HARTOS DE LOS CHISTES ARGENTINOS, HAY CONTRAATAQUE
La venganza (gallega) será terrible
Los gallegos se encuentran hartos de las chanzas de los argentinos y decidieron tomar el toro por las astas. Aqui va un anticipo de su venganza (humorística):
02 de enero de 2012 - 17:39
1. El médico y la enfermera en el hospital gallego contemplaban a los recién nacidos que dormían en la nursery.
-Entre todos estos recién nacidos, hay un bebe cuyos padres son argentinos. ¿Usted sería capaz de adivinar cuál es el bebe argentino, enfermera?
-Pero doctor, no hace falta adivinar. El bebe argentino es aquél. El primero de la segunda fila.
-¡Que notable! ¿Y como lo ha sabido usted?
-¡Hombre, sencillísimo! Es el que me cagó primero
2. La gallega había sido violada y llego la policía a tomarle declaración:
-Cálmese señora y cuéntenos todo.
-Lo único que yo se, oficial, es que el tío que me violo era argentino. Si señor, sin duda era argentino.
-Pero señora, ¿cómo puede Ud. estar tan segura?
-¡Hombre! Pues porque cuando termino de violarme me obligó a darle las gracias.
3. El chico llego casi llorando del colegio:
-¿Qué te pasa, nene?
-Mama, en el colegio me dijeron que si era judío no era argentino.
-No, mi vida. Vos sos judío y argentino.
-Bueno, pero entonces necesito saber que soy más: ¿argentino o judío?
-¿Cómo qué sos mas?
-Sí... Qué soy más.
-Bueno, eso no te lo puedo contestar yo. Cuando venga tu padre se lo preguntas a él.
Cuando llegó su padre, el chico se mandó:
-Papá ¿qué soy yo más, judío o argentino?
-¿Por qué me preguntas eso?
-¡Necesito saberlo!
-¿Para que?
-Hay un chico que me quiere vender la bicicleta. Por eso quiero saber que soy más.
-No te entiendo.
-Si soy más judío, voy y le regateo el precio, pero si soy más argentino, salgo esta noche y se la afano, ¿entendés?
4. Adivinanzas:
-¿Cómo llaman a los argentinos en Galicia?
-Ni idea.
-Espermatozoides.
-¿Por qué?
-Porque solo trabaja 1 de cada 3.000.000.
5. Anécdota urbana: La ambulancia llegó velozmente a la escena del accidente de tránsito. Bajaron los enfermeros con 1 camilla. El médico se acercó al argentino que acababa de chocar y le dijo:
-Cálmese. Pronto lo curaremos.
-¡Mi Mercedes! ¡Mi pobre Mercedes! ¡Cómo ha quedado mi Mercedes nuevo!
-Pero, ¡déjese de joder, hombre! Olvídese de su auto. ¡Su brazo izquierdo ha quedado aplastado!
-¡Oh, no! ¡Mi Rolex! ¡Mi pobre Rolex!
6. El gallego se cruza con el argentino y le comenta:
-¡Que hermoso día! ¡Es un día realmente esplendido!
-Muchas gracias. Se hace lo que se puede.
7. Un argentino llevaba ya 20 años viviendo en La Coruña. Un día decide visitar al psicoanalista.
-Mire, doctor, lo mío es muy grave. Siento que perdí la identidad argentina. Siento que soy gallego.
-¿Cómo lo afecta esto?
-Y… me afecta muchísimo. Cuando escucho un tango, me paro a bailar y termino bailando una jota. Si, por ejemplo, tengo ganas de comer un asado, término pidiendo paella…
-Pierda cuidado. Esto tiene fácil solución.
-¡No me diga!
-Sí. En media hora estará usted curado.
-¿Y como va a hacer, doctor?
-Lo hipnotizaré.
-¡Gracias, doctor! ¡No sabe cuanto se lo agradezco! ¡Gracias, gracias!
Con habilidad, el psicoanalista lo hipnotizó y le hizo repetir:
-¡Soy argentino! ¡Soy argentino! ¡Soy argentino!
Exactamente media hora después lo saco del estado hipnótico.
-Veamos: ¿Se siente usted bien ahora?
-¿Y a vos que mierda te importa, gallego pelotudo?
8. El argentino intenta comprar unos cigarrillos.
-Bueeeenas. ¿Vos sos el dueño de este quiosco?
-Buenos días tenga usted, señor. Verá: esto no es un quiosco, aquí lo llamamos estanco.
-Esteeeeee, a ver, dame cigarrillos de…
-¡Que no los llamamos cigarrillos! Los llamamos pitillos.
-Bueno, y dame también unos fósforos.
-Aquí no los llamamos fósforos, sino cerillas.
-Está bien. Dame unos encendedores.
-Que aquí no los llamamos encendedores. Los llamamos mecheros.
-Decime viejo: ¿Y como llaman aquí a los hinchapelotas?
-No los llamamos. Vienen solos, por Aerolíneas Argentinas.