En el Congreso de Estados Unidos se discute una ley de protección a la propiedad intelectual en la web tan estricta que, dicen sus críticos, si se hubiera aprobado hace unos años, YouTube y Twitter no existirían.
USA QUIERE IMITAR A CHINA EN LA REPRESIÓN DE LA WEB
La libertad digital en peligro
Ellos no pueden resolver los problemas cotidianos de los estadounidenses pero pretenden legislar sobre algo que desconocen. Con su esfuerzo, solamente están empujando a Internet hacia un nuevo escalón que, obviamente, estará más allá de lo que el Estado (grande y tonto) puede controlar.
24 de noviembre de 2011 - 11:16
La ley tiene 2 versiones (una en el Senado, la otra en la Cámara de Representantes), y la más dura, aseguran, obligaría a motores de búsqueda como Google o Yahoo a esconder sitios o anunciarlos como no existentes, "darle la sentencia de muerte" sin previo aviso y sin la necesidad de una orden judicial.
Sus defensores argumentan que la libertad de expresión puede coexistir con el respeto a la propiedad intelectual.
La pelea está servida, pero muchos no saben que se está librando.
La piratería electrónica es reconocida como un problema de internet y, tanto los productores de contenido como los legisladores, coinciden en la creación de herramientas legales para la ciberseguridad.
No obstante, muchos analistas y proveedores de internet aseguran que el proyecto estadounidense es demasiado extensa y pondría en riesgo el comercio legítimo en la web, limitaría la creación de nuevos sitios y amenazaría la libertad de expresión.
La polémica legislación tiene dos versiones:
> una en el Senado titulada Protección a la Propiedad Intelectual (Protect IP, en inglés) y
> otra, en la Cámara de Representantes, que se conoce como el Acta para Frenar la Piratería Online (SOPA, por sus siglas en inglés).
Pero la ley que se estudia en la Cámara Baja es más drástica por las medidas que propone para controlar la piratería.
Jim Crowne, director de asuntos legales de la Asociación Legal de Propiedad Intelectual de USA (AIPLA, por sus siglas en inglés), dijo que su organización apoya el proyecto de ley tal cual ha sido presentado ante el Senado.
Aunque SOPA es más amplia en su alcance, la AIPLA la está estudiando pero, en principio, ésta también se ajusta a la política de la organización.
"Finalmente se le está prestando atención a la necesidad e importancia de controlar la piratería", expresó Crowne.
"Los derechos de la propiedad intelectual corren un gran riesgo en internet. El uso no autorizado de un producto con derechos reservados ha alcanzado proporciones terribles".
Sin embargo, hay quienes creen que la legislación no solo sobreprotege la propiedad intelectual pero incluye provisiones que limitan la libertad de expresión en internet y compromete otros estándares vinculados a esa libertades.
"No está bien equilibrada", afirmó Sean Flynn, director asociado del proyecto de información, justicia y propiedad intelectual de la Universidad Americana de Washington. "Las compañías proveedoras de servicios de internet están muy preocupadas".
Según el profesor Flynn, la ley permitiría al gobierno bloquear el acceso a cualquier sitio que esté facilitando la violación de los derechos reservados.
"¿Eso qué quiere decir?", se pregunta. "¿Que todo eBay o Google, están transgrediendo la ley porque permiten que los resultados de una búsqueda en su página incluyan material cuya propiedad pueda estar protegida?".
"Eso violaría mucha de la libertad de expresión que gozamos y la ley permitiría desconexiones sin que se emita ninguna orden judicial".
Hay otro capítulo terrible del proyecto, el que contempla que las empresas proveedoras de internet estarían obligadas a cerrar los sitios que puedan tener contenido sospechoso con solo una queja de los dueños del contenido.
Un motor de búsqueda como Google o Yahoo tendría que esconder el sitio, anunciarlo como no existente, "darle la sentencia de muerte" sin previo aviso y sin la necesidad de una orden judicial.
Pero Jim Crowne de la AIPLA arguye que los mismos derechos que cubren la libre expresión también incluyen el derecho de perseguir a individuos que violan los derechos de propiedad intelectual.
"La ley no limitaría el flujo de información, lo que hace es obstaculizar el tráfico de propiedad intelectual protegida", manifestó.
Los críticos del proyecto de ley señalan que esta podría también limitar el libre comercio y la creatividad al establecer más incertidumbre cuando otras empresas quieran entrar a comerciar en la internet.
"Si esta ley hubiese entrado en efecto en 2005, jamás hubiésemos tenido YouTube", recalcó a la BBC Alan Friedman, analista en temas de gobernabilidad del Brookings Institution en Washington.
Friedman indica que otros gigantes de internet como Google y Facebook jamás hubiesen llegado a tener su tamaño actual y los miles de empleos que generan jamás se hubiesen creado.
Friedman argumenta que las innovaciones en internet se harían más difíciles. "¿De dónde vendrá el nuevo Twitter o el nuevo Facebook?", se cuestiona, pues los usuarios suelen incluir fotos, sonido y video en sus comunicaciones que podrían ser vetados por la ley de propiedad itelectual.
"Se podría censurar cualquier contenido generado por el usuario que hoy en día forma parte del material que utilizan muchos medios de información".
El experto en gobernabilidad prevé además que la imposición de bloqueos a sitios forzará a los usuarios a buscar proveedores en el extranjero cuyas credenciales y seguridad no pueden ser corroboradas, lo que le abrirá las puertas a más fraude electrónico e invasión de virus y programas malignos en internet.
A pesar de las advertencias de los expertos, la ley bien podría aprobarse rápidamente sin modificación alguna ya que los usuarios no están al tanto de sus alcances y no han ofrecido un oposición pública organizada.
"Los que apoyan esta ley son grupos que tienen enormes cantidades de dinero: la industria farmacéutica -que es el lobby que más invierte en el Congreso- y la MPAA, la Asociación Cinematrográfica de Estados Unidos", afirmó Sean Flynn de la Universidad Americana.
Del otro lado del debate, naturalmente, también hay intereses poderosos como Google, Microsoft, Yahoo, eBay, etc. Lo que augura que, de aprobarse la legislación, habrá un largo y complicado litigio antes de que pueda ser promulgada.
"Nuestros clientes están decididos a pelear por su derecho hasta el final", advirtió Jim Crowne de la Asociación Legal de Propiedad Intelectual.
"Creemos que la libertad de información y expresión pueden coexistir con la protección de los derechos de la propiedad intelectual tanto en el comercio como en internet".
Los críticos, sin embargo, no lo ven así.
"Ciertamente nos estamos acercando a una infraestructura legal como la que existe en China", se lamentó Sean Flynn. "Cada vez más nos alejamos de la libertad de expresión y nos acercamos a la censura".