KURIOSIDADES SANTACRUCEÑAS
Afirman que Máximo 'se corta solo', a espaldas de Cristina
¿Máximo Kirchner autorizó una ofensiva política contra el gobernador santacruceño Daniel Peralta que su madre Cristina Fernández no había ordenado? Si fuese cierta la información, es un pésimo antecedente acerca de cómo se toman las decisiones en la Quinta de Olivos. Además, ratificaría la ausencia de pericia política del primogénito.
Nos propusimos averiguar, hablar con gente de los ministerios, contactar a “amigos comunes” y sondear en las profundidades del PJ local, para entender lo que pasó este fin de año, entre el gobierno provincial y La Cámpora. Nos enteramos de algunas novedades que pintan de cuerpo entero la falta de ubicación témporo-espacial que tiene la agrupación política interna del FPV, al menos en esta provincia, donde no representa nada más que un grupúsculo de personas, hoy desalentadas y enojadas con sí mismos, luego del tremendo desbarajuste que hicieron, tratando de empujar al gobernador a la renuncia, con la aspiración de quedarse con el poder.
El ex diputado y candidato a Intendente de Río Gallegos, se había ubicado en un lugar clave del gobierno “y perdió todo (además de la confianza) por seguirle el juego a un grupo de aprendices”, indicaron de su entorno.
De tal manera, todos los actores de esta suerte de confabulación destituyente, se hallan solos, sin funciones, sin peso político y sin el apoyo de quienes los impulsaron a tomar una decisión equivocada, por orden de Máximo Kirchner, de quien tenemos conocimiento, no habla con el Gobernador Peralta, desde antes del 29 de diciembre.
El fracaso provincial de La Cámpora ha dejado a sus “soldados” en total orfandad y sin poder, hecho que hoy comienzan a recriminarles quienes se han visto perjudicados por una maniobra incorrecta, que partió de presupuestos equivocados ya que, tal como le han confiado a sus íntimos, algunos de estos ex funcionarios, en todo momento pensaron “que la orden tenía el apoyo de la presidenta” y hoy ven que nunca fue así.
“Operación limado”
“Nosotros en joda la llamamos “Operación Limado”, dijo un militante del FPV que sin participar en el proceso, lo vivió desde adentro de la Secretaría General de Gobierno.
“Pancho (Francisco Anglesio, por entonces Ministro Secretario) no paró de hablar por teléfono el 28 (NdR: un día antes de que sesionara la Legislatura) y estaba claro que había una movida para aprobar las leyes con lo mínimo, en el menor tiempo posible y después se iban de vacaciones”, prosiguió la fuente.
La presidenta no lo pidió
Le confiaron a esta Agencia, desde adentro de la Secretaría General de Gobierno, que la estrategia para provocar la caída del gobernador fue: “quitarle el apoyo, ya”. El encargado de transmitir la orden habría sido Bezi a instancias de alguien superior, que las fuentes indican como altamente probable, haya sido el propio Máximo. Sin embargo, aquí aparece un dato que desconocíamos. Nuestra fuente aseguró “yo estoy convencido que no fue orden de la Presidenta, forzar la salida del gobernador, creo que la decisión fue tomada aquí, por los iluminados de La Cámpora”, indicó.
Otro de nuestros confidentes dijo que, efectivamente, la orden fue “renuncien, quitémosle el apoyo que en 48 horas se cae (el gobernador Peralta)”.
En este contexto algunos se apuraron a generar los huecos en la administración provincial, convencidos de que la orden “venía de arriba" (léase gobierno nacional) y que los muchachones inexpertos aquí en Río Gallegos, solo eran meros transmisores de la consigna.
Y sin pensarlo más, Jaime Álvarez, ministro de la Producción; Francisco Anglesio, ministro secretario de Gobierno; y Ana María Urricelqui, ministra de Desarrollo Social, junto con el titular de Deportes y la de Cultura, más la titular de la Caja de Servicios Sociales, Liliana Korenfeld, dieron un paso al costado y dejaron acéfalo sus cargos.
La misma orden la recibió otro alto funcionario de un organismo público, que para preservar el origen de la fuente no vamos a mencionarlo.
Pero, en este último caso, el funcionario tuvo la inteligente idea de llamar a su “jefe inmediato” en Buenos Aires, un influyente kirchnerista del entorno presidencial y le preguntó si “esa era la orden”.
Mucho se sorprendió cuando del otro lado le dijeron “vos quedate ahí, de acá no ha salido la orden de renuncia de nadie. Solo vas a renunciar si el Gobernador te lo pide”. El funcionario provincial, entonces, llamó al intermediario que le pedía inmolarse y le dijo “de arriba no hay tal orden, yo me quedo”.
De esta manera La Cámpora perdía un soldado, que se había tomado el trabajo de verificar si era una estrategia de la política grande, o solo una travesura de chicos inmaduros, que soñaban con una “revolución” propia.
La Ministra que dio el mal paso
Ana María Urricelqui, acompañó por mucho tiempo a la administración de Peralta como Ministro de Desarrollo Social, un cargo que anhelaba y donde fue puesta a instancias de Alicia Kirchner. Ex Presidenta de la Comisión de Fomento de Jaramillo, lugar que hoy ocupa su esposo, diputada provincial y Ministra, Urricelqui parecía decidida a dar batalla en los próximos 4 años de mandato del actual gobernador; pero no fue así.
El apego al cargo y la gran devoción que Urricelqui había demostrado por la gestión de Peralta, hacía suponer que era “del palo”, como comentan dentro del ex M.A.S, aunque algunos no estaban tan seguro de su pertenencia a la administración provincial.
Previo a la llegada de fin de año, la funcionaria viajó a Jaramillo para pasar fin de año con su familia y las fuentes de ese Ministerio señalaron que lo hizo a bordo de una camioneta oficial, una Chevrolet S10, que conducía Alberto Pereyra, apodado “El nono”.
“La camioneta esta a disposición de ella (Urricelqui) y se movía para todos lados en el vehículo, era común verlo estacionado en su casa en Jaramillo y a cualquier lado donde se movía lo hacía en la Chevrolet, manejada por “el nono”, confirmó una fuente del histórico pueblo donde se centralizaron los acontecimientos de la huelga de 1921.
Una vez en Jaramillo, Urricelqui habría autorizado a su chofer, que viajara a Gobernador Gregores con la camioneta oficial, para recibir el nuevo año en aquella localidad de donde era oriundo.
Sin embargo, el día 29 de diciembre, al producirse los graves incidentes en la Legislatura y la crisis institucional en el gobierno de la provincia, llamó de urgencia a Pereyra para que volviera a Jaramillo a buscarla y de allí viajar ambos a Río Gallegos, donde la situación política estaba al rojo vivo.
Alberto Pereyra salió de Gregores esa noche y debido a la gran velocidad con la que transitaba, producto del derrape en el ripio, volcó y lamentablemente perdió la vida, sin que la camioneta se pudiera reconocer de la forma en que quedó destrozada. Nadie, o muy pocos, supieron de esto.
Fuentes de Gobernador Gregores le aseguraron a OPI que “muy poca gente vino al velatorio del nono”, un hombre de aproximadamente 38 años, que un mes atrás había salvado milagrosamente su vida, cuando un colectivo propiedad del hijo de la Sra Urricelqui que posee un auto de carreras, cayó sobre él, en momentos en que le practicaba unos arreglos en Caleta Olivia. Un amigo del chofer de la ex funcionaria, se quejó porque durante el tiempo que Pereyra estuvo internado (por aplastamiento del esternón) en el hospital de Caleta, nunca fue visitado por algún integrante de la familia a la que le prestaba servicios.
Ya en esta capital, Ana María Urricelqui, se plegó a la lista de funcionarios que dejaban sus cargos, “por desacuerdo con la gestión de gobierno provincial”, argumento que sin embargo nunca había manifestado hasta ese momento. “Está claro que Urricelqui respondía a una orden que le prometía, como a los otros, que se apartara y que en 48 horas volvería a hacerse cargo, pero con más poder y decisión, en función de su nuevo estatus, avalada por el gobierno nacional” nos confió alguien de su entorno; y Urricelqui renunció.
Máximo error
La operación fallida por quitar del medio al gobernador y posicionar a La Cámpora en la provincia, no es algo que se haya pensado el día 29 de diciembre. Solo, que en aquella jornada, a los integrantes del grupo político del FPVS, les pareció ver el momento justo y apropiado para generar su inesperada llegada al poder.
Cuando las balas de goma trazaron líneas negras en el asfalto y lastimaron la piel de los manifestantes en las calles alrededor de la Legislatura, tanto el diputado Gómez como Bezi, se asustaron (testimonios de pares que estaban en el recinto con ellos). Los teléfonos de ambos no paraban de sonar. Del otro lado, se supone que tanto Máximo como Rudy Ulloa, impartían las órdenes de qué hacer.
En ese momento decidieron el plan B. Se “dieron vuelta”, cargaron contra el gobierno provincial, aseguraron por los medios que ellos no iban a votar “los proyectos” porque estaban en desacuerdo y ordenaron el repliegue de aquellos funcionarios que hacía pocos días habían llegado a sus cargos. El problema (aseguran los bien informados del FPVS) es que para ese trámite, puntualmente, no contaban con la orden de la presidenta; “fue una jugada que estaba en mente, pero nunca fue consultada con la presidenta; solo que después no hubo marcha atrás y les restaba esperar si en realidad Peralta se iba o resistía”, indicaron a OPI desde la legislatura.
La “estrategia” delineada en la “mesa de arena” por Máximo la noche anterior, fue un fiasco. Este acto fallido del hijo presidencial, corrobora una vez más, lo que sostenemos desde hace tanto tiempo en nuestros análisis, cuando vemos que desde algunos medios nacionales se pinta Máximo Kirchner como el “gran armador político” en las sombras (¿?).
Ama de llaves
Después se levantó el rumor de que Cristina Fernández se había reunido con Arturo Puricelli, gestando una “intervención” en Santa Cruz lo cual no resistía el menor análisis y a las claras resultaba una operación mediática volcada en redes sociales y páginas webs, con el objeto de generar intranquilidad y sembrar la duda entre la población de Santa Cruz.
Lo que si resultó verdadera, fue la molestia de Cristina ante los hechos que se sucedieron en Río Gallegos y a partir de allí le bloqueó el teléfono al gobernador Peralta. Hacia adentro de La Cámpora, habrían existido fuertes reproches de la presidenta por la forma en que actuaron los “soldados” de la revolución inventada por su hijo en Santa Cruz. Nada pasó de allí.
Donde realmente está centrada, de ahora el más, la atención política, es en el apoyo que debe decidir si dará o no la presidenta al Gobernador de Santa Cruz, a partir de este mes, cuando el estado nacional deba ayudar financieramente a la provincia. Se puede decir que CFK tiene las llaves para la solución o para el caos.
Si en ese esquema, la presidenta le retira su apoyo al gobierno, los problemas para Peralta sobrevendrán en un cortísimo tiempo. Será una cuestión de días, para que la economía provincial se vea afectada y no lleguen a pagar los sueldos ni el desfinanciamiento de las Cajas (PS y SS).
Las municipalidades no podrán funcionar ni pagar haberes y el elefantismo de la administración pública recibirá un duro golpe que puede traducirse en conflicto interminables, empleados de distintos sectores en la calle y allí realmente, peligrará la institucionalidad; solo que en este caso, no por designios de La Cámpora, sino por efecto del desfinanciamiento ordenado por la propia presidenta, lo cual, de suceder, demostraría que la mandataria encabeza el golpe destituyente de su propio compañero de fórmula en Santa Cruz y eso sería ante la opinión pública nacional y mundial, un verdadero bochorno político.
Hoy, dentro del PJ provincial se han dividido las opiniones. Algunos, sostienen que jamás la presidenta le haría eso a un gobierno que ella misma acompañó y que no ha dudado en identificarse con el modelo nacional.
Otro sector, opina que a la hora de hacerse del poder absoluto, Cristina, como su marido, no mide (ni medirá) las consecuencias posteriores, porque el objetivo sería llegar como “salvadores” a Santa Cruz, para (más tarde o más temprano), aplicar el mismo ajuste que pretenden aplicar hoy, pero ya con el poder que da tener hegemonía política en todos los niveles de la administración provincial.
No obstante, el contexto histórico ha cambiado y así como el gobierno provincial desestimó la reacción popular en las calles el día 29 de diciembre y La Cámpora creyó que solo se trataba de un trámite legislativo, el gobierno nacional no está seguro si una vez más, los ciudadanos de esta provincia van a soportar la manipulación de las instituciones y que otra vez, el voto de las urnas solo sirvan para conformar una estadística más, mientras democracia y libertad, forman solo un juego de palabras.