El sabado 12/11 la Liga Arabe aprobó la suspensión de la membresía siria a partir de este miércoles 16/11 y le pidió a los grupos de la oposición que presentaran sus planes para una transición de poder, como un preludio de una reunión más amplia sobre el futuro del país organizada por el organismo con sede en El Cairo.
"La Liga Arabe anunciará pronto una fecha para una conferencia que incluirá a muchos de los grupos de oposición sirios para discutir las formas y el tiempo necesario para pasar a un período de transición", indicó a la agencia Reuters Abdel Basset Sedah, de la oficina ejecutiva del Consejo Nacional Sirio, tras reunirse con funcionarios del organismo.
A pesar de estas acciones la Liga evita pedir la salida de Assad o proponer una intervención militar extranjera al estilo de la ocurrida en Libia.
Cientos de sirios han muerto este mes, en uno de los períodos más sangrientos de la revuelta, inspirada por los alzamientos que derrocaron a los líderes de Túnez, Egipto y Libia.
Damasco dice estar comprometida con el plan de paz árabe, que pide un alto el fuego y el diálogo con la oposición.
Molesta por su inminente suspensión de la Liga Arabe, Siria solicitó una cumbre árabe de emergencia, pero un influyente grupo de seis países del Golfo Pérsico, liderado por Arabia Saudí, rechazó la idea, que requiere el apoyo de 15 de los 22 miembros del organismo.
El canciller de Marruecos dijo que sus "colegas sirios" serían bienvenidos en una reunión que se realizará el miércoles 16/11 en Rabat con ministros de Relaciones Exteriores árabes, pero no especificó si el principal diplomático sirio asistiría.
El ostracismo en el mundo árabe es un golpe especialmente duro para Assad, que siempre se ha considerado a sí mismo como un campeón de la unidad árabe.
Sumándose al coro de críticas, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo durante una visita a Bangladesh: "El presidente Bashar debe detener de inmediato el asesinato de su propio pueblo".
Naciones Unidas dice que más de 3.500 personas han muerto en las protestas contra los 41 años de Gobierno de la familia Assad, iniciadas en marzo. El Gobierno culpa a grupos armados con apoyo extranjero de matar al menos a 1.100 soldados y policías.