CITRÍCOLA AYUÍ
Empresa de Narváez dicen que libró cheques sin fondos
La web El Entre Ríos, heredero digital del periódico fundado el 01/05/1883, en Colón, Entre Ríos, por Apolinario Ecolístico Sanguinetti, afirmó: "La empresa del Grupo De Narváez atraviesa una severa crisis que se tradujo en despidos y en la emisión de cheques sin fondos por $ 9.545.655. Habría un salvavidas financiero, que otra vez podría ser chino." Deberá recordarse que el gobierno de Sergio Urribarri apeló a capitales chinos para endosarles la cooperativa láctea de Paraná y el frigorífico San José.
CONCORDIA (Elentrerios.com). Citrícola Ayuí tiene 52 años de trayectoria y uno de sus principales propietarios es el millonario empresario y dirigente político Francisco De Narváez. Su planta de empaque está ubicada en Villa Zorraquín, en las afueras de Concordia. Desde su página web, la firma se enorgullece de sus 350 empleados directos y dice comercializar "anualmente 40.000 tn. del mejor citrus: naranjas, mandarinas, pomelos y limones con las marcas Ayuí, Yeruá, Dot, Timbal y Saxum, destinadas al mercado externo e interno".
Pero su presente dista y mucho de parecerse a la imagen que otrora supo forjar y que aún proyecta en internet. Quienes siguen de cerca la actividad, aseguran que la declinación de la firma es un proceso que viene de lejos y que se ha visto agudizado por las serias dificultades que afronta el sector citrícola exportador, que ha perdido competitividad en el mundo.
Por estas horas, hay suma preocupación en empresas que forman parte de la cadena del sector citrícola y que mantienen una relación comercial con Citrícola Ayuí. Entre ellas, estaciones de servicios, proveedores de neumáticos, ferreterías, servicios de recolección y empaque, etc.
La angustia afecta en particular a sus trabajadores, ya que en las últimas semanas se habrían producido una decena de despidos de personal contratado y se teme que, de no haber una fuerte inyección de recursos, la reducción de la planta de obreros se acelere.
Otro impacto mayúsculo tiene por blanco a productores de citrus de Chajarí y Mocoretá, que vendieron su fruta a Citrícola Ayuí y hoy se encuentran con que los cheques con los que percibieron la fruta han sido rechazados.
Tratándose de cheques post datados, muchos de los acreedores los habrían vendido para hacerse de inmediato del efectivo, por lo que el efecto dominó también incluiría a los financistas que los adquirieron.
En la página del Banco Central de la República Argentina donde se informa sobre los cheques rechazados, insertando el CUIT de Citrícola Ayuí se puede verificar que hasta octubre de 2014 son 260 los "rechazos sin fondos" por un importe que suma $ 9.545.657.
En un sólo día, el 24 de octubre, los cheques rechazados por falta de fondos acumularon $ 2.380.000.
A la espera de un salvavidas
Aunque hasta el momento ningún directivo de la empresa tomó contacto con los medios de comunicación, fuentes bien informadas aseguran que el Grupo De Narváez habría resuelto no recurrir al Concurso de Acreedores ni tampoco declarar la quiebra.
Desde la firma han prometido que en los próximos días la situación se recompondría a partir de una inyección de fondos, sin precisar sobre quién o quiénes los aportarían.
Entre las versiones, circula una que señala el interés del mismo grupo empresario chino que invirtió en el Frigorífico San José y Cotapa, y que estaría dispuesto también a desembarcar en Citrícola Ayuí. No se descarta que el oficialismo provincial lo haya tentado para adquirir la firma de De Narváez.
Citrícola, clave para el cupo de importaciones
Si bien la citricultura en general y de manera especial la exportación de fruta fresca atraviesa problemas de competitividad que han reducido de manera significativa su rentabilidad en los últimos años, Citrícola Ayuí habría reportado al Grupo De Narváez un beneficio extra.
Gracias al cupo de exportaciones de Citrícola, De Narváez conseguía como contrapartida la autorización del Estado para llevar adelante importaciones desde otras empresas del grupo.
Vale tener presente que a De Narváez se le atribuye la propiedad de una veintena de firmas en Argentina y en el exterior, y, entre ellas, su participación en la propiedad de América TV.
Los vínculos con Sergio Urribarri
Aunque en política transiten por veredas diferentes, las relaciones entre Sergio Urribarri y la empresa de Francisco De Narváez no han sido tirantes ni nada que se le parezca.
En medio de una situación crítica del sector citrícola exportador, en el año 2011, la inauguración de una nueva línea de empaque en la planta de Villa Zorraquín contó con la presencia de las autoridades provinciales, que interpretaron el hecho como un signo evidente de que la crisis era inexistente y que había empresas que habían sabido invertir y crecer.
Mucho más cerca en el tiempo, apenas un año atrás, en octubre de 2013, el gobernador Sergio Urribarri visitó la planta. Esta vez, lo que se inauguraba era una nueva fábrica de jugos. Al menos, así fue presentado por la prensa oficial y por sus medios pagos.
Al compartir la presentación de las nuevas instalaciones por parte de los empresarios, el gobernador expresó su orgullo por este emprendimiento y aseguró que esto es también resultado de las políticas públicas implementadas en Entre Ríos y de la complementación con el sector privado.
Recordó que en su campaña electoral de los años 2006 y 2007, antes de ser gobernador, decía que el principal desafío de la provincia era generar un gran complejo agroindustrial y agroalimentario que le dé valor agregado en origen a la producción primaria. “Las inversiones de riesgo como ésta y como tantas otras que se dan en la provincia es una muestra cabal de que lo estamos logrando”, señaló Urribarri.
Son estos antecedentes, que vinculan a la citrícola de De Narváez con Sergio Urribarri, los que alimentan las especulaciones de que el gobernador se involucraría personalmente para gestionar el auxilio económico que no deje caer a una empresa que da trabajo directa e indirectamente a no menos de 1500 personas.
Es que, como es obvio suponer, una eventual quiebra de la empresa también dañaría su imagen a nivel nacional y se daría de patadas con el mensaje de que Entre Ríos vive momentos de histórica industrialización y crecimiento.