EL MOTOR DE LA ECONOMÍA MUNDIAL

China se desacelera porque cambia

Se constata el éxito del Plan Quinquenal de China que propone un "aterrizaje suave" tras el cambio de paradigma que propone abandonar el modelo basado en la mano de obra barata y un perfil muy agresivo de exportaciones para reemplazarlo por uno solventado en el mercado interno. Crece la migración interna.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Se constata el éxito del Plan Quinquenal de China que propone un "aterrizaje suave" tras el cambio de paradigma que propone abandonar el modelo basado en la mano de obra barata y un perfil muy agresivo de exportaciones para reemplazarlo por uno solventado en el mercado interno. 

 
En ese contexto, el PIB de China aumentó un 8,9 % en el cuarto trimestre, 2 décimas menos que en el tercero, con lo que en el acumulado de 2011 el crecimiento de la segunda economía mundial fue del 9,2 %, por debajo del 10,3 % de 2010, informó este martes el Buró Nacional de Estadísticas.
 
Se trata de la peor subida trimestral en 2 años y medio (desde que en el segundo cuarto de 2009 fuera de sólo un 7,9 %), aunque este freno entraba en los planes de "aterrizaje suave" de Beijing, después de que en el primer trimestre el PIB ascendiera un 9,7 %, el segundo un 9,5 % y el tercero un 9,1 %.
 
El PIB chino el año pasado fue de 47,15 billones de yuanes (US$ 7.50 billones), lo que consolida al país asiático como segunda economía mundial, sólo por detrás de USA, un año después de haber superado a Japón.
 
El comisario del buró de estadísticas, Ma Jiantang, subrayó hoy (17/01) al publicarse los datos anuales, que en 2011, "frente a un ambiente internacional complicado y volátil", China tomó medidas macroeconómicas que "lograron un buen comienzo para el Plan Quinquenal 2011-2015".
 
El buró también publicó hoy (17/01) otras cifras macroeconómicas del año, como la inversión en activos fijos, que en 2011 ascendió a 30,19 billones de yuanes (US$ 4.80 billones), un crecimiento interanual del 23,8 %.
 
Destacó en este punto el fuerte aumento de la inversión en el sector manufacturero, del 31,8% hasta US$ 1,62 billones de euros, y en minería, donde el capital subió un 21,4 % hasta US$ 168.600 millones.
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En el sector inmobiliario, las medidas gubernamentales para frenar su expansión, por temor al estallido de una "burbuja" especulativa, frenaron su crecimiento 5,3 puntos, aunque no por ello dejó de aumentar a doble dígito (27,9 %), con una inversión de US$ 980.000 millones.
 
En cuanto a las ventas al por menor, principal indicador del consumo -rama macroeconómica que Beijing desea estimular en los próximos años para paliar el freno de las exportaciones- éstas ascendieron a 18,12 billones de yuanes (US$ 4.79 millones), un aumento del 17,1 %.
 
Pese a las medidas de estímulo del consumo, el organismo encargado de las estadísticas macroeconómicas nacionales subrayó la fuerte caída en el crecimiento de las ventas de automóviles, de 20,2 puntos (éstas sólo aumentaron en 2011 un 14,6 %, frente al 34,8 % de 2010).
 
El año 2011 estuvo marcado en China por la lucha de su Gobierno contra la inflación, los intentos de contención del crédito y del sector inmobiliario (que se están relajando en los últimos meses) y el freno de las exportaciones.
 
Las subidas de precios, principal preocupación de Beijing en 2011, se frenaron a partir de la segunda mitad de año, después de que en julio se alcanzara la máxima subida del IPC en 37 meses (6,5 %), por lo que se espera que en 2012 la política macroeconómica gire hacia otros objetivos.
 
Ahora Beijing parece fijar su meta en proteger las exportaciones, ante el temor de que la persistencia de la crisis en sus principales socios (EEUU y la UE) cause una caída en la demanda exterior, que durante décadas ha sido el motor del rápido crecimiento económico chino.
 
El superávit comercial de China, mayor exportador del planeta, se redujo un 14,5 % en 2011 hasta los US$ 155.600 millones.
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Ello se debido a un aumento más rápido de las importaciones, que ascendieron un 24,9 % en 2011 hasta US$ 1,74 billones, frente a las exportaciones, que crecieron un 20,3 % hasta totalizar US$ 1.88 billones, según cifras de la Administración General de Aduanas.
 
Y los resultados de la mejora social se percibe en la migración interna: 
 
Por primera vez la cantidad de habitantes de las ciudades en China supera el número de los habitantes de las zonas rurales debido a una urbanización desenfrenada y un éxodo rural masivo que plantea numerosos desafíos al país más poblado del mundo.
 
A fines de 2011, el país más poblado del mundo tenía 690,79 millones de personas en las ciudades, contra 656,56 millones de personas en el campo, indicó el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
 
Los habitantes de las ciudades representan ahora un 51,27% de la población total de 1.347 millones de habitantes. Hace 30 años sólo 1 chino de cada 5  vivía en una ciudad.
 
Según el BNE, la cantidad de habitantes en las zonas urbanas conoció un alza de 21 millones de personas por año mientras que el de las zonas rurales cayó 14,5 millones.
 
China vive una aceleración de la urbanización y un éxodo rural masivo, inducido por la descolectivización de la agricultura, la industrialización del país y la atracción que representan las ciudades entre la mano de obra de bajo costo.
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Esta tendencia se aceleró los últimos 20 años. Según el Centro de Investigación sobre el Desarrollo y la Población de China, la población urbana del país era de 26% en 1990 y de 36% en 2000.
 
El peso de la población urbana seguirá creciendo para alcanzar las 800 millones de personas en 2020, según un informe gubernamental publicado en octubre de 2011. Es decir que más de 100 millones de habitantes se mudarán a las ciudades para cuando termine la década.
 
Para 2025, pronostica la consultora McKinsey & Company, China tendrá 221 ciudades de al menos un millón de habitantes y 23 ciudades de más de 5 millones. A modo de comparación en Europa hay menos de 40 ciudades con un millón de habitantes o más.
 
"Los próximos 20 años, la población urbana china alcanzará 75% de la población total. Ello tendrá inevitablemente consecuencias muy importantes sobre el medioambiente y el desarrollo socioeconómico de China", comentó un experto en demografía de la universidad de Nankai de Tianjin, Li Jianmin.
 
El ritmo desenfrenado del crecimiento urbano acarrea una demanda colosal en términos de infraestructuras, transporte, energía, tratamiento de agua, entre otros. Aparte, hay que recordar, el 2011 fue el año récord de conflictivifdad social en China.
 
La rápida urbanización crea además tensiones. Cuando la población rural se instala en las ciudades no beneficia de los mismos derechos, en especial en materia de acceso a los servicios sociales, salud y educación que los ciudadanos que poseen un certificado de residencia oficial.
 
La situación es particularmente tensa en las regiones en donde los migrantes -cuya cifra es superior a los 220 millones- representan una parte importante o incluso la mayoría de la población.
 
Mientras que numerosas pequeñas o medianas ciudades continúan alentando el éxodo rural, las megalópolis promueven una política inversa.
 
"Las grandes ciudades como Beijing y Shanghai ya establecieron claramente que deseaban frenar el aumento de su población", aseguró Li Jianmin.
 
Comparado a otros países, China logró mejor la integración urbana de millones de pobladores provenientes de zonas rurales, señalan otros especialistas que subrayan la ausencia de vastas villas miseria como en India o Sudamérica.