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SALLY NORTON
8 elecciones que le impiden a Ud. bajar de peso
Cada persona es diferente y dependiendo de la genética, muchas tienden a localizar la grasa en las caderas, otras en los glúteos y otras en la parte abdominal. Si tú eres de estas personas, te será más fácil eliminar la grasa acumulada en esta zona. Prueba ejercicios nuevos como el yoga que te ayudará a bajar el abdomen. Sin embargo, por diversos motivos, bajar de peso es, a menudo, un desafío interminable y casi imposible. Pero la clave puede resultar que se está haciendo algo que está mal. Si estás por la etapa de los 40 debes saber que tu metabolismo no es igual de rápido como a los 20 años. El organismo en más lento y perezoso y esta zona es la primera en delatar que estás fuera de forma, es por eso que la edad es algo que debes considerar. Por eso es importante leer esta nota.
02 de diciembre de 2015 - 11:38
Cuando se intenta perder peso y llevar adelante una vida más sana, es común encontrar pequeños obstáculos en la vía.
Sucede que, por una convención socio-cultural, la mayoría recurre a supuestas 'dietas milagro' que prometen quemar cientos de calorías en pocas semanas o, incluso, a consejos dados por alguien que se haya puesto en forma rápidamente.
No obstante, una buena parte de aquellos que deciden quitarse esa molesta 'barriguita' cometen una serie de errores recurrentes como pensar que el régimen que siguen es algo meramente transitorio o comer los supuestos alimentos dietéticos que se venden, día si y noche también, como saludables en la televisión. Así lo afirma, al menos, la dietista Sally Norton, en declaraciones al diario «Daily Mail».
Norton, doctora especializada en pérdida de peso, indicó al medio británico Daily Mail los errores más comunes que cometen las personas cuando intentan adelgazar:
1. Creer que los hábitos alimenticios son transitorios
Un error muy recurrente es pensar que, para adelgazar, solo es necesario hacer régimen durante un tiempo y, posteriormente, se puede abandonar. Esta es una afirmación totalmente falsa, pues las dietas realmente efectivas no son transitorias, sino que enseñan al interesado la forma más sana de comer.
Por ello, no vale de nada renunciar a varios alimentos dañinos y calóricos si, unos meses después, se van a volver a ingerir. Y es que, entornes se volverá a ganar el peso perdido (o aún más).
2. Usar dietas genéricas o 'dietas milagro'
La dieta debe estar hecha a medida para una persona determinada, pues muchas veces no engordan los alimentos que se comen, sino -por ejemplo- las horas a las que se ingieren o las pequeñas «manías» como tomarse un trozo de chocolate cuando llega el estrés del trabajo.
Con todo, hay que entender que el régimen es una inversión a largo plazo y cuyas pautas habrá que seguir para siempre. Eso sí, cuando sea elaborado por un experto, pues seguir las famosas dietas milagro durante mucho tiempo puede ser peligroso.
3. Una negación respecto a tus hábitos alimenticios
En vez de pensar qué estás comiendo, la doctora recomienda pensar en cuándo, dónde y por qué estás comiendo.
Hay personas que tienden a comer sano en su hogar, pero desordenarse en la oficina. En esos casos es posible que se esté comiendo para lidiar con las presiones propias del trabajo.
Norton también comenta que hay quienes suelen comer algo muy azucarado a media tarde para así tener un "impulso de energía", hábito que puede ser contraproducente cuando se intenta perder peso.
El entender por qué se está comiendo de más o de forma poco sana es clave para que las personas se hagan cargo de esos errores.
Entendiendo por qué comes de más, te ayudará a controlar esos impulsos.
4. Estás perdiendo masa muscular
A medida que avanza la edad, se pierde masa muscular. Es un proceso normal que puede afectar el metabolismo, por lo que la doctora recomienda mantener el hábito de hacer ejercicio para así tonificar los músculos.
Además, es importante consumir proteínas ya que estas -en conjunto con la actividad física- ayudan a tonificar los músculos y a tener un cuerpo más esbelto.
5. No estás durmiendo lo suficiente
Las horas de sueño pueden tener mayor efecto en tu peso del que crees, por lo que la especialista recomienda respetar dichos horarios.
De acuerdo a Sally Norton, investigaciones han demostrado que una noche de mal sueño nos hace consumir más calorías el día siguiente.
A pesar de que puede parecer un estereotipo, lo cierto es que el sueño puede influir de forma determinante en las dietas.
De hecho, varias investigaciones han demostrado que una mala noche hace que el cuerpo desee alimentos más calóricos y con más azúcar al día siguiente.
Todo ello, debido a que busca desesperadamente la energía que no ha logrado descansando.
Por ello, procura dormir tus 8 horas diarias y reduce tu ansiedad haciendo ejercicio físico, pues las hormonas que segrega tu cuerpo cuando estás estresada impide que puedas perder peso.
6. Estás alimentándote de comida que "parece sana", pero no lo es
Desde que la población empezó a cuidarse son muchas las empresas que venden sus productos como 'sanos' cuando, realmente, cuentan con una gran cantidad de calorías. Así pues, las empresas venden como saludables alimentos con una gran cantidad de azúcares como zumos de frutas, barritas dietéticas o ensaladas llenas de salsas cuando, realmente, no lo son.
Lo mejor es revisar el valor nutricional de los alimentos antes de comprarlos.
Las barras de cereal, jugos de frutas, ensaladas con salsas calóricas son sólo algunas de estas "trampas".
Las compañías saben que las personas intentan consumir alimentos sanos, por lo que frecuentemente etiquetan sus productos como si lo fueran. El problemas es que muchas veces se trata sólo de una decisión publicitaria y siguen conteniendo altos niveles de grasa o azúcares.
La doctora recomienda analizar qué se está comiendo y si realmente es bueno para nuestra salud.
7. Estás comiendo para lidiar con la presión
Cuando estamos estresados buscamos alimentos ricos en grasas o azúcar, ya que nos brindan placer y nos hacen sentir mejor.
No son pocas las investigaciones que afirman que, en los momentos de tensión (cuando aumenta en nuestro cuerpo el cortisol, también conocida como la 'hormona del estrés'), el organismo tiende a recurrir a alimentos calóricos y azucarados.
Puede que sea difícil, pero la experiencia dice que es mejor empezar una dieta en momento de mayor estabilidad emocional.
En base a eso, Norton recomienda hacer cambios en nuestro estilo de vida para evitar las tensiones innecesarias.
8. Quieres resultados demasiado rápidos y fáciles
Es común que las personas se frustren con los resultados de su dieta o que recuperen el peso perdido en poco tiempo.
La doctora hace énfasis en que cambiar el estilo de vida por uno más sano "es hacer cambios pequeños, sostenibles en el tiempo", no sacrificarse al extremo por una semana, para luego volver a prácticas poco saludables.
"Los hábitos pueden tardar entre 18 a 254 días para mantenerse, así que un poco de persistencia puede ser requerida", sentencia Norton.
Un dato más: Carbohidratos
Eliminar los carbohidratos, tal como lo hacen muchas personas, principalmente a la hora de intentar bajar de peso, no es una opción saludable para el organismo y Norton asegura que éstos han adquirido una mala fama.
La nutricionista manifiesta que la cuestión es saber elegir qué carbohidratos ingerir pero que no deben ser eliminados de la dieta.
Por su parte ella aconseja optar por cereales integrales. Norton al igual que muchos otros nutricionistas asegura que los carbohidratos complejos, de absorción lenta son los que ayudan a sentirse llenos y aportar energía al organismo, mientras que aportan nutrientes saludables y fibra esencial.
Justamente los cereales integrales poseen este tipo de carbohidratos, al igual que algunas frutas y verduras, las legumbres y los frutos secos.
Los carbohidratos que sí se deben eliminar, o al menos disminuir su consumo son los refinados, “los blancos” ya que el proceso de estos elimina el salvado del grano entero y el germen que son quienes contienen una importante cantidad de antioxidantes, vitaminas del complejo B, proteínas, minerales, grasas y fibra saludable.
Por este motivo se pierden muchos nutrientes que sí se adquirirán si se consume directamente el grano integral.
Además los carbohidratos refinados blancos tienen más probabilidades de contener niveles altos de grasa y azúcar por lo que además de no ser tan nutritivos son los que pueden perjudicar al organismo.
Éstos son consumidos rápidamente y el cuerpo vuelve a solicitar alimentos en menor tiempo, además de generar sentimiento de hinchazón o pesadez después de ingerirlos.
Sin embargo los cereales integrales, por su contenido de fibra favorecen los procesos digestivos, son bien asimilados y son lentamente absorbidos por el organismo como una especie de almacenamiento de energía para el mismo, haciendo que uno se sienta más lleno por más tiempo con cantidades más pequeñas.