CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El 'Proyecto 45', que llevó a un adolescente japonés de 14 años y que no sabía inglés a Florida (USA) para aprender con el gurú Nick Bolletieri, alcanzó su cima en Nueva York.
KEI NISHIKORI
El Gran Salto de Japón se hizo realidad
"Ya no habrá final soñada en Nueva York. El japonés Kei Nishikori, décimo preclasificado del torneo, eliminó al número 1 del mundo, Novak Djokovic, por 6-4, 1-6, 7-6 (7-4) y 6-3 y se metió en el encuentro decisivo contra lo que indicaban la mayoría de los pronósticos. En la final, enfrentará al croata Marin Cilic, que sorprendió al vencer a Roger Federer en sets corridos en la otra semi. Pase lo que pase, ya nadie podrá quitarle al oriental la alegría por todo lo que consiguió en este Abierto de EE.UU.", explicó Federico Kotlar, en el diario Clarín. Es cierto. Pero ¿quién es Nishikori?
07 de septiembre de 2014 - 11:23
El protagonista del proyecto era Kei Nishikori. Y la misión, superar el N°46 del ránking mundial, que había logrado Shuzo Matsuoka, hasta entonces el tope para un jugador japonés.
Pues bien: Nishikori es N°11, derrotó a Novak Djokovic por 6-4, 1-6, 7-6 (7/4) y 6-3 en 2h:52, y es el 1er. japonés y 1er. asiático que disputa la final de un Grand Slam (en su caso contra Marin Cilic).
Nishikori (24 años) venía de perderse Toronto y Cincinnati por lesión en un pie pero consiguió en Flushing Meadows superar 2 maratones a 5 sets frente a Milos Raonic y Stanislas Wawrinka. En la semifinal, su mente -azuzada por Michael Chang, excampeón de Roland Garros que le dirige técnicamente- pudo con el cansancio de su cuerpo.
También contribuyó a su éxito el mal partido del serbio Djokovic, que sólo aprovechó cuatro de las 13 bolas de rotura de que dispuso (5/7 para el japonés) y que tuvo un bajo porcentaje de puntos ganados con 2do. saque (37%).
Un niño con los ojos rasgados llegaba nervioso a su primer día en un país que no sólo no conocía, que le era extraño a lo que él estaba acostumbrado, además, tampoco podía entender nada de lo que le decían, ni siquiera aquello que veía escrito en los carteles en las carreteras, lo que leía en los cómics que hojeaba en las tiendas de libros, ni lo que le contaban en la televisión viendo el fútbol. Pero el chaval, Nishikori, era muy bueno jugando al tenis, que era lo que realmente importante.
Kei Nishikori se hizo mayor y salió ‘contestón’ con los grandes de este deporte. Con 24 años decidió que había que alcanzar la cima, y de camino se cargó a tres top ‘10’ para poner a Japón en el mapa del tenis mundial. Por fin, Asia juega una final de un Grand Slam: el US Open. Este domingo, tendrá ante sí la oportunidad de ser aún más grande. Podrá convertirse en eterno, más de lo que ya es para Asia, si consigue ganar en la final a Marin Čilić, que completó una de las finales más sorprendentes de los últimos años en los grandes torneos, tras vapulear a Roger Federer en la otra semifinal.
El tenis se viene jugando de toda la vida, desde hace siglos. Es históricamente famoso que Enrique VIII jugaba pachangas en la corte de los Tudor y hay una leyenda que cuenta que así, jugando un partido, conoció a María Bolena. Pero en todas estas decenas y centenares de años, nunca un japonés llamó la atención en esta materia. Manejan bastante mejor la raqueta de bádminton y la pala del tenis de mesa, donde son unos auténticos maestros de tal arte.
Ha tenido que llegar siglos después un chaval de la ciudad japonesa de Shimane para colocar a uno de los suyos en los puestos más altos del tenis planetario. Kei Nishikori empezó en esto a los cinco años, cuando la raqueta era poco más pequeña que él. Cuando se mudó a Florida sin hablar inglés, empezó a entrenar en la IMG Bollettieri Academy. Todo ello, gracias a que fue becado por la Morita Foundation, una de las fundaciones que más apuestan por el tenis en Japón.
Ahora, siete años después de aquella llegada a Estados Unidos, en ese mismo país tiene la opción de ganar no sólo su primer Grand Slam, sino también su primer gran torneo. No ha levantado un torneo Master 1.000, pudiendo sólo llevarse tres títulos del circuito 500 y uno del 250. Su salto sería tremendamente grande, por lo tanto. Nunca estuvo tan cerca de ganar un título de Master 1.000 como cuando este 2014, su gran año, se midió a Rafa Nadal en la final del Mutua Madrid Open. El manacorí dijo entonces que no se mereció ganar el título, que Nishikori debió ganar. Pero unas molestias le impidieron terminar aquella final que tuvo tan cerca.
Como no podía ser de otra forma, su última víctima (y no es cualquier otra, es el número uno del mundo), se tuvo que ‘arrodillar’ ante su superioridad en la pista para agasajarle. "Le felicito por el esfuerzo. Fue el mejor jugador hoy", dijo Djokovic, que destacó el progreso de Nishikori en los últimos tiempos: "Creo que ahora es un jugador completo. Su revés es muy sólido. Uno de los mejores reveses a dos manos desde toda la pista. Muy agresivo. Es muy rápido, así que devuelve muchas bolas", alabó al japonés.