CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). “Fuerzas de Estados Unidos y de naciones aliadas han comenzado los ataques contra el EI en Siria usando una combinación de cazas, bombarderos y misiles tierra-aire”, ha declarado el portavoz del Pentágono, el almirante John Kirby, en un comunicado. Desde el mar, portaaviones norteamericanos en la zona han servido de base para el lanzamiento de misiles de crucero como los Tomahawk.
AVIONES DE ARABIA SAUDITA, EMIRATOS ÁRABES UNIDOS, BAHREIN Y JORDANIA
USA y aliados árabes atacaron posiciones de Estado Islámico en Siria
Estados Unidos y "naciones aliadas" iniciaron la ofensiva de ataques aéreos contra el grupo yihadista Estado Islámico (IS) en Siria anunciada hace 2 semanas por el presidente estadounidense, Barack Obama, informó el Departamento de Defensa del país norteamericano. "Fuerzas de Estados Unidos y de naciones aliadas han comenzado los ataques contra el IS en Siria usando una combinación de cazas, bombarderos y misiles Tomahawk", anunció en Twitter el portavoz del Pentágono, el contralmirante John Kirby. En concreto, los aviones de la coalición internacional han lanzado cincuenta ataques contra objetivos del grupo en las provincias sirias de Raqqa y Deir al Zur, donde causaron un número indeterminado de víctimas, según las primeras apreciaciones del Observatorio Sirio de Derechos Humanos basadas en testimonios de civiles y servicios médicos de la zona. La ofensiva no cuenta con la aprobación de Bachar El Asad ya que no fue coordinada con Siria. Hoy habla Barack Obama en el Consejo de Seguridad de la ONU.
23 de septiembre de 2014 - 00:00
Al menos 30 milicianos del Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, y 8 civiles, han muerto en los ataques, según el presidente del Observatorio Siria para los Derechos Humanos, Rami Abdulrahman.+
Los ataques han alcanzado un edificio residencial de la provincia de Alepo, usado por milicianos del Frente al Nusra.
Esta ha sido toda la información proporcionada por el Pentágono, que ha puntualizado que debido a que “las operaciones están en marcha” no podía ofrecer detalles adicionales. Junto a los aviones de guerra estadounidenses han volado aparatos de “naciones aliadas”, en palabras del Pentágono, entre las que se encuentran Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Qatar y Jordania, como resultado de la amplia coalición de naciones reunida por el presidente Barack Obama con el objetivo de aniquilar al Estado Islámico.
En Raqqa, la aviación internacional lanzó 20 bombardeos contra bases y puestos de control de la organización Estado Islámico en la ciudad del mismo nombre, su principal bastión en el territorio sirio, y en su periferia norte y oeste, así como en las localidades de Tel Abiad, Tabaqa y Ain Aisa. Uno de los objetivos de los ataques fue la antigua sede del Gobierno provincial de Raqqa, que el IS había convertido en uno de sus cuarteles más importantes.
Según varias fuentes consultadas por la cadena de televisión NBC, el Ejército estadounidense debía atacar cerca de una veintena de objetivos, entre los que se encontraban depósitos de combustible, campamentos de entrenamiento de yihadistas y puestos de mando y control. Los ataques llegan menos de dos semanas después de que Obama anunciara en un discurso a la nación que había autorizado extender la campaña militar iniciada en agosto contra el EI en Irak a Siria.
El Presidente viaja este martes 23/09 a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas y todo apunta a que ha preferido llegar a la sede de la organización con un plan en marcha, pero no con una agenda abierta para discutir qué hacer con los yihadistas, que en poco tiempo han tomado grandes extensiones de territorio en Irak y Siria.
Más de dos tercios de los hasta 35.000 yihadistas que podría tener el Estado Islámico están basados en Siria. El resto se ha expandido y ha capturado amplias partes del norte de Irak, aunque los bombardeos comenzados por USA el pasado 08/08 han frenado esa rápida conquista. A los ataques del Pentágono sobre Irak, unos 190 hasta el momento, se sumaron la semana pasada aviones de guerra franceses.
Con los ataques aéreos por primera vez sobre Siria, USA se implica de una manera totalmente distinta en la guerra civil en aquel país, conflicto del que hasta el momento Washington se ha mantenido alejado. El año pasado, Obama dio marcha atrás en su plan de atacar el régimen de Bachar El Asad, pero la decapitación en las últimas semanas por miembros del Estado Islámico de dos reporteros de USA dio un giro total a la opinión pública norteamericana que reclamó la intervención del Pentágono ante la amenaza yihadista.
“He dejado claro que daremos caza a los terroristas que amenacen nuestro país, se encuentren donde se encuentren”, dijo Obama en su discurso del pasado 10 de septiembre. “Eso significa que no dudaré en tomar acción contra el EI en Siria, así como en Irak”, prosiguió el mandatario. “Esto es un principio básico de mi presidencia: Si amenazan América, no encontrarán refugio”, finalizó Obama. Las palabras del Presidente eran claras: sólo estaba en cuestión cuándo se atacaría Siria, no si se atacaría.
Al final de la semana pasada, antes de que el Congreso entrara en receso casi hasta las elecciones del 4 de noviembre, tanto la Cámara como el Senado aprobaban una ayuda de 500 millones de dólares para entrenar y equipar a las fuerzas moderadas sirias como contrapeso al EI. Estos efectivos recibirán entrenamiento en Arabia Saudí.
La Casa Blanca no se ha pronunciado sobre los bombardeos. Se prevé que Obama abandone Washington DC pasadas las 10:00 de este martes 23/09, rumbo a Nueva York, donde expondrá con hechos su caso, en esta ocasión ante los líderes y presidentes de 140 naciones del planeta.
El objetivo de la Administración de Obama es construir una coalición lo más amplia posible de países para vencer a los yihadistas, sin cruzar una primera línea roja para diferenciarse de lo ocurrido con George W. Bush que actuó en solitario. La otra línea roja es que no haya tropas de combate terrestres, por lo que el presidente estadounidense insiste en que esta operación no será un nuevo Irak ni un nuevo Afganistán, las guerras que heredó de Bush