Un radical busca retener la capital jujeña en la última elección del año

En un escenario de polarización, 'Chuli' Jorge buscará su reelección este 20/11 como intendente de San Salvador contra el vicegobernador y candidato K, Pedro Segura.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Aunque muchos pensaban que el calendario electoral culminaba el 23/10, con la aplastante victoria de Cristina Fernández, entre otras, lo cierto es que la última elección del año se desarrollará este domingo (20/11) en San Salvador de Jujuy.

La capital jujeña elegirá a su próximo intendente, además de concejales y demás autoridades comunales y aunque no hay encuestas difundidas sí está claro que la elección se polizará entre los candidatos del peronismo y e radicalismo.

Como en muchas provincias, la ciudad capital está gobernada por un mandatario de signo político diferente al gobernador, en este caso el radical Raúl 'Chuli' Jorge, en contraposición al peronista Walter Barrionuevo, quien el próximo 10/12 la pasará la banda al también justicialista y exgobernador Eduardo Fellner.

'Chuli' Jorge buscará la reelección con el apoyo no sólo del radicalismo, sino también del Frente Amplio Progresista (FAP), que a nivel nacional encabeza el socialista Hermes Binner, y Unión Popular, el frente que fundó Eduardo Duhalde y que lo tuvo como candidato presidencial.

El principal rival del actual intendente es el vicegobernador Pedro Segura, quien responde al Frente para la Victoria y cuenta con la venia del gobernador electo. Segura dijo en las últimas horas que cuenta con el apoyo de los sectores del peronismo que no están dentro del kirchnerismo. Estos sectores retiraron a sus candidatos en favor del vicegobernador. Además, el candidato kirchnerista sumó el apoyo abierto del gremialismo concentrado en la denominada Mesa Sindical.

Segura también se mostró durante la campaña con funcionarios nacionales como el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.

Por otro lado, y con escasaz chances de llegar a la gobernación dado la polarización entre el candidato radical y el peronista, se encuentran los postulantes de de la Nueva Izquierda, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores y del Partido Demócrata Cristiano

En una de sus editoriales, el sitio ElLibertario.com, caracterizó a los principales contrincantes:

"La mejora en el transporte, en el alumbrado público y en la pavimentación son los caballitos de batalla del Radicalismo, que en los últimos días se jugó una carta brava al apelar al humor con la “Comadre de Yuto”, una Mirtha Legrand de Alto Comedero contando las bondades del actual intendente.

Con su mejor cara de bonachón, Jorge eludió el debate sobre los temas de fondo como la basura, una cuestión en la que su gestión no logró el más mínimo avance, y en particular respecto de la relación del municipio con Limsa, beneficiaria de jugosos subsidios, tabú también para Pedro Segura, amigo del diputado Rubén Rivarola, dueño de esa empresa. Tampoco habló del caos del tránsito ni del descontrol de la noche jujeña ni de la facilidad con que los menores compran alcohol en los almacenes. Mucho menos se lo escuchó si quiera mencionar con qué acciones piensa cambiar a la caprichosa, obsoleta e inoperante administración municipal, verdadera máquina de impedir para todo aquel que quiera realizar por derecha un emprendimiento de cualquier clase.

Del otro lado, el vicegobernador edificó su campaña sobre la figura de Cristina Fernández de Kirchner y Eduardo Fellner y en la premisa que si el gobierno de la ciudad tiene el mismo signo político nacional y provincial se podrán conseguir muchas cosas, caso contrario, caerán las siete plagas de Egipto sobre la ciudad de Argañarás y Murguía.

Segura, que en ningún spots publicitario aparece hablando, cosa realmente extraña en la campaña de un dirigente político, demostró en cambio una asombrosa capacidad para besar y abrazar a los vecinos, que no deja de ser sorprendente si se recuerda su gestión como vicegobernador en la Legislatura que justamente se caracterizó por un estilo de puertas cerradas a todo lo que fuera expresión popular y por su casi obsesiva afición a enrejar la que alguna vez se llamó “caja de resonancia” del pueblo jujeño."