CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). ¿Podría un banco como Macro cotizar sus certificados ADR en el Nasdaq neoyorkino si no hubiese informes de calificadoras de riesgo que informaran sobre las cuentas de la entidad que preside Jorge Brito?
SIN CALIFICADORAS
Vanoli expulsa a los bancos de las bolsas
Sin calificadoras de riesgo no hay ni emisión de acciones para su colocación en los mercados de valores de renta variable ni emisión de deuda privada, al menos a tasas pagables. Sin embargo, Alejandro Vanoli afirma que el sistema financiero argentino podrá prescindir de los estándares del mercado de capitales global, y bastará con lo que informe la muy cuestionable Superintendencia de entidadades del Banco Central.
29 de noviembre de 2014 - 00:00
¿A quién le creerá más un potencial inversor en New York? ¿Al Banco Central de la República Argentina, entidad de un país en default financiero parcial desde hace más de 1 década interrumpida, o a una calificadora de riesgo estándar con presencia global?
Todas las respuestas son sencillas. Las complica Alejandro Vanoli porque él es necio, obtuso y caprichoso. Pero la sociedad global tiene estándares, y los cumple hasta China, pese a su voluminoso mercado interno.
A ver: Vanoli se queja, correctamente, del rol de las calificadoras de riesgo durante el período anterior al inicio de la crisis subprime en USA, que luego se trasladó a otros mercados.
Pero el Estado argentino ha 'truchado' índices diversos a través de su Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
Peor aún: Vanoli es presidente del Banco Central de un país para cuyo gobierno la inflación minorista anual es 24% cuando para el resto de la sociedad es 40%. Y que tiene un dólar a $8,54 y otro a más de $12 o $ 13 o $14 o $15 porque se ignora cuánto valdría si no hubiese tanto control policial/judicial...
Y el propio BCRA no está informando en tiempo y forma acerca de la evolución de sus cuentas.
Algo más: durante los años que Vanoli fue titular de la Comisión Nacional de Valores, ¿qué logros consiguió que hayan incrementado el mercado de valores local? Ninguno. Por lo tanto, ¿cuál es la idoneidad de Vanoli para opinar en estas cuestiones?
Sin embargo, Vanoli ha decidido que él puede conseguir que los bancos argentinos cumplan con otras normas.
El Banco Central tomó ayer (N. de la R.: viernes 28/11) una medida que reduce significativamente la influencia de las calificadoras de riesgo en la operatoria diaria del sistema financiero. Dejó sin efecto una resolución que obligaba a los bancos a contratar a esas agencias para evaluar su desempeño.
Sin esa calificación estaban inhibidos para realizar operaciones habituales de financiamiento, como los pases entre bancos y transacciones similares. El directorio de la autoridad monetaria derogó esa disposición, sancionada a finales de los ’90 en base a los parámetros internacionales establecidos en Basilea II.
En la práctica implicaba “una virtual privatización de las evaluaciones de riesgo”, como lo definió ante este diario Alejandro Vanoli, presidente del BCRA. A partir de la crisis global de 2008, el G-20 puso bajo revisión aquellos criterios y empezó a sugerir que los organismos públicos retomen el control de las mediciones de solvencia y desempeño del sistema financiero.
“La medida apunta a recuperar el carácter público de la supervisión”, destacó Vanoli. En lugar de requerir la nota de las calificadoras de riesgo, de acá en más los bancos deberán regirse por las exigencias que establece el Banco Central. “En el caso de exposiciones crediticias con otras entidades financieras, la calificación que deberá emplearse es la que asigna la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, utilizando el sistema Camelbig”, explicó el BCRA en un comunicado. El sistema Camelbig fija requisitos mínimos de liquidez, activos, capital y administración del management, entre otros.
La disposición del Central también elimina la exigencia que pesaba sobre empresas de obtener una calificación de una agencia de riesgo para poder solicitar financiamiento a los bancos en determinadas operaciones. Ahora alcanzará con que las compañías demuestren que se encuentran en situación normal en la central de Deudores del Sistema Financiero y que no registren cheques rechazados por insuficiencia de fondos en los últimos doce meses. En tanto, en exposiciones con compañías de seguros, se deberá realizar el análisis crediticio, teniendo en cuenta la información que publica la Superintendencia de Seguros de la Nación, mientras que en el caso de los mercados de valores, éstos deberán contar con autorización de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
La decisión del Banco Central es uno de los pasos más firmes para reducir la injerencia de las calificadoras en el sistema financiero. “Haber dejado la supervisión en manos de esas agencias es una de las razones de la crisis internacional”, interpretó Vanoli ante Página/12. Reprochó, por ejemplo, el comportamiento procíclico de las agencias, que primero fueron permisivas para juzgar al sistema financiero cuando se inflaban burbujas especulativas como las hipotecas subprime en Estados Unidos y después actuaron con rigor para limitar el crédito cuando éste más se necesitaba en medio de la caída de las economías. “Las calificadoras pueden dar una opinión más, pero no determinar la política monetaria o de supervisión de los países”, explicó el titular del Central.
En las sucesivas cumbres de presidentes del G-20 se fueron marcando límites para el funcionamiento de las calificadoras, y de a poco el gobierno argentino y los organismos reguladores van aplicando esas recomendaciones. La ley de mercado de capitales aprobada hace dos años hizo avances en la misma dirección al permitir el funcionamiento de calificadoras universitarias.
El servicio de calificaciones está dominado a nivel internacional, y también local, por empresas como Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch. Su participación todavía sigue siendo decisiva en las emisiones de deuda, pero de a poco su influencia se va recortando.