AMPLIO ESPECTRO DE RELACIONES DIPLOMÁTICAS I

Beijing se acerca al Vaticano

Con la ordenación episcopal del sacerdote Luo Xuegang como nuevo obispo de la diócesis de Yibin en China, el Gigánte Asiático y la Santa Sede quieren dejar atrás medio siglo sin relaciones diplomáticas. Sin embargo, la ceremonia de mañana puede resultar conflictiva si aparece un invitado no querido.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Por estos momentos, Radio Vaticano, el portavoz mediático de la Santa Sede, está publicando lo siguiente es su página web:

"Ante la pregunta de los periodistas sobre la noticia de una nueva ordenación episcopal en China, que tendría lugar mañana, 30 de noviembre, en la persona del Reverendo Luo Xuegang, en la diócesis de Yibin en Sichuan, nuestro Director general y Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi respondió:

´He visto circular esta noticia en los medios de comunicación. Si así sucediera, se trataría de un candidato, que es aprobado por la Santa Sede. Obviamente espero que en caso de que la ordenación tenga lugar, se respeten las normas de la Iglesia católica, es decir, que los fieles sean informados acerca de la aprobación por parte de la Santa Sede, y que en la celebración litúrgica no participe ningún obispo ilegítimo. En tal caso, el evento sería un aliciente para la comunidad católica´.  

De esa manera, si bien algo tímidamente, el Vaticano asegura que apoyaría la ordenación episcopal del sacerdote Luo Xuegang como nuevo obispo de la diócesis de Yibin en China, luego de meses de tensión entre ambas partes por las ordenaciones de otros prelados.

Cabe recordar que China y el Vaticano carecen de relaciones diplomáticas desde hace más de 50 años. En los últimos tiempos tuvieron lugar acercamientos entre ambas partes de cara al restablecimiento de vínculos institucionales, pero no se alcanzó un acuerdo definitivo.

Uno de los puntos que impidió normalizar las relaciones tiene que ver con la designación de obispos, un privilegio que compete a la Sede Apostólica pero que el gobierno de Beijing considera una intromisión en su política interior.

En los meses pasados la ordenación por parte de la Asociación Patriótica, la iglesia fiel al régimen, de algunos obispos no autorizados por el Vaticano elevó el nivel de tensión.

Los católicos chinos (5,7 millones según las estadísticas oficiales, 12 millones según fuentes independientes) están compartidos entre una Iglesia oficial, cuyo clero depende de las autoridades, y una Iglesia "subterránea" que obtiene su legitimidad de la obediencia al Papa.

Las relaciones se volvieron tensas entre China y la Santa Sede desde la ordenación ilícita en noviembre pasado de un primer obispo, nombrado por la Asociación patriótica de católicos chinos sin consultar a Roma.

Esta nueva ordenación prevista para este miércoles (30/11) en China recibiría la aprobación del papa Benedicto XVI, sin causar excomunión como ocurrió con las ocurridas el verano pasado. Eso sí, deberán respetar la liturgia ofiial, y no permitir la asistencia de ningún obispo "no oficia". 

La declaración del Vaticano se produjo a raíz de la noticia de que el obispo excomulgado de Leshan, Pablo Lei Shiyin, participará en la ceremonia de ordenación. Ordenado el 29/06, sin la aprobación del Papa, la Santa Sede declaró el 4/07 que había incurrido en excomunión. En consecuencia, tiene prohibido por la ley de la Iglesia participar como obispo en la ceremonia litúrgica.

Lei Shiyin es el presidente de la Asociación Patriótica Católica en la provincia de Sichuan y, obviamente, no desean perde momentum público: confirmó que había recibido una invitación para la ceremonia de ordenación y dijo asistirá. Sin embargo, agregó, que no sabía si iba a servir como obispo co-consagrante. 

Las noticias de la intención de participar de Lei provocó mucha discusión y debate en blogs y sitios web católicos en China continental, y muchos esperaban que el Vaticano aclare su posición antes del evento. La declaración de Lombardi hace precisamente eso.

La ordenación se llevará a cabo en la Iglesia de Santa María, en la ciudad de Yibin, provincia de Sichuan, suroeste de China, oficializada por Chen Shizhongy, obispo de la diócesis, de 95 años de edad -reconocido por Roma y Beijing- quien ordenará al Padre Lou como su coadjutor (y por lo tanto su sucesor como cabeza de la diócesis).