EN SU RETIRADA, LA AFSCA QUIERE IR DE OFICIO SOBRE CLARÍN

Orden de Cristina: “Investiguen a quién le vende Magnetto”

Cristina Fernández de Kirchner ya instruyó a Martín Sabbatella, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, para que rechace el plan de reencuadramiento de Grupo Clarín, para avanzar de oficio sobre las unidades operativas del holding. Si bien es una acción tardía de una Administración Cristina muy deteriorada, la Presidenta de la Nación considera que le bastan resoluciones y decretos para cumplir su vieja ambición de desmembramiento. Pero ella necesita darle una explicación a la opinión pública y por eso le ha encargado a su comunidad de inteligencia que investiguen a los eventuales oferentes de las unidades operativas 3 y 4: “Cristina quiere demostrar que son testaferros de Héctor Magnetto”, es el comentario. Y, en lo posible, darle mucha difusión en algunos medios de comunicación a ese desprestigio.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Días de flacas vacas para la Secretaría de Inteligencia (ex Side): dicen que Cristina Fernández de Kirchner perdió la confianza en la capacidad operativa para recopilar información que afirma tener ese organismo (en especial cuando sospechó que una porción de la SI filtraba datos a favor del Frente Renovador, de Sergio Massa), y por eso su presupuesto se dividió entre el general César Milani, y el teniente coronel Sergio Berni.
 
Sin duda, una situación desafortunada para una repartición que en el pasado fue símbolo de abundancia de dinero estatal aplicado a fines políticos.
 
Milani es el jefe del Ejército y Berni es el secretario de Seguridad de la Nación, y ambos tienen a su mando estructuras de acopio y análisis informativo que han ganado espacio, a expensas de la SI, en la Administración Cristina.
 
Milani y Berni se han quedado no sólo con los oídos de Cristina sino también con el dinero de la SI.
 
¿Podría reivindicarse la SI ante Cristina cumpliendo la tarea que ahora le han encargado? De acuerdo a personajes dignos de crédito de la Administración K, hoy día la misión de guerra es conseguir información sobre los eventuales compradores de las unidades en venta de Grupo Clarín, apostando a demostrar que sólo son 'sellos de goma' o prestanombres o testaferros de Héctor Magnetto.
 
En eso se habría estado trabajando desde hace semanas, y se espera una difusión periodística de parte del trabajo elevado por la SI a la Casa Rosada, se agregó.
 
Si bien el directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, que preside Martín Sabbatella, ha diferido en varias ocasiones una definición sobre el plan de reencuadramiento voluntario presentado por Grupo Clarín -junto a otros programas similares elevados por otras empresas como es el caso de Telecentro, de Alberto Pierri-, en la Administración Cristina se afirma que la decisión política es rechazar la oferta de Clarín, y proceder de oficio a una readecuación que sería más bien un desmembramiento.
 
Sin duda, la última gran venganza de Cristina Fernández de Kirchner, en caso de concretarse.
 
Pero una cuestión central a tal efecto es demostrar que Grupo Clarín estaría simulando una autoventa o una falsa venta de sus unidades de negocios. Así se ha puesto a rodar la operación de inteligencia, de resultado aún incierto.
 
Grupo Clarín presentó una propuesta de escisión ante la Comisión Nacional de Valores en el marco de su proceso de adecuación a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Por la llamada “Ley de Medios”, Clarín debió proponer dividir su holding en 6 unidades de negocios. La 1 y 2 se la dividen entre los 4 principales accionistas (Ernestina Herrera de Noble, Magnetto, José Aranda y Lucio Pagliaro), y sobre la 3 y 4 se recibieron ofertas explicitadas en un plan de reencuadramiento que debía aprobar la Afsca. 
 
Mediante un comunicado de prensa, difundido en su momento, Grupo Clarín explicó que Grupo Clarín Sociedad Anónima, que cotiza en las Bolsas de Buenos Aires y Londres, se escindiría en 2 sociedades diferentes (Unidades 1 y 2), que también cotizarìan en ambas Bolsas. Los accionistas minoritarios de Grupo Clarín S.A., tendrían participación en ambas compañías, preservando así el mayor valor posible de sus tenencias accionarias. Los accionistas controlantes, en cambio, deberán modificarse para cumplir con el artículo 45 de la legislación. Las restantes Unidades (3, 4, 5 y 6) serían vendidas a terceros dentro del plazo del plan de adecuación. 
 
Luego, Grupo Clarín informó a la Afsca el nombre del posible nuevo titular de la Unidad 3: un fondo radicado en el estado de Delaware, en USA, e integrado en un 70% por capitales estadounidenses y en un 30% por capitales chilenos.
 
La empresa que se podría hacerse cargo de 18 licencias de TV por cable y una de TV por suscripción con uso de espectro es liderada por el empresario chileno Gerardo Martí Casadevall y Christophe DiFalco, quienes buscan controlar el 60% del capital de una de las sociedades surgida de la separación de los activos y licencias de Cablevisión. 
 
Aquellas licencias incluyen las participaciones minoritarias de Cablevisión en La Capital Cable (el principal cableoperador de Mar del Plata) y Telered (el cableoperador preponderante en la zona noroeste del gran Buenos Aires).
 
El grupo inversor ofreció US$ 28,2 millones. El fondo prevé hacer una oferta similar al fondo Fintech, del mexicano David Martínez, accionista minoritario en la actual Cablevisión (40% de las acciones), que quedará escindida en 3 empresas, la principal de las cuales -conocida como Unidad 2- quedó en cabeza de Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto . 
 
Martí Casadevall es un ejecutivo de larga trayectoria en el sector convergente (TV por cable y telecomunicaciones), formó parte de VTR, el mayor cableoperador de Chile.
 
De pronto, Martí Casadevall se convirtió en un blanco de la comunidad de inteligencia argentina, afirman protagonistas del negocio audiovisual latinoamericano que han sido contactados a tal efecto, “como si no nos diéramos cuenta que quienes preguntan son argentinos vinculados al Gobierno”, agregaron.
 
Más tarde, el Grupo Perfil envió una carta de intención al Grupo Clarín, con copia a la Afsca y a la Comisión Nacional de Valores, para expresar su interés por adquirir la Unidad 4, según la adecuación propuesta por Clarín y declarada formalmente admisible por la Afsca.
 
La Unidad 4 comprende la participación accionaria de Clarín en 7 registros de señales de televisión: Volver, Canal Rural, Canal 13 Satelital, Magazine, Quiero Música en mi Idioma, TyC Sports y TyC Max. 
 
Sin embargo, finalmente Grupo Clarín decidió aceptar la oferta por la Unidad 4 de la empresa 34 South Media, que cotizó en US$ 31,5 millones por El Trece Satelital, Magazine, Volver y Quiero Música en mi Idioma; el 50 % de TyC Sports y TyC Max; y el 25 % de Canal Rural.
 
Los accionistas de 34 South Media son los siguientes objetivos de la recopilación informativa que lidera la Administración Cristina.
 
Una de las preocupaciones fue identificar los estudios jurídicos de cada uno y evaluar qué relación tienen con los estudios jurídicos que habitualmente contrata Grupo Clarín en el exterior.
 
Sin embargo, es un dato bastante poco contundente porque, por ejemplo, el Estado argentino y Grupo Clarín acostumbran contratar en USA los servicios del estudio Cleary Gottlieb y eso no significa que el Estado argentino y Grupo Clarín tengan alguna relación societaria común.

De todos modos, será muy interesante, por muchos motivos, conocer el resultado de la ofensiva de la Administración Cristina. Una historia, aparentemente, con final incierto pero de consecuencias múltiples.