SIN EL BIPARTIDISMO, ACABA LA ALTERNANCIA PP/PSOE

La venganza de los electores

Hace tiempo que el juego del poder se encuentra en crisis en España. Hay novedosas organizaciones políticas que conmocionan a la sociedad ibérica. ¿Dónde irá a parar todo esto? Nadie lo sabe y aconsejan no ir tan lejos. Dicen que hay que enfocarse más en la áspera coyuntura.

 
"Hace cuatro años España se hallaba en una encrucijada de la que no parecía encontrar salida. La crisis económica había devenido en crisis social y política, y el país se precipitaba hacia un escenario que sería definido por muchos como de “tormenta perfecta”. Cuatro años después, ese diagnóstico fatalista queda muy atrás, cada vez más distanciado —con la gravísima excepción del secesionismo catalán— por una realidad que en muchos aspectos ha conocido un intenso proceso de cambio.
 
(...)  Un intenso proceso adaptativo y de renovación es el resultado. Se ha aguzado el espíritu crítico ante la ineficiencia y ante las carencias. Hemos incorporado una nueva conciencia moral pública más estricta, menos permisiva, más exigente de ejemplaridad. Es muy notorio el dinamismo de la sociedad civil, dando vida a multiplicados foros, círculos y plataformas de creación de opinión. Hay un rechazo generalizado —sobresaliente en el contexto europeo— de actitudes xenófobas y violentas.
 
(...) La comparecencia de nuevas formaciones políticas y los movimientos adaptativos de los partidos más asentados han promovido un proceso no menor de renovación generacional y de comunicación con la sociedad, a la vez que se han adoptado medidas que han puesto coto a las lagunas legales que favorecían la financiación irregular. En poco tiempo ha quedado muy distante el “no nos representan”, y también se desvanecen muchos síntomas de fatiga de nuestra democracia que justificaban el clamor por una urgente reorganización de las reglas de juego.
 
(...) De ahí la enorme importancia de las elecciones que acaban de celebrarse y de la nueva composición del tablero político, cuando además la fuerza desestabilizadora del independentismo en Cataluña ha adquirido una potencia inusitada. España, en suma, se halla en una coyuntura crucial para alumbrar una reforma política de gran calado, con una sociedad que la exige y está preparada para afrontarla. 
 
(...)  tiene que ser, inevitablemente, un conjunto de reformas constitucionales que renueven el marco jurídico de la Constitución de 1978. Parte esencial de ello, pero ni mucho menos única, será una nueva articulación territorial del Estado que ofrezca una alternativa al actual dilema catalán entre la independencia y el statu quo. Una auténtica reforma constitucional que, finalmente, deberá ser refrendada en referéndum en toda España, lo que quiere decir también en Cataluña, integrando de nuevo así a la ciudadanía catalana en un proyecto común. (...)".
 
Sin embargo, hay otros enfoques más dramáticos acerca de lo que sucede en España. En el mismo El País, Josep Ramoneda escribió:
"Mariano Rajoy acabó con la reputación del bipartidismo y Pedro Sánchez lo ha hundido. Para que el bipartidismo funcione se requiere que los mecanismos de la alternancia estén afinados. Cuando uno de los dos partidos está exhausto, el otro tiene que estar listo para el recambio. 
 
El PP se ha desfondado en la legislatura de la corrupción y de la austeridad pero el PSOE no estaba preparado para asumir el relevo. El bipartidismo no ha podido cumplir la principal función que lo justifica. El PP sufre una enorme desafección de sus votantes y el PSOE sigue estando por detrás en todas las encuestas. Y ganan terreno aquellos que quieren acabar con esta patrimonialización de las instituciones por parte de PP y PSOE que recibe el púdico nombre de bipartidismo. 
 
Ellos mismos lo liquidaron al fallarles el proceso interno de cambio. El debate a dos fue una desesperada defensa de su duopolio. Era totalmente ajeno a la actual realidad política de España. (...)".
 
Frustración
 
Murió el bipartidismo en España. Una nueva etapa política comenzó en ese país al aparecer 2 nuevas fuerzas que le disputaron el poder a los tradicionales PP (Partido Popular) del actual 1er. Ministro, Mariano Rajoy, y al PSOE (Partido Socialista Obrero Español), de Pedro Sánchez. 
 
Se trata de Podemos –los insurgentes anti-austeridad- y Ciudadanos, el nuevo partido liberal. 
 
“Las elecciones del domingo confirmaron el fin del sistema bi-partidista de España. El PP y los Socialistas se llevaron solo el 50% de los votos entre los dos, cayendo el 73% respecto de cuatro años atrás. Los nuevos partidos insurgentes no son todavía lo suficientemente fuertes para reemplazarlos. Pero tampoco pueden ser ignorados”, explicó la revista The Economist. 
 
Es que, por 1ra. vez en la historia de la democracia española –en vigencia desde el fin del régimen dictatorial de Francisco Franco- el partido que ganó las elecciones no tiene el número suficiente de escaños (173) como para formar Gobierno propio. 
 
Los resultados quedaron así: 123 escaños para el PP (29% del voto), 90 para el PSOE (22% del voto), 69 para Podemos (21% del voto) y 40 para Ciudadanos (14% del voto). “Durante 33 años, 2 partidos han gobernado España por turnos. Ya no más”, sentenció la revista. El domingo 20/12 en España, la mayoría de los votantes “vociferó su frustración (…) no solo con la austeridad, sino también con los estancados, cerrados y a menudo corruptos partidos establecidos y las instituciones que ellos apoyan,” afirmó The New York Times.
 
The Economist: “Los votantes se vengaron el domingo”
 
Precisament, España, a pesar de ser el país que más crece en Europa (en una comparación proporcional), no logra disminuir de manera significativa el desempleo, que llegó a un pico de 27% en 2013 y está hoy en 21%. 
 
Hace años que España viene siguiendo las reglas europeas de ajuste y devaluación interna estoicamente, pero mientras el ciudadano común español sufre, los partidos establecidos se cuidan a sí mismos “mediante la corrupción”, acusa The Economist. 
 
Por eso, “los votantes se vengaron el domingo”, pero “ahora deben vivir con los resultados.” 
 
Según el periódico hondureño La Prensa, las raíces del fin del bipartidismo están en los años de crisis, los escándalos de corrupción y las dolorosas políticas de austeridad, que fueron las que concibieron el fenómeno Podemos –surgido de profesores universitarios y activistas sociales-.  
 
La crisis institucional que estos hechos produjo, que derivó en la abdicación del rey Juan Carlos I en su hijo Felipe VI, es la que ahora llevará a una nueva generación de políticos al Parlamento. Tras la victoria de la izquierda de Alexis Tsipras en Grecia en enero y la llegada al poder en Portugal de una coalición de partidos de izquierda –pese a que la derecha fue la más votada-, Mariano Rajoy deberá luchar para evitar “convertirse en el 3er. líder europeo en ser expulsado este año tras imponer impopulares políticas de austeridad”, explica el diario The Wall Street Journal.
 
New Statesman: “Un nuevo mundo político emergiendo”
 
La revista de izquierda británica New Statesman advirtió en febrero 2015 que en Europa se está dando un cambio político a una velocidad tan alta, que lleva a formularse la siguiente pregunta: “¿Podrán nuestros partidos establecidos mantenerse a ritmo? De Escocia, España y Grecia vemos un nuevo mundo político emergiendo”, dice la revista. 
 
La vieja política se ve muy desgastada y probablemente por ello, hay novedades que están logrando penetrar. Estas están siendo impulsadas por un grupo de activistas y pensadores que no esperan que los políticos les presenten alternativas para prefigurar una sociedad mejor, sino que las imaginan y las crean ellos. 
 
“Más allá de las interpretaciones en clave doméstica, que España se acueste en la incertidumbre de quién será el próximo presidente es un nuevo factor de riesgo en la eurozona”, advierte la revista colombiana Semana. 
 
Podemos: raíces populistas
 
El ascendente partido político Podemos participó por 1ra. vez en las elecciones europeas de 2014, 4 meses después de haber sido formado. Fue una elección en la que se volvió el 4to. partido más votado de España. 
 
Según Wikipedia, los principales rasgos ideológicos del partido liderado por Pablo Iglesias son el igualitarismo o defensa de igualdad de oportunidades y el reparto de la riqueza, para atajar las desigualdades derivadas del capitalismo y la crisis. 
 
El periodista catalán Salvador Aragonés describió que sus raíces están “en Marx y Lenin y un populismo imitando a la Venezuela de Chávez y al peronismo argentino,” y advirtió que de llegar al poder, podría terminar en una “dictadura cerrada”, al primar la igualdad sobre la libertad. 
 
¿En qué coinciden las 2 fuerzas nuevas? Tanto Podemos como Ciudadanos quieren materializar una reformar electoral para introducir la representación puramente proporcional, una movida que la abriría la puerta a la izquierda y derecha extremas –en avance en otras partes de Europa-, según advierte The Economist.
 
Ciudadanos, el partido “atrapalotodo”
 
Ciudadanos fue fundado en 2006 en Barcelona y a través de los años se fue expandiendo al resto de España, hasta lograr representación en diversos órganos legislativos de comunidades autónomas, en el Parlamento Europeo y en algunos municipios del país. Se autodefine como constitucionalista, postnacionalista  y progresista. 
 
El profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona, Oriol Bartomeus, lo caracterizó como un partido de derecha en cuanto a economía (liberalismo y cercanía a las empresas) pero con un prisma social de izquierdas, según publicó el diario español ABC. 
 
Otros politólogos consultados por el medio coincidieron en que el partido liderado por Albert Rivera se caracteriza por una calculada ambigüedad que le permite captar un voto transversal de izquierda y derecha, y uno de ellos lo llama un partido “atrapalotodo”. 
 
Para Ignacio Martín Blanco, su estrategia se puede resumir en lo dicho por Lord Henry, el personaje de El retrato de Dorian Gray: “Definirse es limitarse”.
 
2 miradas: ¿Los conservadores perdieron o Podemos no ganó?
 
Hay 2 maneras en que pueden ser leídos los resultados del 20 de diciembre, dice Tim Worstall, de la revista Forbes:
 
> una es que los conservadores perdieron, y 
 
> la otra es que Podemos –aunque le fue bien- fracasó en dar el salto que le permitiera convertirse en el segundo partido de España. 
 
La 1ra. mirada (la derrota de los conservadores), muestra una insatisfacción general con las políticas económicas de austeridad. 
 
La 2da. tranquiliza a Worstall porque significa que la cantidad de gente “que mira a la imbecilidad económica venezolana como una alternativa, es más pequeña” de lo que se temía. 
 
“Lo que es bueno, porque no querríamos sujetar a España al mismo tipo de aflicción económica sobre la que preside Maduro, más allá de la alegría de ver las política española transformada,” explica Forbes.
 
Españoles contra la austeridad
 
Hace 6 meses, existía la posibilidad de que Podemos lograra una victoria como la de Syriza en Grecia. Y básicamente por la misma razón: las limitaciones del sistema de la Unión Europea dificulta a los gobiernos aplicar políticas económicas sensatas en momentos de crisis. 
 
“Los líderes europeos y los economistas todavía están atrapados en un debate encendido sobre si las políticas de austeridad han hecho más para ayudar o lastimar a la gente de la región, particularmente en el altamente endeudado sur de Europa”, afirma The New York Times. 
 
Luego agrega: “Pero en una cercana aproximación a la elección de octubre en Portugal, una mayoría de los españoles votó contra lo que había sido un gobierno de mentalidad austera. Estos resultados siguieron al repudio a un gobierno de austeridad en Grecia al principio de este año.” 
 
Pero aunque los votantes rechazaron la austeridad, aun así “los partidos anti-austeridad deben responder a los mercados financieros y balancear el presupuesto nacional”, advirtió el Times, tal como pasó en Grecia. Y los números están “apilados en contra de las políticas de la vieja izquierda y sus gastos enormes en estados de bienestar.”

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