BOCA vs. RIVER AMENAZA EL DESPLIEGUE MEDIÁTICO DE LA PRESIDENTE

Hoy Cristina regresa, otra vez luchando contra el poder del fútbol-política

Regresar a escena justo el día de un esperado superclásico entre el campeón Boca Juniors, y su archienemigo que perdió la categoría, River Plate, es un obstáculo imprevisto por los consultores en imagen & comunicación de Cristina Fernández, viuda de Kirchner, y tendrán que lidiar con ello.

 

por EDGAR MAINHARD
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Pobre gobernador chaqueño Jorge Milton Capitanich: hoy miércoles 25/01, su despliegue político-deportivo promete quitarle bastante espacio en la opinón pública al regreso de Cristina Fernández a su trabajo como Presidente de la Nación...
 
Y Capitanich, siempre dispuesto a la genuflexión más apropiada -respuesta estereotipada en la que él compite con Daniel Scioli aunque ambos son apabullados más que derrotados por 'trapo de piso' José Alperovich-, debe encontrarse muy compungido a causa del percance que supone relanzar su imagen -y la de su provincia, obviamente, ya que es la que aporta el dinero- justo el día de la vuelta a escena de Cristina...
 
Ya fue demostrado qe el fútbol-política es una herramienta con la que le cuesta lidiar a la Presidente. Ocurrió el 05/01, el día después de la intervención quirúrgica tan polémica a la que ella fue sometida en el Hospital Austral. Aquel jueves Cristina estaba internada, con la turba rentada por el ladriprogresismo vigilando la puerta del nosocomio del Opus Dei en el municipio de Pilar, cuando los medios de comunicación la abandonaron, concentrándose en la escena del gobernador Scioli y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, enfundados en su vestimenta deportiva, jugando en el gimnasio marplatense su partido de fútbol-sala, mientras sus modernas y elegantes mujeres los aplaudían, juntas, desde la tribuna.
 
Scioli y Macri utilizaron el deporte para enviar un mensaje político de, por lo menos, diálogo y comprensión mutua ante el merodeo de La Cámpora, Juan Gabriel Mariotto y otros cercanos a la Presidente, quien, inevitablemente, no podía ser reponsabilizada porque se encontraba convaleciente. Por eso la respuesta política de Scioli y Macri fue a través del fútbol, provocando furor en el Frente para la Victoria, cuyos capitostes comentaron/cuestionaron durante días, y a viva voz, aquel encuentro junto al mar.
 
Al menos por ahora, Cristina Fernández carece de una respuesta eficaz ante el fútbol-política, evento al que temen sus consultores, aún cuando en este caso, lo de Boca Juniors y River Plate se encuentra volcado a repotenciar la imagen pública del gobernador Capitanich, a cuya ambición personal no le hizo mella que Amado Boudou le arrebatara la oportunidad de integrar el binomio presidencial que encabezó Cristina.
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La lidia deportiva provoca interés a gran parte de la opinión pública que olvida la realidad de que Boca Juniors es el más reciente campeón y se prepara para intentar recuperar la Copa Libertadores de América, mientras que River Plate anhela subir de la División B Nacional a la División 1ra. A de la Asociación del Fútbol Argentino.
 
En tanto, Cristina a escena, y junto a ella, la oportunidad de comprobar si hubo o no alguna forma de rejuvenecimiento estético en su figura, en oportunidad de la pérdida de la glándula tiroides. Ese es el gran tema que importa a quienes les desinteresa la política, y prefieren una agenda de inquietudes en la que sí aparece el superclásico del fútbol argentino.
 
Cristina rechaza que se mencione tan siquiera esa especulación pero su simple negativa ya no alcanza para recuperar el espacio de otrora en los medios de comunicación.
 
Los colaboradores de Cristina especulaban conque ella tendría todo el protagonismo en su regreso a escena, y no que tendrían qe compartirlo con los jugadores dirigidos por Julio Falcioni y Matías Almeyda.
 
Por lo tanto, las próximas 48 horas resultan para Cristina harto riesgosas aunque, si supera el peligo, podrá disputarles la agenda a los columnistas dominicales.
 
En estas situaciones de emergencia es cuando queda en evidencia la fragilidad de la onerosa red de medios que organizó, financia y controla el Frente para la Victoria. El retorno sobre la inversión es insoportable de transparentar para algunos funcionarios que entienden de qué se está hablando, situación infrecuente en el magro recurso humano de la Presidente.
 
Por lo tanto, a anhelar que resulte un aburrido y olvidable partido de fútbol de verano porque si fuese emocionante... eso sí que sería terrorismo, una conspiración política a los ojos de delfin Máximo y otros influyentes de intelecto escaso aunque ambición prominente.