Dicen que la tierra de Espinoza es fértil para... Flores

Su actual intendente, Fernando Espinoza, es el principal artífice de esta veloz debacle. Las denuncias en su contra por violencia política y clientelismo lo convirtieron en un personaje éticamente y moralmente repudiable. Y el colmo fue que en las antípodas de la lógica política, él se aventuró a apoyar hace unos meses al gobernador entrerriano, Sergio Urribarri.

"El Pato tiene todo acompañamiento del peronismo de La Matanza", confió el intendente Fernando Espinoza, al tiempo que elogió a Urribarri con estas palabras: "Es un cuadro político y uno de los mejores dirigentes con los que podemos contar a lo largo y a lo ancho del país". Claro… fue antes de que al chofer del entrerriano le encontraran varios kilos de cocaína y su imagen cayera a pique en las tierras de Justo José de Urquiza.

Y si se suma la inseguridad que ya aterroriza a sus habitantes, más las deficiencias de gestión en salud, vivienda y falta de infraestructura básica, es natural que el electorado se sienta obligado a buscar candidatos alternativos.

La basura política es como la órgánica, con el tiempo se va convirtiendo en abono, o sea en tierra fértil para otras propuestas. Hay matanceros que, buscando alternativas, inclusive miran hacia Gregorio de Laferrere, dicen algunos en San Justo. Allí se encuentra la Cooperativa La Juanita, baluarte social y político del “lilito” Héctor Toty Flores.

A través del espacio político Movimiento Social por la República (MSR), aliado al FAUnen, y que a nivel nacional juega con la diputada Elisa Carrió, Flores tomó nota que el votante peronista no ve en sus dirigentes la ideología que fundara Juan Domingo Perón y representara Eva Duarte, como tampoco la voluntad de ejercerla. En resumen, el matancero siente que el peronismo está en la gente humilde pero no en las estructura partidarias.

A pesar de haber nacido en Entre Ríos, Flores se considera un matancero de pura cepa, ex canillita, ex metalúrgico, legendario piquetero rebelde, terco emprendedor y ex diputado nacional. En La Matanza lo conocen bien: hizo de la nada La Juanita en donde funciona la cooperativa de trabajo, una panadería, se enseñan oficios y hay una escuela, nunca aceptó planes o dineros del Estado para no “prostituirse políticamente”, suele decir. Su esencia política es simple: honestidad, dignidad, cultura del trabajo y la educación. 

Espinoza es la contracara. Su verdadera carrera política comenzó cuando ofició de chofer del intendente Alberto Balestrini. Caminó de su lado desde los ‘80 y enseguida comenzó su ascenso: fue concejal en 1999 y, en su segundo mandato, presidió el Concejo Deliberante.

Cuando para la mayoría de los vecinos era un desconocido, asumió como intendente en 2005. Es que Balestrini se había convertido en hombre clave para el kirchnerismo en la provincia por lo que fue impulsado a la Legislatura y luego acompañó a Scioli como candidato a vice.

Entonces, La Matanza, el bastión peronista que lo había hecho referente, quedó en manos de quien se había ganado su confianza por su trabajo como puntero en 177 villas y asentamientos del municipio.

El futuro

Espinoza es consciente que la división que enfrenta el Frente Renovador de Sergio Massa en La Matanza le resta oportunidades de hacer una buena elección en 2015. Ni hablar de las posibilidades del Frente para la Victoria...

Él también conoce que sus propias ambiciones de llegar a la gobernación bonaerense se han convertido en absurdas más que en utópicas. Alineado hoy con el gobernador Daniel Scioli, el alcalde se ha convertido más en un lastre que en una plataforma para el triunfo electoral.

Para el mandatario provincial, La Matanza es una provincia adentro de la provincia y la provincia de Buenos Aires es un país adentro de un país, y sin sus votos él no será nada.

Hay un rumor que indica que Scioli quiere llevarlo al frente del Ministerio de Gobierno bonaerense. No se sabe para qué. ¿Podría él contener a los intendentes tentados por el massismo y enojados con el kirchnerismo y el sciolismo? Lo cierto es que Espinoza no tiene atado el municipio. Todo lo contrario. Cualquiera puede hacer un desastre en La Matanza. Inclusive Flores podría complicar algunos planes. Y si fuese por el peronismo (que anda a la deriva), más terrible todavía.

No es seguro que Flores sea el candidato a alcalde del partido más popular de La Matanza. Por más que el totysmo así lo quiera, todo dependerá de la estrategia electoral que Carrió y el matencero decidan.  Aún así, la simple idea de que se postule pone nerviosa a todas las variantes del PJ, incluso al FR.