por DANIEL BILOTTA
CURIOSIDADES EN LA DC, PARTIDO DE TRADICIÓN CATÓLICA
Los evangélicos se organizan para ir a las urnas 2015
Los datos son viejos: de 2008, cuando se hizo aquella 1ra. Encuesta sobre Creencias y Actitudes Religosas, nunca repetida (habría que realizarla en forma periódica): 9 de cada 10 argentinos encuestados dijo creer en Dios y el 76,5% se consideraba católico. O sea que el 25% no se dijo católico y el 11,3% se dijo indiferente en cuanto a la religión. Los llamados genéricamente "evangélicos" eran el 9%. Una encuesta realizada en 2010 por la consultora Poliarquía afirmó que el 46% se declaraba católico no practicante, mientras que el 31% se decía católica practicante. Desde entonces han ocurrido varios acontecimientos: hay un Papa católico argentino, pero también un trabajo fervoroso de otras religiones cristianas no católicas: pentecostales, adventistas, evangélicos (no es lo mismo). Y todos votan. En países como Brasil, resultan una fuerza legislativa poderosa. En camino hacia 2015, y como una muestra más del avance en territorio tradicional de la Iglesia Católica, la Democracia Cristiana podría convertirse en la herramienta electoral de los evangélicos bautistas agrupados detrás del ex gobernador de Misiones, el pastor Pablo Tschirsch. Es evidente que, más allá del ecumenismo que algunos pregonan, hay una sana competencia por los espacios de influencia, y al respecto aquí van algunos apuntes:
05 de septiembre de 2014 - 13:09
LOMAS DE ZAMORA (Especial para Urgente24). Por primera vez los genéricamente "evangélicos" (aunque en ese conjunto cristiano no católico hay diversas comprensiones de cómo se vive la religión) parecen dispuestos a llevar al plano electoral su búsqueda por ejercer influencia sobre el Estado, puja que que vienen librando con la Iglesia Católica, en un terreno con frecuencia resbaladizo para las dirigencias políticas: el de las acciones concretas para sustraer a los sectores más vulnerables de la violencia e inseguridad derivadas del consumo y tráfico de estupefacientes.
Lo paradójico es que la Democracia Cristiana (DC) podría convertirse en la herramienta partidaria para transmitir en propuestas programáticas destinadas a esos mismos segmentos, donde el mensaje de la salvación por la fe suele calar más hondo.
Con sigilo y bajo perfil en Monte Grande, ciudad cabecera del partido de Esteban Echeverría, el martes 02/09 tuvo lugar el 1er. Encuentro de Evangélicos por la Política Nacional, promovido y liderado por Jorge Navarro, asesor de Culto en el Municipio de Ezeiza; y Jorge Núñez, director de Ceremonial en el de Almirante Brown.
Los dos funcionarios son seguidores de iglesias evangélicas bautistas y tienen como máximo referente en esta iniciativa al pastor Pablo Tschirsch, ex vicegobernador de Misiones durante el mandato de Carlos Rovira (2003-2007), quien en julio participó del Congreso Ideológico organizado por la DC y al que estuvo invitado también el obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, quien declinó asistir.
Los bautistas estarían dispuestos a colaborar con avales y fondos para que la DC cumpla con uno de los requisitos indispensables exigidos por la ley que los regula para mantener vigente su reconocimiento: que funcionen.
Si bien la intención es hacerlo en todas las representaciones del país, interesa especialmente la Democracia Cristiana bonaerense para proveer a seguidores con vocación política, como Navarro y Núñez, una boleta y competir por cargos municipales si es que no llegan a un entendimiento con alguna otra fuerza política.
Esa es la vía por la que pretenden convalidar las alianzas que mantienen en los municipios de Ezeiza y Almirante Brown planificando 2015. Pero no sólo en esos distritos se registran movimientos de ese tipo. El 17/08 los evangélicos pentecostales reunieron más de 6.000 fieles en el Parque Municipal de Lomas de Zamora para festejar los 35 años de la Iglesia “Mensaje de Salvación".
Con presencia en 10 países y 77 ciudades de 22 provincias argentinas –10 de sus locales están en Lomas de Zamora - “Mensaje de Salvación” hizo subir al escenario como oradores a dos invitados especiales.
Carlos Annacondia, miembro fundador de la Iglesia y uno de los cuatro pastores evangélicos de reconocimiento mundial fue el de mayor cartel. Especialmente por un mensaje al que se le atribuyen propiedades sanadoras.
Annacondia recordó el inicio de su prédica en los suburbios del Conurbano junto a Jorge Gometssky, uno de sus empleados en la buzonera “Quilmes” en 1979 y también la prohibición dispuesta por la dictadura militar a la emisión radial de sus ceremonias, que debieron mudarse a estaciones uruguayas, en la ciudad de Colonia. La medida se las atribuyó a los asesores eclesiásticos de los uniformados, siempre provistos de un capellán católico.
Si hay una figura de síntesis de la disputa por la fe que se libra en el Gran Buenos Aires, es Annacondia. Antes de convertirse al evangelismo, él era Diácono de la Iglesia Católica.
El otro invitado fue Guilermo Viñuales, jefe del Gabinete en el Municipio de Lomas de Zamora y quien tiene la responsabilidad de llevar adelante –y en equilibrio– la relación con los cultos religiosos por decisión del diputado nacional Martín Insaurralde.
“No hay obra pública que cambie la sociedad si no somos capaces de transformar al ser humano. Tenemos que articular acciones con todas las religiones”: apelación al realismo de Viñuales, no exenta de diplomacia. Su gestión en ese plano es reconocida por la jerarquía eclesiástica pero también por la comunidad judía y musulmana.
Los matices espirituales entre bautistas y pentecostales también se expresan en el orden político. Los primeros suelen estar más cerca de fuerzas conservadoras y los otros vecinos a partidos de raigambre popular. Los bautistas fueron un respaldo importante en el último gobierno de George Bush hijo (quien nunca ocultó que su abandono del alcohol tuvo que ver con una entrevista con el pastor Billy Graham, aunque Bush Jr. luego él, por influencia de su esposa, formalizara con los metodistas). El respaldo de los pentecostales fue lo que permitió a Luiz Inácio Lula Da Silva alcanzar la presidencia en el Brasil.
En ese país la gravitación de los evangelistas en la vida pública tiene fuertes connotaciones de autonomía. Para las cruciales elecciones del 07/10 en las que Dilma Rousseff irá por su reelección, los neopentecostales tendrán candidato propio en el Estado de Sao Paulo, el conglomerado poblacional más grande en América Latina.
Ex conductor de televisión y pastor de una corriente que pone especial énfasis en ese medio de comunicación para difundir su mensaje, Celso Russomano competirá por el Partido Republicano como candidato a gobernador. Él ya fue, y casi gana, candidato a alcalde de la ciudad más grande de América latina, aunque el PT le cobró viejos favores a algunos pastores y por eso ganó Fernando Haddad en 2012.
En tanto, la candidata socialista Marina Silva, presidencial que avanza, es bautizada pentecostal, en el abanico de las Asambleas de Dios, y por influencia de un predicador hasta eliminó su propuesta acerca del matrimonio igualitario. En Brasil, el 41% de la población se inclina por el cristianismo no católico, pese a que la mayoría sigue siendo católica, como la propia presidente Dilma Rousseff.
Lo que allí parece ya moneda corriente es lo que comienza a vislumbrarse en el Gran Buenos Aires, en una provincia cuyo rumbo electoral suele marcar tendencia.