NUEVO ESCÁNDALO EN LA AFIP

Hotesur II: Los amigos de Echegaray, el inexistente piso C y el lavado de dinero

Dos importantes funcionarios del organismo recaudador que comanda Ricarda Echegaray habían conformado una empresa fantasma en Neuquén, de similares características a la sociedad hotelera trucha de Cristina Fernández. Ambos, hombres de confianza del titular de la AFIP.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24El licenciado en informática Guillermo Jorge Fabián Cabezas Fernández es uno de los funcionarios de mayor confianza del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray. 
 
A sus 49 años, ocupa uno de los principales lugares en el organigrama de la administración fiscal: se desempeña como subdirector general de Sistemas y Telecomunicaciones. Pero su función no sólo consiste en garantizar el funcionamiento de las computadoras. Va mucho más allá, al punto que sería uno de los principales funcionarios que intervino en el escándalo de la exCiccone Calcográfica. 
 
En tanto, el abogado Sergio Raúl Vargas, que el 4 de diciembre cumplirá 48 años, es otro de los principales colaboradores del titular de la AFIP. Y también habría formado parte del Boudougate. 
 
Según una investigación del diario 'La Nación', habría sido uno de los operadores que trabajó para que el procesamiento que dictó el juez Ariel Lijo, que incluyó al vicepresidente Amado Boudou, no alcanzara a Echegaray. 
 
Echegaray, Cabezas Fernández y Vargas se conocen de la época en que eran adolescentes, habiendo egresado en el año 1984 del Liceo Naval Militar Almirante Brown de Ensenada. Los 3 fueron entusiastas defensores de Videla, Viola y Massera.
 
Estos funcionarios que hoy forman parte de la AFIP están unidos por oscuros negocios muy similares a los que involucran a la presidente Cristina Fernández, sospechada de formar parte de una red de lavado de dinero proveniente de la política a través de sociedades hoteleras fantasmas. 
 
Según publica el diario platense 'Hoy', en enero de este año Cabezas Fernández y Vargas fundaron la empresa Aonikenk Apart SA, con sede en la calle Basavilvaso 287 Piso C de la ciudad de Neuquén. Se trata de una firma que, según consta en el edicto publicado en el 'Boletín Oficial' de esa provincia, está dedicada a la explotación, promoción, comercialización, desarrollo y administración de establecimientos turísticos y hoteleros;  el mismo rubro que utilizarían los funcionarios kirchneristas para el blanqueo de divisas, especialmente en El Calafate.  
 
Según publica el mismo medio, hay claros indicios de que Aonikenk sería una empresa fantasma. Entre ellos, el piso C no existe. En el lugar hay un edificio de departamentos, y los vecinos que allí viven nunca sintieron hablar de que en el inmueble funcionara una empresa turística, y no conocen a Cabezas Fernández ni a Vargas.
 
Cabezas Fernández, que actualmente vive en un country de Berazategui, trabajó en el Ministerio de Economía bonaerense ante de desembarcar en la AFIP, momento en el cual su patrimonio habría comenzado a incrementarse sustancialmente. 
 
El actual subdirector general de Sistemas y Telecomunicaciones de la AFIP habría sido uno de los funcionarios que, siguiendo las órdenes de Echegaray, definió los detalles de la escandalosa moratoria que se le concedió a la ex Ciccone para que pudiera levantar la quiebra y así volver a ser contratada por el Estado, luego de haber sido adquirida por los presuntos testaferros de Boudou a través de la misteriosa firma The Old Fun. El responsable de haber hecho el dictamen del plan de pagos fue Rafael Resnick Brenner, entonces jefe de gabinete de Echegaray, que luego del escándalo fue “premiado” con la jefatura regional de la AFIP en Salta, instalándose en el hotel cinco estrellas Alejandro I.
 
Por su parte, Vargas es un abogado al que el periodista Horacio Verbitsky vinculó como "enlace" entre la Armada y la justicia en el año 1999, denuncia que fue publicada por el diario 'Página/12'. Casi una década después, en marzo de 2008, ese mismo diario denunció que Vargas seguía prestando servicios en el Edificio Libertad (la sede de la Armada), como parte de un "grupo de contención" que servía a los marinos juzgados por crímenes durante la dictadura. Por esa razón, la ex ministra de Defensa, Nilda Garré, ordenó su desplazamiento. El letrado, sin embargo, halló rápido conchabo en el mismo gobierno que lo expulsó: hoy es uno los asesores de mayor confianza de Echegaray. Y sigue de cerca las causas judiciales que más preocupan al funcionario. Prueba de ello son las sucesivas actas del Foro Aduanero de lucha contra el Fraude Marcario, donde el abogado aparece directamente como interlocutor de la AFIP. También aparece en la denuncia por “presiones” que presentó Daniel Tunoni, un testigo clave en la causa de los subsidios truchos de la ex ONCCA, quien identificó a Vargas como asesor de Echegaray en dicho juicio. 
 
El abogado, además, fue señalado por el capitán Emir Sisul Hess, el primer piloto naval procesado por confesar su actuación en los llamados “vuelos de la muerte”. Hess señaló que cuando se inició esa causa, en 2002, fue a pedir socorro a la Armada, Y reveló: “A la semana se presentó en mi domicilio, en Bariloche, el teniente auditor Sergio Vargas, que ahora tiene el estudio Vargas-Carli”. El estudio ahora, según su página web, se especializa en combatir la piratería. ¿Se habrán investigado a ellos mismos?
 
Vargas no es muy cuidadoso con sus cuentas: tiene un cheque rechazado por $10,160.00.  Por su parte, Fabiana Marta Carli, la esposa de Vargas y socia en su estudio jurídico, trabaja en la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, junto a Carlos 'El Chino' Zannini. 
 
Según pudo saber Hoy, mantendría una estrecha amistad con uno de los hijos de Zannini que, habiendo sido militante de Vanguardia Comunista en los ’70, tiene un presente marcado por las peores prácticas del sistema capitalista.