CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Por 2da. semana consecutiva, Marcelo Bonelli, el columnista de diario Clarín, desliza fracasos de Guillermo Moreno en la contención de pagos al exterior, como mecanismo que el funcionario imagina para equilibrar las menguadas reservas de libre disponibilidad.
La semana pasada, el relato fue sobre la reacción de Juan Carlos Fábrega, presidente del Banco Nación, incrédulo ante la sugerencia del precario personaje a cargo del Comercio, de que suspendiera los pagos del banco comercial Nº1 del país.
Fábrega lo trató como un patán, y rechazó la sugerencia.
Ahora, hay un relato complementario:
"(...) Las filiales de las “multi” están obligadas a enviar dólares a sus casas matrices, para fortalecer las finanzas de las compañías. Guillermo Moreno intenta sin éxito frenar esta salida. Bancos como el City y el Santander desoyeron las presiones del funcionario. Juan Bruchou, consultó a Mercedes Marcó del Pont y ella desautorizó al secretario de Comercio . Bruchou argumentó que no puede dejar en cesación de pagos al City. Lo mismo ocurrió con YPF: Moreno le pidió a Sebastián Eskenazi postergar el giro de fondos, pero no tuvo éxito. El martes, la petrolera envió a Madrid unos 1.000 millones de dólares."
Esto quiere decir que Moreno carece del poder omnipotente que él se atribuye. Hay quienes lo cuestionan y muchos que lo desdobedecen. Moreno, y la historia oficial, se circunscriben a lo que pueden/deben contar.
Otro relato de que Moreno es más un mito sucede con sus mensajeros a la City:
“Tenemos información de que está operando fuera del límite permitido ”, le dijeron al responsable de la entidad, luego de identificarse como “colaboradores de Guillermo Moreno” . No explicaron a qué límite se referían, pero estaba implícito que hacían alusión al valor del dólar informal o “blue”. Al mismo tiempo, uno de ellos extendió una tarjeta que tenía escrito un teléfono. “Si le queda alguna duda, comuníquese con el secretario”. Así ambos, lookeados al mejor estilo “ men in black ” (así los apodaron en el mercado cambiario), emprendieron su retirada.
Las visitas se repitieron en otras tres casas de cambio, de las más conocidas de la city porteña, a las que el titular de Comercio tiene identificadas como las cuevas donde se cocina la cotización del dólar informal. La razón de las visitas es simple: Moreno se inquietó porque el “blue” retomó su camino alcista. (...)".
De todos modos, es cierto que hay interés en conocer dónde, una disparatada gestión como la del Frente para la Victoria, enviará al hoy secretario de Comercio Interior, quien ha instrumentado en forma ciega los controles de precios y la poca creíble medición de estadísticas desde 2007.
Si se considera la gestión de Moreno ha sido un fracaso por todos lados, excepto que ha logrado que los Kirchner estafen a los bonistas que aceptaron sus títulos ajustables por mediciones del INdEC. Pero también eso, tarde o temprano, lo pagará la Argentina. Por lo que ¿cuál es el éxito que tiene para exhibir Moreno? Ninguno.
Moreno es un militante peronista, él dice que ortodoxo y vertical como buen peronista y Néstor Kirchner lo valoró porque era lo que pretendía de sus cercanos. Y utilizó a Moreno para desgastar a Alberto Fernández, por ejemplo. Y a Martín Lousteau. Moreno no cuestiona la cadena de mandos y pretende que el resto tenga una similar actitud con él. Si bien su origen es el equipo de Eduardo Curia (ex Nº2 de Antonio Erman González en Economía, bien vale la pena recordarlo), Moreno fue considerado un cuadro político por Kirchner, y Cristina respeta aquella relación de gran subordinación que ella heredó.
En tanto Moreno, quien su anhelo imposible es el Palacio de Hacienda, decidió jugar con las expectativas de quienes dan por el pito más de lo que el pito vale, para no aburrirse. Y comenzó a despedirse anunciando un nuevo destino. A unos les dijo que iba a la AFSCA en lugar de Juan Gabriel Mariotto, a otros que le gustaría ir al INTI para pensar la nueva política industrial (?), a otros que su destino es el Banco de la Nación Argentina (pequeña venganza contra Fábrega por darle la espalda) y ahora lanzó lo de la AFIP (luego de haber cuestionado, dicen, a Ricardo Echegaray).
Todo es cierto, nada es verdad. La historia está por escribirse. Moreno necesita protagonismo. Es casi un Ricardo Fort del Frente para la Victoria. Precisa la marquesina, que lo hace sentir un funcionario relevante. Pero al no tener tatuajes, ambiciones de justiciero y sí una enorme imaginación retro (se diría en la jerga de las tribus urbanas), Moreno es un buen Chapulin Colorado.
Guillermo Moreno, dicen, quiere que Beatriz Paglieri, su mano derecha en la intervención de las estadísticas del INdEC y en la ofensiva contra los socios privados en Papel Prensa, le herede en Comercio Interior.
Ese es un tema a tener en cuenta: ¿podrá Moreno designar a su sucesor/sucesora o ni siquiera eso podrá?
Junto a Paglieri, su pequeño equipo personal lo integran Pablo Aldo Cerioli y Carlos Cancelli –quien tomó las funciones que antes cumplía el ONCAA a través de UCESCI–.
¿Qué quedara de todo eso en el futuro del control de la inflación?
Porque Moreno tuvo presencia mientras la Argentina mantuvo la violación de normas y procedimientos en las mediciones de las cuentas públicas, algo que ha prometido regularizar y que el Fondo Monetario Internacional insiste con esa exigencia.
Si Christine Legarde no visitará a Cristina Fernández durante su próxima periplo regional será precisamente por el incumplimiento argentino con el FMI.
Ya no se trata del incumplimiento de las promesas con el Club de París sino de documentación que el ministro Amado Boudou, ahora vicepresidente de la Nación electo, elevó al directorio del FMI, y que nada de todo eso ejecutó.
Precisamente el compromiso argentino de ordenar la medición de las cuentas públicas fue lo que llevó a Moreno a iniciar su despedida de Comercio Interior, algo que hizo tantas veces que Cristina Fernández le pidió que dejara de decir que se iba.
Moreno resurgió con la crisis de reservas de libre disponibilidad, que resulta muy preocupante luego de la victoria electoral del 23/10 (hasta entonces se había ocultado).
Entonces, se lanzó a Moreno a realizar morenadas contra quien utilizara divisas para su actividad.
En un nuevo episodio de las aventuras de Guillermo Moreno en su lucha infatigable contra los importadores y el dólar, juntó a una decena de productores de ficción de TV y empresarios del cine tanto locales como de las multinacionales de la envergadura de Disney y Universal.
La presentación de Moreno en la reunión no podía ser menos grandilocuente y payasesca: “¡Acaba de entrar un secretario de Estado. Cuando entra un secretario de Estado, se paran todos, carajo!”, le dijo a los gritos a los asistentes.
El encuentro ocurrió el jueves 17/11 pero los detalles se empiezan a conocer ahora. Ese día reunió a los representantes del sector para exigirles que por cada dólar que se importa debe haber otro que se exporta, según informó el diario Perfil.
Participaron de la entrevista con el funcionario algunos nombres reconocidos de la industria local como Gastón Portal, Carlos Mentasti, Enrique Estevanez y Alejandro Parra (en nombre de Claudio Villarruel y Bernarda Llorente). Coordinaba el encuentro Liliana Mazure, la titular del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
A la reunión concurrieron también las distribuidoras multinacionales. Fue frente al representante de Disney que Moreno hizo gala de sus conocimientos de la vida de Walt Disney e ironizó sobre la creación del personaje de Bambi, inspirado en su viaje a la Argentina.
Ante una pregunta de los asistentes sobre los costos en dólares, Moreno tuvo una respuesta llamativa: “El dólar no va a estar a más de $ 5, pero usted gaste en pesos”.
La amenaza de sanciones contra los concurrentes (si no acatan la exigencia de Moreno) a la producción local será mediante quita de los subsidios y a las distribuidoras extranjeras con restricciones a los estrenos de películas y aplicación de un cupo.
“ Amor por amor se paga, por cada película que estrenan en el país, tienen que producir o exportar una argentina ”, les habría dicho y agregó que “el cine tiene que ser nacional”
El Diario Perfil recordó en septiembre, que “en enero de 2008 a junio de este año, los subsidios al cine insumieron $ 279 millones entre 442 filmes. A estos estímulos, el Gobierno también ha sumado los planes de fomento a los contenidos audiovisuales a partir del despliegue de la TV digital. Para ello, concretó un Plan Operativo de Producción y Fomento de Contenidos Audiovisuales Digitales”.
En tanto, el diario La Nación relata las aspiraciones del Secretario de Comercio en el segundo mandato de Cristina Fernández:
Moreno sueña con pasar de Comercio Interior al Banco Nación o al Banco Central, aunque tal vez termine como un funcionario relevante en el área de Industria.
Mientras tanto, no deja de sorprender a empresarios y diplomáticos con sus curiosas definiciones sobre la economía. El último episodio lo protagonizó con el representante de una embajada europea que quería saber por qué los productos de las empresas de su país estaban frenados en la Aduana hace varios meses, pese a que ya habían recibido las aprobaciones de las licencias no automáticas por parte del área de Giorgi.
Sin rodeos, el funcionario le dijo: "El comercio internacional no existe, porque si un producto ingresa a la Argentina, pasa a ser argentino y por lo tanto lo controlo yo. Lo mismo pasa con las empresas multinacionales: son una mentira. Si están radicadas acá, las regulo yo", tirando por la borda cientos de años de ideas y prácticas del comercio y las finanzas internacionales desde que existe la humanidad.