Y que Mariano Rajoy, del Partido Popular, era el encargado de llevarlo adelante también era una obviedad tras el fracaso socialista en su última legislatura. Con esas premisas, Rajoy fue electo presidente del gobierno el pasado 20/11 con mayoría absoluta.
Desde ese entonces, Rajoy no ha hablado con los medios, limitando su exposición pública al máximo. Fueron sus ministros quienes pusieron la cara para anunciar, en 3 ocasiones por el momento, los duros ajustes que se conocen por el momento.
A diferencia de lo que suele pasar ante la asunción de un nuevo gobierno, no hay luna de miel para Rajoy. Los 100 días de gracia habituales con los que suele ser privilegiada una nueva administración estaba de inicio limitada por la profunda crisis económica que vive España.
Por ello no pasaron ni 2 semanas desde que Rajoy fue investido para que se conozcan los planes de ajuste prometidos -más nunca explicitados- durante su campaña política. En muchos puntos, se percibió cierta improvisación. Claro, siempre justificada en “la herencia recibida”.
En ese contexto, decidió un aumento de impuestos que jamás había siquiera insinuado pero que el gobierno popular parece hablar negociado o consultado con Alemania al percibir que el déficit no sería del 6% como se pensaba, sino del 8% y ante el temor de que los mercados tomen muy mal ese dato si no fuese acompañado con una solución de ese estilo.
En ese mismo contexto, prometió en campaña recortes de todo tipo “salvo en las pensiones, las que subiré”, había dicho. El aumento terminó siendo de escasamente un 1%, creando un gran malestar en la comunidad de jubilados y pensionados.
Este último jueves (5/01) se conocieron las últimas medidas anticrisis pero, como en ocasiones anteriores, él no fue el encargado de dar la cara y responder a los periodistas, sino su vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, la numero 2 del gobierno.
Saénz explicó en una rueda de prensa que el presidente no prevé hacer una comparecencia parlamentaria para explicar las medidas que está tomando el ejecutivo hasta el 30/01, después de que participe en una cumbre europea. Algo que también parece ir contra sus declaraciones proselitistas: “no consultaré con Merkel, me debo al pueblo español”. Sus prioridades actuales van en sentido contrario.
Para entonces habrán pasado 40 días desde que el presidente tomó posesión de su cargo.
Y eso no ha pasado desapercibido en la prensa española.
Uno de los críticos es el redactor jefe de Política del diario El País, Javier Casqueiro, que le pide al presidente "salir y dar la cara".
"Y no encubrirse tras ningún subalterno, aunque sea tan presto y dispuesto como Santamaría, que acepta sin límites todas las preguntas para las que hay difícil respuesta",sostiene en un blog del periódico identificado con ideas de centro izquierda.
El diario El Mundo, de tendencia más conservadora, también se hace eco del asunto y pregunta a sus lectores en una encuesta si creen que Rajoy debería comparecer ya, algo a lo que en torno al 75% de quienes votaron respondieron que "sí".
Los medios españoles también recuerdan que en otros países, como Grecia e Italia, los nuevos primeros ministros anunciaron ellos mismos los planes de ajuste económico al aprobarlos.
Sáenz de Santamaría justificó el retraso de la primera comparecencia del presidente en el Congreso "por economía procesal", ya que, aseguró, aprovechará para explicar los compromisos que se adopten con Europa y cómo piensan cumplirlos.
No son pocos los que creen que la estrategia de silencio de Rajoy no es buena en términos de comunicación política.
Saénz de Santamaria dijo que el momento actual es "determinante para las finanzas españolas".
Para el analista político José Nevado, si Mariano Rajoy no ha comparecido todavía de manera pública es porque "son tantas las medidas impopulares que probablemente deberá tomar el gobierno a lo largo de las próximas semanas que el propio presidente no quiere quemarse tan pronto".
Según Nevado, que fue portavoz del la Junta de Andalucía con un gobierno socialista, Rajoy ha preferido delegar en estos momentos "especialmente duros" para "no abrasarse" como, a su juicio, le sucedió a su antecesor José Luis Rodríguez Zapatero que se prodigaba más en ruedas de prensa y comparecencias públicas.
Por su parte, el experto en Comunicación Política Antonio Sola, cree que la decisión de Rajoy de dejar que su vicepresidenta y sus ministros "sean los portadores de malas noticias", puede ser una buena estrategia, si bien advierte que esta situación no se debe prolongar.
"Evidentemente mucho más tiempo no podrá pasar el presidente sin salir a los medios de comunicación a hablar sobre las medidas que en global está tomando su gobierno, pero por el momento, yo creo que es adecuado", afirma Sola, que fue asesor de comunicación de Rajoy en la campaña de 2008.
Si la situación se extiende, advierte, a Rajoy le puede suceder lo que le pasó a Bill Clinton en USA que "empezó con mal pie con los medios de comunicación al restringirles el paso a la Casa Blanca y no aparecer en determinados momentos".
Nevado añade en ese sentido que "a corto y mediano plazo" esta estrategia no le resultará exitosa al presidente.
"Llegará un momento en que los medios de comunicación, los partidos de la oposición y la opinión pública le exigirán algo más, pero de momento le van valiendo. Son semanas que van pasando sin que él se desgaste y va saliendo del bache", opina.
La actitud relativamente silenciosa de Rajoy de cara al público es un rasgo que le ha caracterizado desde el inicio de su carrera política y en los más de 7 años en los que ha ejercido como jefe de la oposición.
"Rajoy en determinados momentos llegó casi a desaparecer del entorno mediático. Lo que está haciendo es repetir el patrón propio de su comunicación en los últimos años"
Antonio Sola, ex asesor de Rajoy
A Nevado tampoco le sorprende esta estrategia de Rajoy: "Es un hombre con escasísima presencia pública. Cuando hace declaraciones son unilaterales e impide que haya preguntas de periodistas", sostiene el analista.
Además, considera que Soraya Saénz de Santamaría, una abogada de 40 años que durante más de 10 fue asesora de Rajoy en sus diferentes cargos políticos, está actuando como "un buen escudo" del presidente que, de momento, beneficia al gobierno.
Para Sola, la vicepresidenta está haciendo "lo que tiene que hacer, decir las cosas como están sucediendo: crueles o no crueles pero diciendo la verdad". No obstante, considera que deberá cuidar su imagen, ya que, si los ciudadanos no ven los cambios que esperan, se le cargará de atributos negativos.
En lo que los 2 analistas coinciden es en que, por el momento, el debate sobre el silencio de Rajoy está más en la prensa que en boca de los ciudadanos que están inmersos estos días en las últimas celebraciones de Navidad que en España acaban este viernes (6/01) con la fiesta de Reyes. Pasadas las fiestas, la gente empezará a prestar atención.
Mientras tanto, la prensa hace lo suyo respecto de las decisiones, medidas y propuestas del Gobierno para sacar a España de la crisis. Claro está, en una sociedad que conoce más de extremos que de centros (los hay de derechas, de izquierdas, monárquicos, republicanos, nacionalistas, pero lo que se dice de “centro-centro”, pocos) son, lógicamente, distintos los puntos de vista.
Así, El Mundo apunta que “El Gobierno debió cortar más el gasto y no subir los impuestos” y destaca que el 30% de los votantes del PP cree que Rajoy engañó al negar antes la subida.
La Razón señala que “El Gobierno controlará a priori los presupuestos autonómicos”. En esta línea, El País dice que “Rajoy impondrá a las autonomías el control previo de sus Presupuestos”. ABC destaca que el Gobierno aprobará informes para reducir el sector público y reformar el mercado financiero.
El Mundo lleva a su primera página de ayer (5/01) un sondeo de Sigma Dos en el que revela que, según el 63% de los encuestados, “El Gobierno debió cortar más el gasto y no subir los impuestos” y destaca que el 58%, incluido el 30% de los votantes del PP, cree que Rajoy engañó al negar antes la subida. También, “Las cuentas de las autonomías tendrán que ser autorizadas por el Gobierno”.
El Mundo, amparado en un sondeo propio que indica el descontento ciudadano con el“engaño a los electores” de Mariano Rajoy, expone en su editorial: “El Gobierno debe adoptar en las próximas semanas medidas de ajuste muy importante, pero esta encuesta revela que no ha acertado en las primeras. El PP es un partido de ideología liberal y que siempre ha apostado por la iniciativa privada como motor de la economía. Cabe exigirle que sea coherente con estos planteamientos, que son los que han movido a los electores a votar a Mariano Rajoy”.
La Razón abrió ayer (5/01) con tipografía de gran tamaño que reza: “El Gobierno controlará a priori los presupuestos autonómicos”. Destaca que De Guindos anuncia también que los bancos tendrán que destinar otros 50.000 millones a los activos tóxicos inmobiliarios y que el Ejecutivo estudiará reducir las más de 400 empresas estatales.
Martín Prieto culpa de la subida del IRPF a Elena Salgado: “La ingeniera Elena Salgado, más frágil que el loto y practicante del budismo caliente, charlaba de nuestros impuestos conIsabel Preysler y Miguel Boyer, y ahora estará en su casa de Niza, Ayuntamiento tan civilizado que hasta te subvenciona la tenencia de un perro. Hay errores, equivocaciones monstruosas y cosas que hacen Solbes y Salgado. Los responsables del naufragio tildan de mentiroso a Rajoy y su equipo por propinarnos una sacudida impositiva a vida o muerte que o la hacemos nosotros o la hará Bruselas, el BCE, el FMI o el espíritu malo de Ángela Merkel. Gracias a la ceguera suicida socialista somos un país tutelado. Todo lo ha confundido la crisis y lo único seguro es que elevar el IRPF es cosa de la impericia o el engaño de Elena Salgado”.
El País abre con “Rajoy impondrá a las autonomías el control previo de sus Presupuestos” y destaca que Guindos avanza que en marzo se aprobará una ley de supervisión de las autonomías y Valencia admite graves problemas para pagar. “Los sindicatos aceptan impulsar el empleo parcial
ABC destaca con foto de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría la “Batalla contra el fraude fiscal y los chiringuitos de la administración” y añade que el Gobierno aprobará informes para reducir el sector público y reformar el mercado financiero.
Ignacio Camacho afirma que “los discursos del Gobierno y la oposición se han vuelto intercambiables por falta de una ética de la responsabilidad”. Sostiene: “El tributazo de final de año ejemplifica con nitidez este vicio de simplismo político. No puede ser que el partido que con más insistencia se ha opuesto a la subida de impuestos los incremente en su primera acto de gobierno sin una aclaración valiente, razonable y detallada de los motivos de esa descomunal autorrefutación. Tampoco es creíble que su adversario critique una medida que figuraba en su programa electoral y que ha adoptado en territorios donde gobernaba”.
Y los tertulianos, los que comentan en radio, TV, cartas de lectores y portales de interet van en el mismo sentido, acusando a Rajoy de haber cambiado de libreto. Varios acordaban que el Gobierno ya estaba tocado por el paquete de medidas adoptadas.
En opinión de Román Orozco a la Cadena Ser, el Ejecutivo está tocado porque ha tardado 2 días en hacer lo que dijo que no haría. Además, advierte que Rajoy anunció que diría la verdad y no lo ha hecho: tanto él como su equipo sabían del desvío del déficit y no lo dijeron.
Antón Losada también cree que el Gabinete sale tocado. Primero porque dijo que esto era malo para la economía y lo ha hecho; segundo, porque dijo que no lo iba a hacer y lo ha hecho; y tercero, porque daña la credibilidad del anterior Gobierno y su propia credibilidad, citando como colofón que el déficit se debe a comunidades que ya gobernaba desde hace tiempo el PP.
José Antonio Zarzalejos discrepaba ya que no cree que esté tocado, aunque sí “arañado” y ya que ve 2 eximentes para las decisiones que ha tomado. Primero, el déficit público, que irá seguramente hasta el 8,2%; y por otro lado, la propia subida de impuestos, que ha sido sobre los impuestos directos y con la que no se ha afectado a los sectores más débiles. Piensa que “ha sido un sablazo más socialdemócrata que liberal”.
En Onda Cero era Pilar Cernuda la que más peros ponía al proceder del Gobierno y se basaba en que, en el último año, tanto Rajoy como Montoro se han pasado la vida explicando la “perversión” de la subida de impuestos y que lo han hecho por activa y por pasiva “antes, durante y después de la campaña electoral” con el argumento de que provocaba menos consumo y por tanto mayor desempleo e incluso “pusieron a escurrir a Rubalcaba” por proponerlo. Cree que si ahora se han encontrado las cuentas peor de lo que pensaban “hacía falta una explicación más contundente a las medidas, que nos han dejado a todos temblando” y que ha echado por tierra la parte más importante de su proyecto electoral y piensa que eran decisiones suficientemente importantes como para que el presidente del Gobierno hubiera hecho una rueda de prensa él y no la vicepresidenta económica.
En la cadena COPE Tonia Etxarri era de la misma opinión que Cernuda. Opina que Rajoy nos debe una explicación como presidente del Gobierno. Una comparecencia parlamentaria, que explique los pasos que ha dado para realizar este recorte.
Jaime González también reclamó que se haga pedagogía respecto a estas medidas“explicándolo todo muy bien, para que no de la sensación de que siempre pagan los mismos, los asalariados” y en parecidos términos se expresó Inocencio Arias en la cadena episcopal, para quien hacen falta personas que expliquen bien lo que está pasando, porque ni un mes después de tomar posesión han hecho lo que decían que no iban a hacer.
Continúa el 15-M
El descontento social existente y el que se sume por las medidas y "traiciones" de Rajoy tendrán su manera de canalizarse. El 15-M fortalece su estructura para seguir en la calle en 2012. Los indignados aseguran que las razones de su descontento "siguen estando vigentes" y califican las políticas de Rajoy de "continuistas". Eso sí, hacen autocrítica y admiten que el exceso de acciones les hace "perder fuerza".
Con el descontento en plena ebullición, el Movimiento 15-M marcó la agenda de la campaña de las autonómicas del 22-M, pero el resultado siguió siendo más derecha. Por la del 20-N pasó de puntillas y sin hacer ruido. Sus integrantes aseguran que andaban metidos en"otras luchas". Sus detractores, sin embargo, aprovecharon para empezar a hablar de "dispersión" o de "falta de respaldo".
Con poco más de 7 meses de vida, se resiste a desaparecer y que, entre otros asuntos, prepara una nueva gran movilización internacional para marzo de 2012.
"Las futuras acciones las marcarán los políticos", dicen en Democracia Real Ya
"Las causas que nos sacaron a la calle siguen estando vigentes. Las políticas que vienen van a ser continuistas. Seguiremos pagando la estafa del mundo financiero", reflexiona PabloGómez, participante del grupo de trabajo de Coordinación de Comunicación del 15-M de Madrid mientras deciden que medidas concretas adoptarán.