CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- En el largometraje MadCity (“El Cuarto Poder” en español), se intenta presentar la relación entre los medios masivos de comunicación y su repercusión sobre la población en general (un reportero, Max Brackett o sea Dustin Hoffman, es castigado cubriendo un despido en un museo de ciencias naturales, pero que termina siendo la gran noticia porque deriva en una toma de rehenes que realiza Sam Baily, o sea John Travolta. El periodista ayuda a Baily a manejarse ante los medios de comunicación, con la intención de tener la exclusividad del caso y ganarle a las demás cadenas televisivas. 2 preguntas: ¿Hasta dónde llega el rol del periodista? y ¿Puede un periodista, en nombre de la primicia, olvidarse de su rol de damnificado posible por ese delincuente? (en la película, Hoffman también es rehén).
CUANDO TODO VALE
El caso Melina y el Motochorro: Una derrota del periodismo caníbal
Esta semana, más especificamente el pasado miércoles 24/09 por la tarde, 2 sucesos policiales ocurrieron casi en simultáneo monopolizando la atención de los medios de comunicación, que lo vivieron como un reality show sangriento: la aparición del cadaver de la joven Melina Romero y la entrevista que le realizó el periodista Mauro Viale (alias de Mauricio Goldfarb) al "motochorro" más famoso, durante la cual el sujeto incluso cuestionó a su víctima de aprovechar la situación. Si bien parecía una escena digna de la película "Mad City" (El Cuarto Poder) de Constantin Costa Gavras, donde la ética del periodismo se encuentra muy cuestionada, esto no fue ficción, fue real. De todas maneras, el reportaje logró su objetivo (¿$3.500 pagó la producción del programa? Es lo que dijo Fabián Doman que solicitaba el personaje cuando llamó a Canal 13/Endemol), y replicó 6 veces más que el hallazgo del cadáver de la adolescente en las redes sociales, principalmente en la red social Twitter, termómetros de diversos acontecimientos de una sociedad hipócrita, que premia al periodismo cuando traspasa las barreras de la ética aunque, para poder mirarse al espejo, también se dice escandalizada. No obstante, esta vez en la sociedad argentina el resultado fue bastante esperanzador.
En los formatos tradicionales el caso del asesinato de la joven Melina Romero impactó casi 4 veces más que la entrevista pautada al motochorro Aguirre. Mientras que en las redes sociales, específicamente en Twitter, Aguirre generó mas tuits, casi 6 veces más que el caso Melina.
El resultado tiene diversas lecturas: Melina iba a ganarle siempre al caso Aguirre porque éste se encontraba en 1 sólo canal, mientras que los móviles de todos los canales cubrían el caso Melina. La excepción fue la red social Twitter, donde se pudo debatir -con una gran condena hacia Mauro Viale- la suerte de apología del motochorro que éste realizó por A24.
El resultado, en verdad, es bastante esperanzador cuando se leen las opiniones en Twitter. Mauro Viale logró repercusión pero sólo para seguir hundiendo su imagen persona.
Ahora, lo interesante fue la reacción de los periodistas no fue como en el caso de la película estadounidense. Al menos en esta ocasión prevaleció una reacción casi prudente respecto de lo de Viale/motochorro, y se eligió correctamente cuál era la verdadera noticia: el hallazgo del cadáver de Melina.
Porque lo que estaba en discusión era cuál resultaba la verdadera noticia. La construcción de la agenda era el motivo del debate solapado. En las webs de noticias como Urgente24 (que transcurren con la misma inmediatez que Twitter), en las radios (que tiene una inmediatez muy similar), y donde podía comentarse lo de Viale con más libertad que la TV, también ganó el caso de Melina.
En la prensa gráfica, que pudo publicar lo que sucedía, recién al día siguiente, se mantuvo esa noticia. Al menos en esta ocasión, perdió el periodismo caníbal. Y es una buena noticia la que presentó Ejes de Comunicación en su análisis comparativo.