. (...)

–¿Y la unidad de las dos CTA es posible?

–Es un proceso que está en marcha y que en el correr de este año va a seguir avanzando. La realidad nos demostró que nuestra historia, que empezó siendo la de lucha contra los gobiernos del ajuste neoliberal, nos pone otra vez en el camino de volver a ser una sola central frente a esta oleada de derecha que en Argentina está expresada en un gobierno que escondió el cuchillo del ajuste debajo del poncho de la pobreza cero.

–El mismo día de la marcha, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca se reunió con algunos dirigentes de la CGT y ayer aseguró que recibirá a Pablo Micheli, de la CTA Autónoma.

–Está claro que a Triaca lo zamarrearon y lo despertaron de la siesta. La reunión con dirigentes de la CGT podría haberla realizado antes o después de la marcha, pero eligió hacerla el mismo día en que los trabajadores llegaban a la Plaza para confrontar la foto de un gobierno dialoguista con una dirigencia que apuesta a la conflictividad social. Y creo que en ese sentido, no solo el Gobierno perdió sino que le jugó una mala pasada a la dirigencia de la CGT también.

(...) –¿La CTA que usted conduce también pidió, como la de Micheli, una reunión con Triaca?

–Estamos esperando desde que asumió el Gobierno a que nos convoque, pero no pedimos reunión. El Gobierno elige a sus interlocutores y pretende que para ser convocado a una reunión hay que adherir a los postulados del plan económico oficial. Como central sindical tenemos un mandato y vamos a llevar ese mandato a cuanta reunión se nos convoque. (...)

–¿Van a avanzar igual con la idea del paro por más que la CGT decida no implementar medidas de fuerza?

–El paro tiene que tener la masividad que solamente le pueden asegurar una convocatoria unificada de todas las centrales. (...)"

Mariano Spezzapria en el diario platense El Día:

"Una protesta visible, callejera, ruidosa y otra intramuros, silenciosa, de perfil bajo, debió soportar el gobierno en los últimos días. La primera llegó a modo de advertencia de sectores sindicales y políticos que no disimulan su malestar con el presidente Macri. La segunda se corporizó en las quejas de los empresarios que no sienten que la economía esté en camino de la reactivación.

En medio de ese juego de pinzas, que por cierto no es coordinado pero que en el fondo provoca el efecto de achicar el margen de maniobra del gobierno, la gestión de Cambiemos se anotó un punto a favor que podría marcar el camino para lo que viene: puso en marcha un acuerdo multisectorial contra el narcotráfico, como una política de Estado por encima del espíritu faccioso.

(...) Ese sendero podría aplicarse también al terreno de la economía, pero hay marcadas diferencias en el seno del Gabinete nacional.

Por caso, Alfonso Prat Gay viene promoviendo el “pacto social” desde comienzos de año, pero hasta ahora el Presidente se mostró reacio a convocarlo. El ministro de Hacienda ya no oculta los encontronazos que tiene con el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, y descarga alguna impotencia en el ala tecnocrática del gobierno, que no es afín a la negociación política.

Sin embargo, ese sector de la administración de Cambiemos empezó a asimilar los golpes por los errores que cometió en el primer semestre. Así puede interpretarse la convocatoria del ministro Aranguren a los bloques parlamentarios de la oposición para anticiparles la propuesta que llevará a la audiencia pública por la tarifa del gas, prevista para el 16 de septiembre en la Usina del Arte.

El encuentro se realizará el martes en la Casa Rosada, donde Aranguren estará rodeado por la vicepresidenta Michetti y el ministro Frigerio como una forma de garantizar la prevalencia de la mirada política sobre la técnica. La misma lógica debería seguir el gobierno en la negociación con la nueva CGT, en la que no le alcanzará con la intervención solitaria del ministro Jorge Triaca.

De otro modo, la central obrera reunificada empezará a aumentar la presión hasta la reunión del Comité Central Confederal que está agendada para el 23 de septiembre. Ese día, de acuerdo al estado de las conversaciones con el gobierno, el triunvirato cegetista daría a conocer un plan de lucha contra el rumbo económico. (...)".

Horacio Verbitsky en el diario Página/12:

"(...) La Marcha Federal que culminó el viernes con un masivo acto cuyas columnas desbordaron desde la Plaza de Mayo sobre las dos diagonales y la Avenida de Mayo, muestra un camino de recomposición del movimiento popular, a partir del rechazo a las políticas oficiales que con celeridad están revirtiendo aquellos avances que contabilizó el académico de San Andrés.

La confluencia bajo el rótulo de Articulación Popular, de las dos CTA, cuya reunificación parece próxima, del Movimiento Sindical Federal, de varios sindicatos de la CGT (entre ellos los de Camioneros y Peajes que conducen dos de los hijos de Hugo Moyano y el de Dragado y Balizamiento, del flamante secretario general de la CGT Juan Carlos Schmid), de varias regionales cegetistas que participaron en los actos realizados en sus provincias, de diputados y senadores justicialistas, de autoridades partidarias, de organizaciones kirchneristas y de la izquierda marxista (que marchó con consignas propias) contrastan con las actitudes de la magra Marcha de la Resistencia de la semana pasada y de los encuentros de gobernadores e intendentes de la próxima, que coinciden en sus propósitos de exclusión.

En uno de sus mejores discursos, Hugo Yasky mencionó la confluencia del movimiento sindical, los movimientos sociales y estudiantiles, los pequeños productores, las pymes, la agricultura familiar, los organismos de derechos humanos, los trabajadores informales de la economía popular, a los que definió como el mapa del campo popular, que el neoliberalismo quiere dividido. Igual que Micheli, dijo que “si logran dividirnos van a dominarnos. Si nosotros construimos la unidad para la lucha, por la liberación, por la justicia social somos invencibles”. Agregó que protagonizaban un cambio histórico porque el pueblo “no se arrodilla ante el poder económico ni ante la represión”. Anunció que el viernes 16, cuando comiencen las audiencias públicas para tratar las tarifas, las dos CTA y la GCT estarán presentes y movilizadas y llamó a unificar todas las centrales sindicales, luego de una referencia afectuosa a Micheli, con quien hasta se abrazó.

Una semana después, el viernes 23, la CGT tendrá su Congreso General Confederal, en el que podría disponerse el primer paro general bajo el actual gobierno. Si no hay dudas sobre el valor de la unidad, resta por discutir el problema de la conducción. Nada menos. (...)".

 

El conflicto social fue impulsado por la inflación. La política antiinflacionaria va a funcionar pero habrá que trabajar cuanto antes en revertir las secuelas de la inflación y en una reforma tributaria que ayude a una política de distribución del ingreso y de creación de empleo. Todo esto es esencial para reordenar la situación social. En tanto, aquí van las expectativas de la Administración Macri, expresadas en el informe de la consultora Economía & Regiones:

"(...) Prat Gay es el Ministro de Hacienda y en consecuencia, no es responsabilidad suya bajar la inflación, pero sí cumplir con las metas de déficit fiscal primario en 2016. En este marco, hay que entender que su frase sobre la inflación lo que está procurando es bajar las expectativas de inflación futura;  y así evitar que se re abran las paritarias y haya más presiones sobre el gasto, tanto en la esfera Nacional como provincial.
      
Por el contrario, bajar la inflación es la principal responsabilidad de Federico Sturzenegger. En este sentido, hay que remarcar que el BCRA se ha auto impuesto el objetivo de bajar la inflación hasta un nivel del 5% anual, lo cual implica un largo camino para la política monetaria. De hecho, la evidencia empírica de la región muestra que, utilizando metas de inflación, todos los 
países han tardado varios años hasta bajar la inflación a un dígito anual. (...).

Aunque aquí algunos lo nieguen, los datos muestran que la inflación de Argentina también es un fenómeno estricta y exclusivamente monetario. Es decir, en Argentina hay inflación porque
nuestro BCRA siempre ha emitido “de más”. Los datos son contundentes en este sentido. 

 
Durante los dos mandatos presidenciales de CFK, la inflación de Argentina (+517%) ha sido 11 veces superior al promedio de la región1 (+48%) en 2008/2015. Esta inflación de +517% experimentada en 2008/2015 para el caso argentino tiene un origen estrictamente monetario, ya que estuvo impulsada por una expansión de la base monetaria de +546% en el mismo período.  

En otras palabras, durante los últimos dos mandatos de CFK Argentina ha tenido elevada inflación porque el BCRA, ignorando todas las enseñanzas económicos de los ‘60s/80s, ha estado
emitiendo dinero “de más” (por encima de la expansión de la demanda de dinero) en forma sostenida durante muchos años consecutivos. 

(...) La tasa de interés debe seguir siendo positiva en términos reales y la política monetaria prudentemente contractiva debe proseguir, porque los objetivos de inflación que tiene el BCRA
todavía no se alcanzaron, y tardarán en alcanzarse.
 (...)".