Crisis en la F1: Caterham recauda US$ 1 millón para aliviar sus cuentas

Los administradores del equipo inglés, que por motivos económicos no pudo acudir a los grandes premios de Estados Unidos y Brasil, lanzaron el pasado viernes y hasta el 14 de noviembre una campaña para reunir el dinero que precisa para seguir en el Mundial.  

Esta situación se había originado cuando la Federación Internacional de Automovilismo había emitido un comunicado oficial en el que había dejado en claro que la situación que atraviesan los equipos como Caterham o Marussia había motivado la búsqueda de un recorte en los costos dentro del deporte en el futuro cercano.

Ese comunicado había expresado que las intenciones de la entidad que rige al automovilismo a nivel mundial eran las de no penalizar a ninguno de los dos equipos después de que estos vayan a perderse al menos dos de las tres carreras que restan del calendario. De este modo, a pesar de que la decisión final corresponde a los comisarios de la organización, el principal organismo del automovilismo confiaba en la generosidad de estos, por lo que no se adoptaría ningún tipo de represalia.

A tres carreras del final de la temporada, la Fórmula 1 se vio amenazada por el final del equipo Caterham, acorralado por las divisiones internas y los problemas financieros.

La controversia entre los compradores y los ex propietarios del equipo escaló notablemente en los últimos días, y nadie sabe exactamente quién es el jefe de equipo después de que Manfredi Ravetto dejara su cargo un par de semanas tras haber asumido.  

Incluso la fábrica de la escudería en Leafield fue cerrada provisionalmente. Ante estas dificultades, el jefe de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, no quiso asegurar si el equipo será ayudado y si tiene futuro alguno en la Fórmula 1.

El británico manifestó en declaraciones a la BBC que “es un poco complicado decir algo sin saber por completo lo que pasa” y opinó que “lo único que sé es lo que me han contado. No estoy seguro de que todo sea cierto”.

Por otra parte, el ex dueño y jefe del equipo, Tony Fernandes aseguró que “si compras algo debes pagar por ello. Es así de simple”. Fernandes respondió así a un comunicado de la escudería en el que se lo denuncia por no haber transferido las acciones de su propiedad.

El 29 de junio, Fernandes había acordado vender la escudería a Engavest SA, un grupo inversor del que hasta hoy se desconoce exactamente quién está detrás. Sin embargo, los nuevos propietarios de Caterham acusan ahora al anterior dueño de haberse negado a cumplir los pasos jurídicos necesarios para transferir sus acciones.

"Después de tres meses en los que el equipo de Fórmula 1 Caterham fue dirigido de buena fe, el comprador se ve ahora forzado a evaluar todas las posibilidades, entre ellas la retirada del equipo", indicó la escudería en otro comunicado. Pero Fernandes, el anterior dueño, calificó de "basura" las denuncias.

Mientras las acusaciones cruzadas crecían, el jefe de equipo Ravetto anunciaba que dejaba la escudería tras lamentar que “orgulloso de haber formado parte de un grupo extraordinario de personas, aún cuando haya sido por pocas semanas”

Finalmente, el administrador de la escudería, Finbarr O'Connell, indicó que “no estoy empacando todavía, aunque resta bastante por recaudar para el equipo” y subrayó que “una parte financieramente sólida ha manifestado interés y considera adquirir el equipo”.