COIMAS EN EL MINISTERIO DE TRABAJO

Que Dilma haga lo que quiera pero... es otro Lupiescándalo

La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, insiste en que el ministro Carlos Lupi (del PDT, al que ella estuvo afiliada en el pasado), se quedará en el gabinete hasta enero. Pero el semanario Veja acaba de presentar nuevas pruebas sobre la corrupción de la gestión Lupi... que es de la gestión Dilma...

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El semanario Veja publicó una investigación que demuestra que hace 9 meses, un sindicalista vinculado al Partido dos Trabalhadores informó a la Presidencia (Palácio do Planalto) sobre un esquema de extorsión en el Ministerio de Trabajo, pero que el gobierno de Dilma Rousseff decidió no hacer nada.

 
Desde hace algunas semanas el ministro de Trabajo, Carlos Lupi, se encuentra bajo acusaciones diversas por la corrupción que impera en su cartera, pero la Presidente ha decidido no entregar su cabeza a los denunciantes y mantenerlo hasta enero, cuando ella realizará un cambio general de su gabinete de colaboradores (aunque ya tuvo que echar a 6 ministros y no cumplió 1 año de gestión).
 
El ministro Lupi, en teoría, funcionaba como un cajero de sectores de su Partido Demócrata Trabalhista, y para ello obtenía beneficios/cobraba favores en el Ministerio de Trabajo.
 
El argumento de Lupi es que él nunca supo nada de lo que podían hacer sus colaboradores, y de hecho ha despedido a varios de ellos desde que comenzó la crisis. Pero es tan generalizada la corrupción que es imposible que todo eso ocurriera hasta en la secretaría privada, la jefatura de asesores, las secretarías de Estado, y él no estuviera al tanto.
 
El aporte de la revista Veja se refiere a que los asesores de Lupi cobraban coimas de R$ 1 millón (US$ 529.661) a cambio de conceder o renovar el registro sindical (la personería jurídica)
 
Y pese a haber sido alertado por un sindicalista del PT al que pertenece Dilma y su equipo íntimo, nada hicieron.
 
El denunciante se llama Irmar Batista, quien fue entrevistado por Veja.
 
Irmar Silva Batista es un mecánico que intentaba crear el Sindicato dos Trabalhadores nas Indústrias de Reparação de Veículos e Acessórios do Estado de São Paulo (Sirvesp, siglas de lo que sería Sindicato de los Trabajadores en Industrias de Reparación de Vehículos y Accesorios del Estado de S. Paulo). 
 
En 2008, el entonces secretario de Relaciones de Trabajo, Luiz Antonio de Medeiros, le presentó a un asesor, Eudes Carneiro, quien le pidió el dinero para concederle el registro sindical. Debe recordarse que Carlos Lupi es ministro de Trabajo desde 2007, designado por Luiz Inácio Lula da Silva, quien le impuso a Dilma Rousseff la continuidad del PDT en el control del ministerio, y así siguió Lupi. Medeiros fue la mano derecha de Lupi hasta hace algunas semanas, cuando comenzaron los escándalos.
 
Irmar se negó a pagar por la personería y hasta el día el trámite permanece frenado en el Ministerio de Trabajo.
 
En febrero de 2011, Irmar le envió un correo electrónico personal a la presidente Dilma Rousseff y al secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho. 
 
En el texto, él narró todo lo que le había ocurrido en el Ministerio de Trabajo en manos del PDT y reclamó alguna acción de parte del Ejecutivo.
 
El Palacio do Planalto acusó recibo del texto el 09/03 pero la semana pasada la oficina de prensa de la Presidencia le informó que no era posible hacer nada.
 
Se explicó que el motivo era técnico: el fragmento que describía la denuncia, curiosamente, fue quitado del texto recibido por la Presidencia.
 
Veja entrevistó a los acusados por Batista, quienes obviamente han negado las acusaciones de pedirle un soborno.
 
Entonces el periodista regresó a hablar con Batista y le reclamó detalles. Aqui un breve fragmento:
 
"(...) -¿Ud. fue llevado al Ministerio de Trabajo?
 
-A fines de 2008 fue a Brasilia a reclamar por la demora para el registro del sindicato. Busqué a Medeiros (Luiz Antonio de Medeiros, entonces secretario de Relaciones de Trabajo), quien me llevó a una sala al costado y me dijo: "lo que Eudes reclama, es correcto". Entonces nos dejó a solas con Eudes Carneiro (asesor del ministerio). Antes de la reunión, Eudes mandó a la gente a cerrar todos los teléfonos celulares. Nos sentamos a la mesa y él realizó su propuesta: R$ 1 millón para liberar el registro del sindicato.
 
-Ud. dice que es un "esquema", lo que sugiere que su caso no fue único.
 
-No. Varios sindicatos fueron extorsionados pero la gente tiene miedo de dar la cara. Hay otros sindicatos que también fueron víctimas de los pagos a cambio de la personería. (...)."