CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Las internas en el oficialismo están a flor de piel. Desde el ya clásico Kicillof vs. Fábreba, hasta el 'barro' que Amadou Boudou echó sobre Ricardo Echegaray ante la Justicia, pasando por las últimas declaraciones del jefe de Gabinete sobre Daniel Scioli, todo lleva a una dura conclusión: el desgaste es un hecho. La duda es cuanto podrán sostenerlo.
LLUEVEN INTERNAS
El calvario de Cristina: No puede calmar la sed de las bestias
Boudou vs. Echegaray, Fábrega vs. Kicillof, De Vido vs. Galuccio, Capitanich vs. Scioli... Las riñas internas en el Gobierno son el factor común de casi todas las áreas de la administración K. ¿Hasta dónde podrá interceder Cristina Fernández? No es tan díficil de prever cuando las adversidades van en aumento, y las grietas comienzan a hacer pedazos su gestión.
Esta mañana, fue el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich quien comenzó hablando con firmeza ante una consulta relacionada con Scioli: "Dime con quien andas y te diré quien eres".
Con esa breve frase, Capitanich respondió al ser consultado que opinaba sobre la presencia de Scioli y varios referentes de la oposición que participaron del encuentro que se realizó bajo el título Democracia y Desarrollo, organizado por el Grupo Clarín.
También aseguró que "será el vicepresidente", Amado Boudou, el encargado de decir quién es el funcionario al que considera "macho del off", tras advertir que dentro del gabinete hay quienes filtran información a los medios sobre la causa Ciccone.
Boudou apuntó a una interna dentro del gabinete nacional, en torno a la causa que lo involucra y por la cual debió prestar una declaración indagatoria ante el juez federal, Ariel Lijo.
Con la intención de defenderse y con críticas a los políticos que se "sientan a hablar con los periodistas", Boudou reconoció que hay diferencias internas en el Gobierno por su situación judicial.
El vicepresidente llamó "machos del off" a los funcionarios que hablan sobre su involucramiento en el escándalo de Ciccone y sobre las divisiones que su delicada situación generan en el Gobierno.
En los últimos meses, desde la Casa Rosada trascendieron varias críticas al vicepresidente por su situación en la Causa Ciccone.
Molesto por esos castigos surgidos desde el propio oficialismo, Boudou buscó defenderse. "Algunos hablan con mentiras, con versiones que filtran dichos que tienen parte de verdad y parte de mentira", aseguró.
"Un gobierno es una cuestión muy grande, siempre existen distintas visiones pero tiene una conducción muy férrea de la Presidenta. Lo otro son cuestiones menores, muy del diario Clarín", criticó.
Durante el fin de semana circuló la versión de que Boudou implicaría en su declaración indagatoria al gobernador Daniel Scioli por su vínculo con Guillermo Gabella -gerente de Boldt-. Éste último declaró que José María Núñez Carmona (amigo íntimo y socio del vicepresidente) le reclamó que Boldt se retirara de Ciccone (cuando alquilaba la planta) porque había sido comprada por Boudou.
Sobre Gabella, Boudou pidió ante el juez Lijo "que las Cámaras indiquen a cargo de qué legislador o autoridad política trabajó". El empresario fue legislador sciolista. Ayer, en el entorno del mandatario bonaerense se despegaron. "Todo es mentira, su relación con Gabella fue hace 16 años, no tiene trascendencia ni vinculación en esta causa", dijo un funcionario provincial, y además bromeó aludiendo a una de las frases de Boudou. "El que siempre habla de 'los machos del off' es Daniel (Scioli)".
Desde el entorno del vicepresidente también anunciaron que podría señalar a Florencio Randazzo –ministro del Interior y Transporte– por sus vínculos con Scioli y Gabella.
Randazzo se dejará ver una vez más con Cristina el viernes en un acto de la ampliación de la Línea San Martín, un acompañamiento que el funcionario considera como un 'guiño político' por parte de la Presidente hacia sus aspiraciones de pelear en la campaña 2015.
La interna K por el perfil que debería tener el sucesor de Cristina es otra que da qué hablar. Están los que están apurados y los que consideran que hay tiempo para definirlo; están los que consideran a Scioli como "el sucesor" y los que dicen que "aún es aventurado hablar de nombres tan anticipadamente".
Como sea, el kirchnerismo vuelve a mostrar profundas diferencias...
El filósofo del grupo ultrakirchnerista Carta Abierta Ricardo Forster sorprendió al afirmar que el gobernador bonaerense "se ha ganado, por derecho, ser candidato a presidente" por el Frente para la Victoria ya que "ha mostrado lealtad importante en momentos difíciles".
Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; el ministro de Defensa, Agustín Rossi, el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli y el diputado y jefe de La Cámpora, Andrés Larroque, aclararon que falta más de un año para la definición de la fórmula presidencial del oficialismo e incluso criticaron a quienes ya comenzaron la campaña.
El año pasado, Forster había manifestado que Scioli "no expresa la continuidad del kirchnerismo", por eso sorprendió aunque aclaró que "de ahí a que uno se sienta identificado con lo que representa políticamente (Scioli) es otro cantar, pero él es parte de una fuerza política importantísima".
Por su parte, Parrilli consideró en declaraciones a radio Nacional Rock que está "bien que haya compañeros que se postulen" aunque buscó bajarle el tono al debate al señalar que "ya habrá tiempo para definirlo".
El funcionario, de llegada directa a la presidenta, aclaró que "las PASO es donde se dirimen democráticamente las candidaturas" y consideró "aventurado definir las candidaturas" anticipadamente.
Más crítico volvió a manifestarse Domínguez, otro de los mencionados como posible candidato presidencial del kirchnerismo en 2015, al reiterar que no se siente "representado" por Scioli, y advirtió que "todos los que ahora aparecen quizás no sea la fotografía del 2015".
Sostuvo que no sirven "candidaturas a la medida de la estética de la comunicación, sino líderes comprometidos con la realidad de la gente, que sientan al pueblo, que conozcan al pueblo".
En ese marco, Domínguez reclamó -en indirecta alusión a Scioli- que "no necesitamos candidatos, necesitamos líderes dispuestos a conducir procesos, que militen, que tengan compromiso con la gente, que tengan un proceso de formación política".
En tanto, no descartó su eventual postulación al considerarse "uno más de un sinnúmero de hombres y de mujeres que vamos a elegirlo en el seno del partido" en la interna de agosto de 2015 y opinó que esa "discusión empieza en marzo del año que viene".
Rossi aseguró que "el debate ideológico tiene preceder al debate electoral en la Argentina", y no descartó una vez más, la posibilidad de presentarse como candidato a presidente en 2015, ante una consulta en ese sentido, respondió que se va a "tomar un tiempo para analizar una posibilidad tan importante como es ser candidato a presidente".
Por su parte, Larroque aclaró en declaraciones a Radio Del Plata que "cada uno de puede tener su perfil, su aspiración" presidencial.
También se refirió hoy al foro convocado ayer por el Grupo Clarín, Dijo a la agencia estatal 'Télam': "creo que en un lugar donde se reúnen los personeros del pasado es muy difícil encontrar perspectivas al futuro".
En relación a la presencia del gobernador Scioli en el foro, Larroque sostuvo que "el 27 de abril en el Mercado Central fue cuando se reunieron miles y miles de compañeros a discutir el futuro, pero bueno cada uno tiene la libertad de participar en donde quiera".
Otros que se sacan chispas, aunque no por una cuestión electoral (al menos por ahora) son el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega.
A tal punto llegó esa pelea interna que la propia Cristina tuvo que interceder entre esas 2 miradas tan distintas sobre la economía.
El mes pasado, llegó instalarse fuerte el rumor sobre la renuncia de Fábrega a la presidencia del Banco Central. Desde la entidad llegaron a calificar de 'disparate' las versiones. Sin embargo hubo reuniones de urgencia a las que convocó la propia Presidenta.
La disputa entre el titular de la autoridad monetaria y Kicillof data desde diciembre cuando ambos asumieron en sus respectivos cargos. El ministro de Economía resposabiliza a Fábrega del enfriamiento en la actividad económica, que según su visión, fue producto de la suba de tasas y la devaluación del 18% que llevó a cabo el BCRA en enero. En cambio, Fábrega sostiene que Kicillof retrasa correcciones en el gasto público, que por eso el banco debe asistir al Tesoro y que toda esta situación genera tensiones en la economía.
Oficialmente la renuncia de Fábrega fue desmentida. Hay quienes insisten en que fue Cristina quien impidió que Fábrega diera un paso al costado, lo que dejaría en evidencia las tensiones que existen en el equipo económico.
Desde los bancos, donde creen conocer el temperamento de Fábrega, sostienen que el titular del BCRA ya había manifestado que preferiría renunciar conservando el prestigio y el respeto que hoy posee, a irse como su antecesora Mercedes Marcó del Pont, que en la carrera por aferrarse al sillón del Banco Central perdió el reconocimiento de sus pares.
Hoy se conoció que el Central fijó tasas máximas para créditos (las llamadas 'tasas cuidadas') tras una fuerte presión ejercida desde el ministerio de Economía.
Otra dura batalla es la que enfrenta a Miguel Galuccio con el ministro de Planificación Julio de Vido.
El fondo de la pelea es el intento de Galuccio por modificar la Ley de Hidrocarburos y limitar el accionar de las provincias petroleras (con Neuquén, Mendoza, Chubut y Santa Cruz a la cabeza), que a través de sus empresas estatales ingresan al negocio sin poner dinero y perciben enormes sumas, en lo que se conoce como “sistema de acarreo”.
En ese contexto, De Vido intervino y les prometió equilibrio. El ministro tiene una relación de confianza de larga data con los mandatarios provinciales y aprovecha para volver a ganar poder en el manejo del negocio petrolero, donde fue corrido por Galuccio y Axel Kicillof tras la expropiación de YPF. Y De Vido ya ha demostrado su muñeca para recuperar poder ante escenarios turbulentos...
Por su parte, el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, guarda silencio y prepara el contraataque, luego de que Boudou lo involucrara en su indagatoria al afirmar que la AFIP hizo un pedido 'singular' de moratoria para Ciccone.
El funcionario optó por el perfil bajo, pero sólo por ahora. Desde el Gobierno creen que está tejiendo su propia defensa judicial a la espera de ser citado a declarar por el juez Ariel Lijo.
"Boudou y Echegaray se odian y eso es vox populi. Por eso nadie, ni el propio Echegaray, se sorprendió con que Boudou lo salpicara en su declaración", explicó una fuente oficial. La rivalidad entre ambos funcionarios data de la época en que ambos vivían en Mar del Plata y militaban en la juventud de la UCeDé. "Nunca se pudieron ver y tampoco ocultaron su rivalidad", explica otra fuente oficial.
Sin embargo, ambos cuentan con el respaldo de Cristina. "A Echegaray no lo quiere nadie en el Gobierno, ni la vieja guardia ni La Cámpora. Pero la presidente lo banca porque la información que tiene entre sus manos lo hace más poderoso que la SIDE", sostiene una de las fuentes consultadas.
El titular de la AFIP, se caracteriza por tener un perfil alto. Es el artífice de las conferencias de prensa, modalidad que inauguró mucho antes que llegara Capitanich al gabinete. En cada encuentro mensual el primer día hábil de cada mes, expone ante la prensa la recaudación alcanzada el mes anterior y responde todo tipo de preguntas. La última vez que habló públicamente fue justamente al presentar la recaudación de mayo, el 3 de junio.
Boudou dijo en Tribunales que la principal ayuda a Ciccone Calcográfica fue otorgada por Echegaray quien concedió una moratoria especial.
El titular de la AFIP, en cambio, responsabiliza al entonces ministro de Economía de impulsar la resolución y avalar el plan de pagos por escrito para la empresa.
Estas son algunas de las internas que hoy desgastan al Gobierno en un contexto económico nada favorable. ¿Cuánto lo soportará Cristina? Las grietas lo dirán...