CRISIS DE LA DEUDA

Ante un posible desacato, Cristina advierte a Obama: "Será su responsabilidad"

A través de una carta enviada al secretario de Estado, John Kerry, el gobierno argentino advirtió que una resolución de la justicia estadounidense que pueda "frustar" la reestructuración de la deuda soberana resultará una "ilegitima injerencia en los asuntos internos del Estado argentino", lo cual "comprometería la responsabilidad internacional" de USA. El juez Griesa resuelve este lunes si declara al país en desacato.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El gobierno argentino advirtió este viernes al gobierno de USA que una resolución de la justicia de ese país que pueda "frustar" la reestructuración de la deuda soberana resultará una"ilegitima injerencia en los asuntos internos del Estado argentino", lo cual "comprometería la responsabilidad internacional" de la administración estadounidense.
 
El mensaje fue enviado en una carta dirigida al secretario de Estado, John Kerry, que lleva la firma de la embajadora en Washington, Cecilia Nahón. La misiva se da a conocer horas antes de que el juez Thomas Griesa decida en Nueva York si declara a la Argentina en desacato por no cumplir con el fallo que la obliga a pagarles a los holdouts la totalidad del valor de sus bonos en default. 
 
De acuerdo al carta enviada al despacho de Kerry, "los demandantes" (Nahón nunca habla de "fondos buitres") extendieron su "acoso judicial" a los bonistas que ingresaron a los canjes de deuda. De acuerdo al escrito la estrategia se basó en "una interpretación irrazonable" de la cláusula pasi passu, cuyo objetivos sería el de "impedir a la Argentina pagar los vencimientos de intereses" de la deuda reestructurada. 
 
La misiva agrega que la decisión de Griesa, avalada en otras instancias del sistema judicial estadounidense, "son contrarias al apoyo internacional" hacia a la Argentina, incluido el del gobierno de USA, que presentó un Amicus Curiae. 
 
La carta califica como "un mayor disparate jurídico" la solicitud de los holdouts de que se declare a la Argentina en desacato y le recuerda al gobierno de USA que en su presentación de Amicus Curiae "reconoció", atento al derecho internacional, que un juez local no puede tomar esa resolución contra un "Estado extranjero"
 
"La mera solicitud de imponer una medida que en sí misma es ilícita por ser contraria al derecho internacional es, además, lesiva a la dignidad del Estado. Una petición semejante sólo puede ser rechazada in límine por ser ilícito su objetivo mismo", dice la carta. 
 
"Una declaración de desacato implicaría una escalada sin precedentes y aún muy superior, inclusive, a la decisión de retener o impedir el cobro por parte de los bonistas reestructurados. No se trata de solamente de la afectación de derechos de terceras personas, sino de vulnerar aún más la soberanía de la República Argentina", dice el escrito. 
 
El Gobierno también le envió un escrito al juez Griesa en el que reclamó que la "moción de los demandantes para que se aplique el desacato que le pide a esta Corte que aplique sanciones monetarias no debe ser acordada”.
 
"Este dislate debió ser rechazado de inmediato y sin necesidad de sustanciarlo", dijo el canciller Héctor Timerman al informar sobre el envío de las cartas en una declaración a la prensa en Casa de Gobierno en la que indicó que "esa pretensión (de los fondos buitre) implica un desconocimiento o una percepción alterada de las normas del derecho internacional vigente".
 
El canciller aseguró que los diferentes tratados de la ONU y la OEA a los que adhieren tanto Argentina como  USA reconocen “la igualdad soberana entre Estados” y advirtió que un potencial dictamen que declare a nuestro país en desacato por el tema de los fondos buitre “no solo viola de forma manifiesta el derecho internacional sino que es un antecedente que podría ser utilizado en el futuro” contra el país norteamericano.
 
El ministro advirtió que según las convenciones internacionales “en ningún caso” puede darse curso a “las medidas de apremio solicitadas por los buitres, sostener lo contrario atentaría contra las formas más básicas de convivencia internacional”.