EL CASO ALFONSO

La política detrás de la prostitución VIP

El escándalo en Concordia explotó a causa de un conocido locutor entrerriano con arresto domiciliario, pero se encuentra lejos de haber concluido: no es la primera vez que Entre Ríos es noticia por este tipo de acontecimientos. En mayo se descubrió que se contrataban jóvenes como promotoras, que luego eran obligadas a prostituirse durante las carreras de TC (Turismo Carretera). Ahora, el tema tiene otras connotaciones cercanas a la política.

PARANÁ (U24 Entre Ríos). Lo que aparentaba ser un caso aislado de maltrato de género, derivó en un grave hecho de trata de personas en el que irrumpió en escena un conocido locutor y animador radial, ahora radicado en Concordia, pero con una larga trayectoria en varios lugares de la provincia. Lo singular de esa “larga trayectoria” consiste en que siempre estuvo relacionada con la política. Y no de segundas, o terceras líneas, sino de las más importantes.

El suceso de Concordia, en el que una menor de 16 años fuera rescatada de donde supuestamente la tenía retenida el mencionado locutor para obligarla a prostituirse, no es el primero relacionado con el mundo de “las promotoras”. En mayo de 2014, Urgente24 daba a conocer lo acontecido con otra menor que fuera rescatada de manos de una organización que también la retendría con el mismo fin de prostituirse en las carreras de TC, que se habían realizado en Concordia y Concepción del Uruguay.

En esa oportunidad se conoció que el Gobierno de Entre Ríos, por medio del Ministerio de Turismo, había gastado algo más de $1,5 millón para la contratación de promotoras para trabajar en esas ciudades durante el desarrollo de las carreras para promocionar las distintas ofertas turísticas de la provincia.  

Pero el caso de Concordia tiene otras connotaciones, aunque también en el marco del mundillo de las promotoras, aunque en este caso sería para realizar otro tipo de promociones. La valiente denuncia de la madre de la menor rescatada, sobre los motivos por la que la tendría retenida el locutor, puso de manifiesto algo que hace mucho se sospecha, no solo en esa ciudad. La relación de la política con ese mundillo de las promotoras y sus “gerenciadores”.

El Ministerio de Turismo de Entre Ríos, a cargo del ministro Hugo Marsó, ex intendente de Colón, no sólo ha contratado promotoras para esas competencias automovilísticas, sino también para otras promociones en distintos lugares del país, casi siempre a la misma empresa. Las promociones que realiza el ministro son altamente costosas, lo que puede corroborarse con solo visitar la página web de ese ministerio.

Volviendo al tema de Concordia, una de las cosas que llamó la atención fue que al hacer la denuncia en la policía provincial y en la justicia provincial, no obtuvo respuestas. Solo cuando recurrió a la policía federal asentada en esa ciudad obtuvo la ayuda necesaria. Esa circunstancia abrió una serie de dudas y sospechas del porqué de esa actitud por parte de la justicia y la policía provincial.

El relato posterior de la mujer generó aún más incertidumbre al señalar que el lugar al que había sido llevada su hija para ser prostituida era una quinta donde hacían fiestas entre personas de mucho poder a las que incluso ella había votado. Es fácil imaginar a que se refería.
U24 Entre Ríos trató de realizar algunas averiguaciones y pese al fuerte hermetismo que existe, pudimos conocer que el lugar donde se realizaban las fiestas sería una quinta propiedad de un comerciante local muy importante dedicado al rubro panadero.

Respecto a los nombres de los participantes de las fiestas hay distintas versiones porque, según algunos comentarios, los visitantes no son siempre los mismos. Otra versión señala que los “fiesteros” serían parte de los mismos que llevan adelante ese mismo tipo de fiestas en quintas muy importantes de la zona del Acceso Norte de  Paraná.

El negocio de las agencias para contratar promotoras ha tenido un desarrollo muy llamativo en Entre Ríos a partir de la actual gestión, sin dudas motivado en el interés del gobierno por promocionar las bellezas entrerrianas y fundamentalmente los carnavales. Esas fiestas monumentales donde “todos” pueden divertirse y disfrutar.

No esas otras donde solo se divierten unos pocos, que disfrutan las “mieles” del poder.